Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira


MERCEDES SOSA EDITO UNA NUEVA VERSION DE LA “MISA CRIOLLA” “Cumplo mi promesa: se fue Bussi y yo vuelvo a cantar en Tucumán”

La cantante actuará el domingo 26 en su provincia natal, tras haberse abstenido durante todo el gobierno del represor. Para entonces ya habrá aparecido su nueva versión de la clásica obra de Ariel Ramírez que, sin embargo, no interpretará en vivo. En esta entrevista habla además del “romance” de Menem y Charly García y de su relación con la religión.

na27fo01.jpg (7912 bytes)
Mercedes en su Tucumán, donde escuchó con Página/12, por primera vez, el nuevo cd de la “Misa Criolla”.
“Si no canté en Chile durante Pinochet, ¿por qué iba a cantar en Tucumán mientras gobernaba Bussi?”.

Por Martín Pérez
Desde San Martín de Tucumán


t.gif (862 bytes)  Es un puente estratégico. Ubicado a la entrada de San Martín de Tucumán, del lado que está a la vista de quienes dejan la ciudad se puede leer el habitual cartel de “Buen Viaje” para los viajeros de paso, pintorescamente firmado por El Jardín de la República. Del otro lado, sin embargo, el cartel que leen los recién llegados se aparta un poco de lo tradicional. La bienvenida para quienes llegan a San Martín de Tucumán es una pintada que dice: “La única esperanza: Menem 2003”, un slogan decididamente a contramano de un país que aún está de luna de miel con Fernando de la Rúa, su nuevo presidente. Pero acorde con una provincia que muchas veces parece un mundo aparte, algo con lo que coincide Mercedes Sosa, su hija dilecta. “La verdad que se hace muy difícil explicar en Europa, e incluso en Buenos Aires, cómo es que un pueblo puede elegir a un tirano como su representante”, reconoce Mercedes. La mención no es baladí: con el ex represor Domingo Antonio Bussi fuera del gobierno, e impedido de asumir como diputado nacional, Mercedes ha decidido volver a cantar en su tierra. “Nunca dije que no volvería a Tucumán, porque a mí nadie me puede quitar el derecho de venir a ver el paisaje de la tierra en que nací y me crié. Pero las decisiones son mías, me hago cargo. Y así como decidí hace muchos años no cantar más en Chile mientras gobernara Pinochet, yo decidí en su momento no volver a cantar más aquí mientras gobernase Bussi”, recuerda. El reencuentro con el público de su provincia natal será el domingo 26 de este mes con un recital en el estadio del club San Martín. “Espero que los que votaron a Bussi no me tengan rencor”, dice ahora Mercedes, que aún no sabe cómo responderán los tucumanos a sus contundentes declaraciones. “Yo fui muy dura contra Tucumán, porque estaba enojada de que eligiese a Bussi, pero por algo dije, muchas veces, ‘Viva Tucumán menos uno’. De alguna manera tenía que decirles a los tucumanos que estaba con ellos, porque yo sé lo que es votar desesperado. Y además no creo que a Bussi sólo lo hayan votado históricamente los pobres, los que viven, por ahí, en una villa miseria. Mucha gente de dinero debe de haber confiado en que con Bussi iban a seguir haciendo más dinero”.Mercedes vino a Tucumán para encontrarse, también, con la edición de su nueva versión de uno de los discos más clásicos de su trayectoria de cuarenta años, La Misa criolla. La presencia silenciosa de su madre, doña Emma, enmarcó la entrevista que Sosa concedió a Página/12, que comenzó con una audición completa del álbum, ya que no había podido escuchar aún el resultado final de la grabación. Mercedes escuchó el disco completo con los ojos cerrados, y se le escaparon algunas lágrimas hacia el final del “Agnus Dei”, el último tema de la obra de Ariel Ramírez. El año pasado, cuando comenzó a planearse su versión de la Misa criolla, se había anunciado que su edición sería acompañada por “Elegía”, una obra para orquesta de cámara, coro mixto, piano, relator y voz solista, basada en textos de Juan Gelman y Catulus, compuesta por el argentino Ricardo Hagman, un director que ha hecho carrera en Italia, Israel y llegó incluso a ser invitado para dirigir este año a la Orquesta Filarmónica de Nueva York. El disco resultante, sin embargo, junto a la Misa criolla –con arreglos y dirección musical de Hagman– incluye, en vez de la anunciada “Elegía”, la obra “Navidad nuestra”, de Félix Luna y Ariel Ramírez. Hacia el final de la escucha de “Navidad nuestra” volvieron las lágrimas de Mercedes, pero está vez en la grabación. “Lo que pasó es que ‘La huida’ es una canción tan humilde, que habla de una mujer sola con su niño en una pobreza extrema, que cuando terminé de cantarla en Ion me largué a llorar.” Y el llanto quedó incluido en el tema.
–¿Por qué decidió acompañar su versión de la Misa criolla con “Navidad nuestra” en vez de la “Elegía”?
