Por J.N. y S.M. Hugo Anzorreguy llegó a la
Casa Rosada unos minutos antes de las diez y media de la mañana y fue rápidamente
conducido al despacho de Fernando de la Rúa. Los dos hombres, que mantienen una vieja
relación, conversaron durante dos horas. A pedido del Presidente, Anzorreguy trazó un
cuadro de situación de la SIDE. Un dirigente que tuvo acceso a la reunión aseguró que
no se mencionó el nombre de los posibles sucesores. Sin embargo, durante todo el día de
ayer circuló una versión: De la Rúa habría intentado persuadir a su amigo, el ex
banquero Fernando de Santibañes, para que encabezara un consejo que nuclearía a la SIDE,
la Secretaría de Seguridad y la de Lucha contra el Narcotráfico. Otro rumor indicó que
Santibañes podría hacerse cargo de la jefatura de los espías criollos.
Según relató a Página/12 un hombre de confianza de Anzorreguy, el encuentro estaba
agendado desde hace días, pero se terminó de concretar el miércoles por la noche,
cuando De la Rúa y el ex titular de la SIDE se cruzaron en una cena de carácter social.
Otra fuente consultada contradijo la especie: sostuvo que la cena existió, pero que fue
en el aristocrático Palacio Estrugamou, donde vive Anzorreguy, luego de un llamado
telefónico de De la Rúa. Un encuentro a solas.
La reunión de ayer a la mañana fue una larga y distendida conversación entre dos
personas que se conocen desde hace años: el ex jefe de la SIDE felicitó telefónicamente
a De la Rúa luego del triunfo de octubre y se interesó por su salud cuando el Presidente
fue afectado por un neumotórax. Además, Antonio de la Rúa es amigo del segundo hijo del
ex Señor 5.
Fernando de la Rúa y Anzorreguy hablaron de la situación de la SIDE. El jefe saliente de
los espías criollos puso especial énfasis en la relación de la casa con los
servicios secretos de varios países del exterior, especialmente de Estados Unidos, y de
la necesidad de mantener esos vínculos. Conversaron, también, sobre temas más
operativos: el presupuesto de la SIDE, el estado administrativo de la secretaría y los
casos más relevantes que están en marcha.
La situación política no estuvo ausente en la tertulia. Después de repasar las
condiciones en que estaba el país tras diez años de gobierno de Carlos Menem, se
detuvieron en la crítica situación de Corrientes. Anzorreguy trazó un cuadro de la
situación de la provincia y De la Rúa lo escuchó con atención.
Luego de que finalizara la reunión, comenzó a circular una versión que indicó que
Santibañes podría ser designado al frente de un hipotético Consejo Nacional de
Seguridad. El organismo tendría rango ministerial y estaría conformado por el jefe de la
SIDE, el secretario de Seguridad, Enrique Mathov, y el secretario de Lucha contra el
Narcotráfico, que aún no fue definido. Otra versión indicó que Santibañes, que ya
había asumido un rol en el gobierno como presidente del Consejo Asesor de la Presidencia,
podría convertirse directamente en el jefe de los espías.
Aunque el Presidente ya ha designado a casi todos los funcionarios de primera y segunda
línea del gobierno, la jefatura de SIDE aún permanece vacante. Sonaron varios
candidatos: el diputado Horacio Jaunarena, el dirigente porteño Oscar Torres Avalos y el
marino retirado Basilio Pertiné, que además es cuñado de De la Rúa. El último en ser
mencionado fue José María García Arecha. Hombre de la máxima confianza del Presidente,
el senador rechazó el ofrecimiento para hacerse cargo de la SIDE con el argumento de que
su futuro político se encuentra ligado a las candidaturas de la Capital Federal.
Cualquiera sea el destino final de Santibañes, un dato aparece como ineludible: el ex
banquero, al igual que García Arecha, es amigo personal de De la Rúa, quien parece
decidido a designar al frente de la SIDE a un hombre de su extrema confianza. Además,
Santibañes cuenta con un capital extra, que no son los 100 millones de dólares que
cobró por la venta de sus acciones del Banco de Crédito: es amigo de Enrique Nosiglia.
El Cotitiene viejas relaciones con la SIDE y las fuerzas de seguridad, que
sobrevivieron a su paso por el Ministerio del Interior, y aún no designó a ningún
dirigente de su confianza en cargos de relevancia del gabinete nacional.
La SIDE, mientras tanto, continúa acéfala. Aunque Jorge de la Rúa se hizo cargo
interinamente de las cuestiones más inmediatas, los equipos conformados por Anzorreguy
siguen en funciones. José Allevato, ex juez y mano de derecha del ex jefe de la SIDE, es
el encargado de la relación transitoria entre los espías locales y el secretario general
de la Presidencia.
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