|
Por Mariana Carbajal "Es hora de que la medicina cambie y se ocupe de la gente pobre e indigente", afirmó el Premio Nobel César Milstein. De paso por Buenos Aires, donde hoy brindará una clase pública en la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA y luego encabezará un debate con otros científicos, Milstein hizo una crítica velada a la gestión menemista en el campo de la ciencia y dejó un mensaje para los funcionarios que acaban de asumir en el área: "En el pasado no se hizo bien la evaluación (del destino) de los fondos para investigación. Lo más importante es aprender a gastar", señaló el destacado investigador, quien se mostró partidario por el ingreso restringido a la universidad. "La universidad no debe ser masiva", sentenció. "Es doloroso que algunos queden afuera, pero más doloroso es que un mal médico mate gente cuando se recibe", argumentó. Recién llegado al país, donde participará de una serie de actividades académicas, Milstein brindó ayer una conferencia de prensa en el Hotel Panamericano, en la que se explayó sobre el futuro de la ciencia, el rol del investigador en la sociedad, la política universitaria, los desafíos de la medicina en el próximo milenio, y los límites éticos para los científicos. "Los límites los tiene que imponer la sociedad. Pero hay ciertas cosas que los científicos no deben hacer: no es ético trabajar en ciencia para producir armamento ni la manipulación del genoma reproductivo", consideró. Sin embargo, aclaró que muchas veces "se confunde la ética con el temor a lo nuevo". Milstein está radicado hace casi cuarenta años en Inglaterra, donde dirige un prestigioso laboratorio. Recibió en 1984 el Premio Nobel de Medicina por su descubrimiento de los anticuerpos monoclonales, un aporte científico que revolucionó la biología molecular. Ante una pregunta de Página/12 sobre el futuro de la medicina, el premio Nobel expresó su deseo de que llegue a los sectores más carenciados. "Hay que pensar en la medicina para la gente pobre. Es ahí donde quisiera ver los grandes avances, en los más indigentes que son los que más necesitan", indicó. Para ejemplificar las desigualdades entre ricos y pobres, Milstein señaló el caso del sida. "La mayor parte de los enfermos de sida están en Africa, donde muchos no pueden pagar o probablemente no saben que existen tratamientos combinados (para enfrentar el VIH), que si bien no son la panacea, son mejores que nada". Milstein se mostró de muy buen humor, y hasta bromeó cuando una decena de fotógrafos lo abordó a la entrada a la sala del hotel: "Me van a quemar", dijo el científico, refiriéndose a los continuos flashes. Habló sereno, y siempre marcó un silencio de algunos segundos antes de responder cada pregunta. En su opinión, el ingreso a la universidad debería ser con un cupo determinado sobre la base de las necesidades del país y consideró como "grave" el problema de los estudiantes que abandonan su carrera, sin terminarla, con el consiguiente costo económico que ello significa. "Hoy en Inglaterra hay una gran discusión sobre ese tema", precisó. Allí --dijo-- la deserción es de un 20 por ciento en promedio, pero llega a un máximo del 40 por ciento en alguna universidad. "No sé cuánto será acá, pero tengo la impresión de que es más", estimó. Para Milstein de debe seleccionar a los aspirantes. "Los que vayan a terminar tienen que ser los mejores", opinó. El mayor problema de la ciencia en la Argentina "en el pasado y en el futuro" es, a su entender, la falta de fondos. Pero, "si los fondos están mal gastados, que no vengan", sentenció. Como consejo a la nueva gestión de la Secretaría de Ciencia y Tecnología, que encabeza Dante Caputo, Milstein planteó que se "apoye" a la gente joven y que se haga una evaluación "objetiva" y "constante" de la calidad de las investigaciones. En ese sentido, remarcó que "no se puede dejar la investigación en manos privadas", ni "jamás abandonar a la ciencia como valor cultural en sí mismo". Invitado por la revista trespuntos, Milstein brindará hoy una clase magistral, de acceso libre y gratuito, titulada "La curiosidad como fuente de riqueza: el caso de los anticuerpos". La cita es a las 18 en el aula magna de la Facultad de Ciencias Exactas de la UBA. Al término de la conferencia, a las 19.30, participará de un debate con especialistas de diversas áreas, entre ellos el epistemólogo Gregorio Klimovsky, el genetista Víctor Penchaszadeh, y el decano de Exactas Pablo Jacovkis.
|