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Por Nora Veiras Si están todas las garantías: si el Senado sanciona el presupuesto con la cláusula de los 660 millones de pesos, provenientes de Rentas Generales, destinado al pago del incentivo docente y el decreto reglamentario no trae sorpresas, el congreso del gremio sesionará el próximo miércoles 22. De lo contrario, lo pasaremos para el 27 cuando se cumplan los 1000 días del ayuno. La secretaria general de la Federación de Trabajadores de la Educación (Ctera), Marta Maffei, sintetizó así los pasos que separan al Congreso y al Ejecutivo de la posibilidad de que la Carpa Blanca se convierta en una postal del pasado. Esa fue la decisión del plenario de secretarios generales del gremio y el contenido de la conversación de Maffei con el ministro de Educación, Juan José Llach. Mientras el mate, el agua y las gaseosas se consumían a litros en medio del calor y la charla del plenario, Maffei recibió el primer llamado del día del ministro. Al mediodía, después de poner en funciones a los subsecretarios (ver aparte), Llach había destacado en conferencia de prensa que las negociaciones con el gremio estaban encaminadas. Hasta ahora, los docentes cobraron una cuota semestral de 360 pesos promedio, es decir que tienen una atrasada. ¿El año próximo van a cobrar, dos o tres cuotas? le preguntó Página/12. Se van a pagar dos cuotas semestrales en el 2000, porque se abonan por semestre vencido. En febrero se pagará la segunda cuota correspondiente a este año. Tenemos que definir con Maffei y Hugo Yasky (su adjunto), detalles de la implementación. El proyecto votado en Diputados garantiza los 660 millones para el 2000 y el 2001. Se prevé que después se negociará una nueva ley de coparticipación que incluya el financiamiento educativo. Pensamos que, por lo menos al término del primer mandato del Presidente (Fernando de la Rúa), se tendrá un sistema institucional y permanente para el sostenimiento de la educación se entusiasmó el funcionario. ¿Se mantendrán como piso 60 pesos mensuales de incentivo? Sí, se garantizan 60 pesos mensuales. Hay algunos pequeños detalles que ajustar. La cifra de 660 millones no es arbitraria sino que es exactamente el doble de lo que se repartió en el primer semestre. ¿Va a ir a la Carpa Blanca cuando se levante? lo azuzó una cronista. Me encantaría exclamó sonriente Llach, convertido en impensado protagonista de la posible solución al conflicto gremial que aguijoneó al menemismo desde el 2 de abril de 1997. El entusiasmo del Gobierno no se reflejaba con la misma intensidad en la sede de Ctera. En su charla telefónica, Maffei le pidió a Llach que se ocupara de allanar el camino de la votación en el Senado. Después de la molestia de la Cámara alta por el acuerdo que el Ejecutivo había atado en forma directa con los gobernadores sobre la reforma fiscal, el gremio teme que la discusión se trabe por alguna nimiedad y todo vuelva a empezar. Llach le dio garantías de que se pagará como mínimo un incentivo de 60 pesos mensuales y le comentó que se reunirá con el titular del Senado, José Genoud, para conjurar todo conflicto. No podemos hacer el congreso el 22 para discutir el levantamiento de la carpa si no está todo atado antes. A los políticos no les importa nada. ¿Imagínense si el ayuno hubiera sido por tiempo indeterminado? señaló el cordobés Walter Grahovac. Y... ahora seríamos los mártires de la Carpa Blanca completó Yasky. La desconfianza de los gremios se funda en las condiciones que podrá establecer Llach en la reglamentación de la aplicación del pago del incentivo. Temen que se filtre por ese medio el cambio de relaciones laborales. La Ley de Incentivo Salarial Docente contempla el funcionamiento de una comisión bicameral de seguimiento y en ese ámbito ya se decidió que los docentes no pueden ser rehenes de actitudes de las provincias. De lo contrario, si no hay reforma administrativa, los docentes no cobrarían; si no hay reforma de estatutos, los docentes nocobrarían. Esas no son responsabilidades nuestras sino de los gobiernos, dijo Maffei. Llach aseguró que le encantaría asistir al levantamiento de la carpa. ¿Ustedes qué opinan? les preguntó Página/12 a Maffei y Yasky y ambos se miraron desconcertados. La verdad, nunca no se me ocurrió pensar que estuviera interesado en ir. Es cierto que anoche (por anteanoche), cuando se trabó la discusión en Diputados, el ministro tuvo una actitud muy activa para solucionarlo. Pero, me parece que sería extraño que alguien que nunca estuvo presente, que nunca participó del compromiso social que implicó la carpa, participe ahora del levantamiento, pero es una cuestión de él. Otro de los participantes del plenario, más incrédulo sobre el futuro de las relaciones con el ex viceministro de Domingo Cavallo ironizó: Si alguna vez ponemos otra carpa, lo vamos a invitar a la inauguración. Después de un debut conflictivo, la decisión del gobierno aliancista de resolver el conflicto docente encauzó el diálogo entre el ministro y el gremio. Ayer, la Ctera le dejó a Llach Las Bases programáticas para el mejoramiento del sistema educativo. El compromiso de la Nación y las provincias para pagar los sueldos en tiempo y forma y la formación de una comisión multisectorial en el seno del Consejo Federal para discutir la formación docente, las condiciones laborales y de salud, la organización escolar, la carrera docente y la calidad educativa son los puntos centrales que aspiran a debatir una vez que se levante la protesta.
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