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Cada vez más piquetes y más anarquía en Corrientes

La capital provincial quedó prácticamente aislada. El Gobierno analiza la intervención, pero quiere acuerdos previos para no pagar todos los costos.

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t.gif (862 bytes)  Corrientes sigue con dos gobernadores y su capital quedó prácticamente aislada: al corte del puente que une la principal ciudad correntina con el Chaco, se sumaron ayer los piquetes que nuevos grupos de autoconvocados --trabajadores estatales y docentes que no cobran sus sueldos desde hace cinco meses-- instalaron en otras rutas de la provincia. El Gobierno nacional no descarta ahora la intervención, pero busca el consenso de todos los sectores involucrados en la crisis para no ser el único que cargue los costos del ajuste que sería necesario para ordenar las cuentas de la provincia.

Si bien el presidente Fernando de la Rúa sostuvo que la crisis de Corrientes "es más de tipo social que institucional", admitió también que sigue "muy de cerca" la situación. Y su ministro del Interior, Federico Storani, reconoció que la intervención federal "es una hipótesis de trabajo".

Storani monitoreó durante toda la jornada de ayer la delicada situación de Corrientes y dialogó con los protagonistas de la crisis. En su despacho, recibió poco después del mediodía al senador nacional del Pacto Autonomista Liberal, José Antonio "Pocho" Romero Feris, y al diputado correntino peronista, Rodolfo Martínez Llanos. Ambos dirigentes son los principales pilares del gobernador interino Hugo Perié, quien prefirió permanecer en la Casa de Gobierno correntina para que no fuera ocupada por el senador Carlos Tomasella, designado anteanoche por la Legislatura provincial para reemplazarlo. Con el sector que se encolumna detrás de Tomasella --algunos peronistas y liberales disidentes y el PANU de Raúl "Tato" Romero Feris--, Storani mantuvo comunicaciones telefónicas. Lo mismo hizo con los autoconvocados que impulsan los cortes de ruta.

El eje de todas las conversaciones fue el modo de salir de una crisis que tiende a agravarse. Los autoconvocados correntinos ya no sólo permanecen instalados en las principales plazas de la capital provincial y en el Puente General Belgrano, que une Corrientes con el Chaco, sino que también montaron piquetes en la Ruta Nacional 12, a la altura del límite con Entre Ríos, y en la Ruta Nacional 14, en las cercanías de Monte Caseros. "Los compañeros interrumpieron el tránsito para reclamar una solución de fondo", explicó el sindicalista docente Gustavo Cantero.

El panorama terminó de complicarse cuando los camioneros que se ven impedidos de cruzar el Puente General Belgrano --donde efectivos de la Gendarmería siguen apostados a las órdenes del juez federal Carlos Soto Dávila-- cortaron los accesos a la capital correntina y a Resistencia. "La protesta no es contra los trabajadores, que reclaman por sus legítimos derechos, sino para que se brinde una solución porque transportamos productos perecederos que se van a echar a perder", aclararon.

El senador radical Leopoldo Moreau reclamó la "urgente" intervención federal "antes de que se produzcan consecuencias aún más nefastas". Pero en la Casa Rosada consideran que se puede esperar porque la situación todavía es "estable". "De la Rúa tiene toda la razón del mundo porque dice: 'Si va a ir una intervención, que debe hacer un ajuste fenomenal, los dueños del descalabro le van a cobrar al Gobierno nacional', es decir, le van a hacer pagar el costo político", señaló Storani.

 

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