–No fue una decisión mía. Esta vez, más que nunca, yo soy sólo una empleada de la compañía discográfica, y se decidió editarla con “Navidad nuestra” para poder llevarla por el mundo sin la carga de una obra de aliento clásico. Sin embargo, la “Elegía” ya está grabada, con la voz de Oscar Martínez como el relator. Y como yo, por otra parte, sólo tengo contrato por este disco que acaba de salir, la “Elegía” tal vez termine siendo editada por otra compañía.
–Al comenzar su carrera, usted fue la voz de otras obras de Ramírez, como Mujeres Argentinas y la Cantata Sudamericana. Sin embargo, nunca antes había grabado la Misa criolla. ¿Su decisión de hacerlo llegó después de superar la crisis terminal por la que pasó dos años atrás?
–Para nada. Todo esto comenzó en realidad cinco años atrás, cuando acepté la invitación de Ariel Ramírez de cantar la Misa criolla en el imponente anfiteatro Frank Romero Day de Mendoza, ante 30 mil personas. Y después hice “Mi Madre María”, la canción de Víctor Heredia, para el Vaticano. Es indudable que yo tenía cierto alejamiento de Dios, ya que soy una mujer de izquierda. Estuve afiliada al Partido Comunista y no es algo que me haga sentir mal, ya que eso me permitió tener una mirada humanista y de respeto hacia los seres humanos que sufren en todo el mundo. El catolicismo tiene bastante de eso. Y en estas dos obras yo canto para uno que nació sin nada. Le aseguro que el llanto que se escucha al final del disco no fue un llanto fingido. Además, si cualquiera hubiera tenido una enfermedad como la mía, que me postró tantos meses en cama, hubiera también recurrido a Dios.
–La dedicatoria del álbum está dirigida hacia su madre... ¿Por qué?
–Bueno, como dice en la dedicatoria, porque ella nunca permitió que me alejase de Dios. Durante toda mi vida las dos hemos tenido respeto: mi madre por mi ideología, y yo por su creencia religiosa. Nunca ella me ofendió a mí ni yo ofendí a mi madre, ni a ningún creyente. Nunca jamás canté ninguna canción en contra de Dios, y creo que eso fue gracias a mi madre. Por eso la dedicatoria.
–Al final termina pareciendo que esa balanza equilibrada entre Dios y el Partido Comunista que mantenían entre ustedes dos finalmente ha terminando inclinándose hacia Dios luego de la desaparición del comunismo...
–Pero es que no es así... No se puede pensar en política cuando se está cantando la “Misa Criolla”. Y yo me salí del Partido antes de la caída del comunismo. Fuera de eso sigo siendo una mujer progresista... Lo soy desde muy jovencita, desde que comencé a leer. Quiero aclarar, eso sí, que de ninguna manera mi carrera se va a centrar en La Misa criolla de aquí en más. Para nada. Yo quiero seguir cantando las mismas canciones que canto siempre, como “Todo cambia” o “La Maza”. Esos son mis temas, mientras que La Misa.. es sólo para este disco. Aun cuando no comparta la ironía de una pregunta, Sosa es de esas personas públicas que no se irritan nunca, y no cambian el ritmo de su conversación. Le gusta hablar, y así es como, aunque el tema de la charla sea la edición de su nuevo disco, otros tópicos van apareciendo y capturando su atención. Cuando se le nombra a Horacio Guarany, por ejemplo, de quien grabó “La villerita”, Mercedes dice que “de ninguna manera lo hice con la intención de hacer las paces con él. En primer lugar porque yo no estoy peleada con Guarany. ¿Cómo me voy a pelear con él? Es un hombre, y si me agarra me destroza”, bromea. Y agrega al respecto, entre risas: “Recién escuché que él dijo que no se pelearía conmigo porque las peleas con las mujeres se hacen en la cama y él nunca se metería en la cama con una gorda. Bueno, yo tampoco lo haría. Porque el gordo es él,mientras que yo después de la enfermedad ya no lo estoy, como todos pueden apreciar”. Luego de confesar que ha recibido la correspondiente invitación de Cosquín para este año, y que su presencia allí depende de la respuesta que el Festival haga a su pedido de honorarios, la cantante termina su charla hablando, cuándo no, de Charly García. “La verdad es que siempre pensé que García era lo más alejado del poder, el ser humano más libre que puede existir, y entonces me sorprende bastante su flamante amistad con el presidente Menem”, dice la cantante. No quiere ahondar en demasía sobre el tema. Se sabe, Charly García es casi como un hijo suyo y, por si fuera poco, comparten un recital, mañana viernes, en Córdoba.
–¿Usted lo retó por su encuentro con Menem?
–Nooooooo. ¡Yo no puedo retar a Charly García! Es un hombre grande. A mí me pareció mal lo que hizo, pero Charly es Charly y tiene su manera de pensar y su...(busca la palabra correcta) amistad con Menem. Lo importante es que él es el que le cantó a Menem en la residencia de Olivos, y no yo. Y parece que le gustó Menem. Es una cosa rara. ¡Es lo último que me esperaba de él..!

 

na27fo02.jpg (11634 bytes)

Mercedes quiere que la escuchen también los que votaron a Bussi.
“Yo siempre dije ‘Viva Tucumán, menos uno’, recuerda en la entrevista.

 

PRINCIPAL