|
La Cámara de Diputados le dio anoche media sanción al paquete impositivo elaborado por José Luis Machinea, mediante el cual se prevé una recaudación de 1900 millones de pesos durante el próximo año. La aprobación de los diputados incluyen la rebaja a 1993 pesos del mínimo no imponible en el impuesto a las Ganancias, aumentos en las alícuotas de Internos (gaseosas, cigarrillos, bebidas alcohólicas y telefonía celular) y la extensión de medio IVA (10,5 por ciento) al transporte de media y larga distancia (más de cien kilómetros) y a la medicina prepaga. Senadores recién trataría el proyecto la próxima semana. Diputados también convirtió en ley el Pacto Fiscal con las provincias. Los legisladores darán comienzo al tratamiento del Presupuesto 2000 hoy a partir de las 10. La sesión de ayer en Diputados fue maratónica: comenzó a las 12.30 y se prolongó durante casi doce horas. Cuando a media tarde la Alianza logró aprobar en general el proyecto, todavía no se habían generado los momentos más duros del debate. La firme resistencia del justicialismo en su debut como ala opositora después de diez años y medio apareció cuando en el recinto se trataron en particular tres artículos del paquete impositivo: el incremento de las alícuotas de los impuestos internos, la conformación del fondo de incentivo docente y la imposición luego frustrada de un gravamen a las herencias (ver aparte). A último momento, la Alianza dejó de lado la imposición del IVA a las revistas. Y redujo a la mitad la posibilidad que tienen los medios gráficos de computar a cuenta de Ganancias el IVA que pagan al adquirir papel. El aumento de los impuestos internos es injusto. Y es el capítulo más regresivo de todo el plan del Gobierno, criticó la justicialista Ana María Mosso. Yo entiendo a quienes se oponen a votarlos. Pero sepan que si no lo hacen será necesario crear nuevos gravámenes, o aumentar las alícuotas de otros que ya existen, le respondió Raúl Baglini, titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda y voz cantante de la Alianza durante la sesión. La sanción que ahora deberá tratar la Cámara alta contiene los siguientes aumentos en Internos: u Gaseosas colas y cervezas: del 4 al 8 por ciento. u Gaseosas no colas: del 0 al 4 por ciento. u Servicio de telefonía celular y satelital: 4 por ciento. u Champañas: 12 por ciento. u Bienes suntuarios (piedras preciosas, alfombras y tapices): 20 por ciento. u Cigarrillos: del 60 al 65 por ciento (los 370 millones extra que se prevé recaudar se destinarán a la Seguridad Social). u Autos, embarcaciones y aeronaves superiores a 15.000 pesos y hasta 22.000: 4 por ciento. Por encima de los 22.000 pesos, pagarán una tasa del 8 por ciento. Según lo votado por Diputados, Fernando de la Rúa podrá incrementar hasta en un 25 por ciento estas alícuotas. O bien eliminarlos, siempre y cuando un informe técnico oficial así lo acredite. Están condenando a la industria regional. La champaña es un vino (éstos quedaron exentos del impuestazo), más barato que algunos productos que se dejaron sin gravar, se quejó el mendocino Carlos Balter. El capítulo de los impuestos internos fue duramente criticado por los legisladores de provincias, en especial por aquellos de las tabacaleras Misiones y Salta, como Luis María Díaz Colodrero y Ricardo Gómez Diez. Al momento de la votación, el apartado de los impuestos internos fue el más peleado: se aprobó por 118 votos a favor contra 106 en contra (PJ, Acción por la República y algunos provinciales). Entre otros puntos, el paquete incluye la elevación del 0,50 al 0,75 por ciento a la tasa de Bienes Personales para los activos superiores a los 200.000 pesos y un impuesto extraordinario, del 20 por ciento sobre el monto del impuesto a las Ganancias, sobre quienes ganan más de 10.000 pesos mensuales. También eleva de 33 a 35 pesos la cuota del monotributo. El otro tema que generó gritos en el recinto fue cuando Baglini, ante la derogación del impuesto automotor, quiso que las provincias aporten 120 millones al fondo de incentivo docente. Pero ante la presión del PJ, la Alianza aceptó que el Tesoro nacional aporte los 660 millones necesarios (ver página 16). Esa fue la primer derrota de la coalición en el salón. La segunda fue a las once de la noche, cuando el justicialismo obligó al oficialismo a excluir del proyecto el impuesto a las herencias.
Por Julio Nudler ¿Rechazo
provincial? En absoluto fue eso. Lo que hubo fue una total resistencia ideológica del
justicialismo y de Cavallo. Así explicó anoche el diputado Jesús Rodríguez el
hundimiento del proyecto aliancista de reimplantar el impuesto a la herencia como modo de
maquillar una reforma conservadora. Pero, de hecho, en las épocas en que existió, este
tributo fue de ámbito provincial, y el que abolió José Alfredo Martínez de Hoz en 1977
fue sólo el vigente en la Capital Federal. Luego, de modo paulatino, las demás
jurisdicciones también lo suprimieron. Ahora se lo quería recrear como impuesto
nacional, asignado al Instituto de Financiamiento Educativo que manejará Juan José
Llach. Alguien había estimado en unos 100 millones de pesos el eventual producido del
gravamen. Pero Rodríguez insiste en que ni siquiera su oferta de que el total recaudado
se girara para los tesoros provinciales alteró la negativa justicialista. Ahora, por lo
menos hasta marzo no volverá a hablarse del tema.
|