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Por David Cufré Doce horas le demandó ayer a la Alianza conseguir la aprobación del proyecto de Presupuesto del 2000 en la Cámara de Diputados. Antes, la negociación con el justicialismo por esta ley clave para el funcionamiento del Gobierno había sido tan engorrosa como resultó la sesión de ayer. Y ahora la última palabra la tendrá el Senado la próxima semana. La media sanción de la Cámara baja mantuvo en líneas generales la propuesta de José Luis Machinea, que establece un recorte del gasto público de 1400 millones de pesos, el mayor que se haya realizado en la última década. El conflicto que estuvo a punto de frustrar la aprobación del proyecto fue por la eliminación de los regímenes de promoción industrial y diferimientos impositivos. La bancada justicialista amagó en un momento con retirarse del recinto, lo que hubiera dejado sin quórum la sesión y ocasionado un escándalo político. Sin embargo, la sangre no llegó al río y se alcanzó un acuerdo salomónico, por el cual se dejó sin efecto la promoción industrial, pero se habilitó a 14 provincias a aplicar diferimientos impositivos por un total de 959 millones de pesos. El Presupuesto establece una autorización de gastos para el próximo año de 48.175 millones de pesos. Con el paquete impositivo que presentó la Alianza, que ya obtuvo media sanción de Diputados, se lograría limitar el déficit fiscal a 4500 millones. Ello también es posible gracias al fortísimo ajuste del gasto público. Algunas particularidades del proyecto de Presupuesto con media sanción de Diputados son las siguientes:u Se mantienen las pensiones graciables que entregan los legisladores, por un total de 25 millones de pesos.u Se recorta de 250 a 150 millones el subsidio para La Rioja. Menem había intentado ratificar la primera suma por decreto en el último tramo de su gestión.u Se aumentaron en 20 millones las partidas para el Congreso, con un presupuesto para el 2000 de 446 millones.u Apertura de un registro de retiros voluntarios en la administración pública. Se recortaron en 372 millones los fondos para pagar salarios.u Emisión de títulos públicos para saldar una deuda con la UOM por 41 millones.u Por primera vez, el Poder Ejecutivo podrá utilizar recursos de capital para obra pública para cubrir gastos corrientes. Es decir, si es necesario profundizar el ajuste podrán cancelarse planes de infraestructura.u La Jefatura de Gabinete deberá evaluar la viabilidad económica y ambiental de un proyecto para construir un reactor nuclear en Río Negro. El proyecto fue duramente cuestionado por Greenpeace. u Las Fuerzas Armadas podrán vender activos para financiarse.Algunos datos curiosos del ajuste, que en primer momento propuso Roque Fernández, luego aceptó Machinea y ayer fueron ratificados con la media sanción de Diputados, son los siguientes: el Instituto Malbrán pierde 2,2 millones de pesos de su presupuesto, al Fondo Nacional de las Artes se le quitan 5 millones, el Teatro Nacional Cervantes recibirá 588 mil pesos menos, y el Instituto Nacional de Cinematografía, 475 mil. También se recortan en 100 millones de pesos las partidas para el PAMI. Por segundo año consecutivo se canceló el aumento de fondos que se había aprobado con anterioridad para las universidades, por un total de 120 millones de pesos, que se suman a los 105 millones que el Poder Ejecutivo no entregó este año. Otros recortes con mejor imagen pública son a los gastos reservados de 200 millones y a los Aportes del Tesoro Nacional de 165 millones, y se bajan en 13 millones los gastos de publicidad de actos de gobierno. Los diputados de extracción sindical bregaron ayer sin éxito para que las obras sociales mantengan una partida de 21,5 millones de pesos, que fueron giradas para atender programas de lucha contra el sida en loshospitales públicos. En cambio, consiguieron que no se les quitaran otros 200 millones para cubrir una deuda del PAMI con el Banco Interamericano de Desarrollo. Pero esa resultó apenas una pelea preliminar ante el acalorado debate que surgió luego por la promoción industrial y los diferimientos impositivos. El proyecto establecía eliminar ambos regímenes, de los cuales las mayores favorecidas son las provincias de La Rioja, San Juan, San Luis y Catamarca. Los legisladores justicialistas que representan a esos distritos consiguieron sumar al resto de la bancada en su rechazo a esa propuesta. Incluso el aliancista catamarqueño Horacio Pernasetti se mostró también contrario a la supresión de los regímenes. Eso dio lugar a una discusión de más de tres horas. En un rincón del recinto, el subsecretario de Presupuesto, Nicolás Gadano, informaba permanentemente con su teléfono celular a Machinea de los acontecimientos. La salida fue eliminar la promoción industrial en el 2000 y mantener los diferimientos impositivos, que les permite a las empresas que inviertan en las 14 provincias con ese régimen no pagar impuestos por plazos de 10 a 20 años.
PRONOSTICO ECONOMICO OPTIMISTA PARA EL 2000 DE LA CEPAL Después de la tormenta sale el sol La Cepal, la organización de las Naciones Unidas que en décadas pasadas representó una fuente de pensamiento económico autónomo frente a las recetas más ortodoxas de Washington, presentó el adelanto preliminar de su evaluación de las economías de la región durante el año que termina. Aunque el balance es negativo para 1999, es optimista para el 2000, para el que proyecta una tasa de crecimiento del 3,6 por ciento. Aunque la consideración conjunta del subcontinente encubra profundas diferencias entre países, el informe de Cepal muestra algunos rasgos que se destacan por sobre las fronteras:u La salida neta de capitales. u La negativa relación con el ciclo de precios de las comodities, que afectaron, en general a todas las balanzas comerciales de la región.u El aumento del desempleo del 8,0 al 8,7 por ciento.u La consolidación del proceso de estabilización de precios.u La reducción de los déficit comerciales, tanto por el estancamiento del ingreso como por la depreciación de algunas monedas.En el capítulo Argentina se estima, en un contexto de caída de la demanda agregada y deflación (-1,7 por ciento), una contracción del producto del 3,5 por ciento para 1999 junto a una desocupación del 14 por ciento. La recesión influyó también en la recaudación tributaria con su consiguiente efecto sobre el déficit fiscal, que aumentó hasta superar el 2 por ciento del PBI; erigiéndose a fines de año en tema prioritario de la política económica.
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