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“EL DIA DESPUES” Y “GENERALES.DOC”
SUMARON CASI 18 PUNTOS DE RATING
Un pasado que se vuelve presente

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Gerardo Romano, uno de los impulsores del boicot a la televisión.
La conducción del gremio está presionada desde distintos frentes.

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Buscaron la casa salvadora, pero no la encontraron.

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Tamburrini y Fernández lograron
escaparse de ahí.

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Bignone y Videla en su apogeo.
“No soy peligroso”, dice Bignone.


El programa de Magdalena Ruiz Guiñazú, que sumó 12 puntos por el 13, conmovió contando, quince años después del Juicio a las Juntas, la vidade algunos testigos. El de Azul retrató el hoy de algunos represores.


Por Esteban Pintos

t.gif (862 bytes)  Los documentales “El día después” y “Generales.doc”, emitidos en simultáneo por Canal 13 y Azul Televisión en una coincidencia poco afortunada para el interés de los teleespectadores -.el zapping o la grabación de uno de ellos pudo haber sido la solución más certera–, sirvieron para continuar un ejercicio necesario de memoria sobre la historia reciente de la Argentina. Algo que para la televisión argentina suele ser una asignatura pendiente, a dos décadas de consumados los hechos, con las excepciones del caso (otros programas por el estilo, ya emitidos con gran repercusión). La gente quiere saber de qué se trató o, si lo sabe, quiere ver y escuchar más de todo aquello porque todavía hoy aquello parece un cuento de terror. Es necesario y los millones de hombres y mujeres que sintonizaron ambos programas en la noche del miercoles así lo demuestran. El dato decisivo en este caso, emitido por la empresa IBOPE en su mediciones de rating, revela que “El día...” promedió 12 puntos -casi un millón y medio de personas sólo en Capital y GBA–, por encima del promedio del canal (8 puntos) e inclusive igualando a “Hola Susana” (12.3) y superando a “Gasoleros” (11.4). “.Doc” promedió 5.9 puntos, un número digno y acorde al promedio de su emisora (5.4) e incluso superior al supuestamente más atractivo paquete “chistes verdes + chicas pulposas” de su antecesor “Petardos” (5 puntos).Por cierto, y más allá de que todo gira en torno al daño irreparable que la dictadura militar más sangrienta de la historia argentina ocasionó en la sociedad civil, ambos trabajos de investigación periodística y entrevistas apuntaron sobre diferentes ejes temáticos. En uno, las víctimas. En el otro, los victimarios. Particularmente, “El día...” buceó en las pequeñas grandes historias de seis de los sobrevivientes de los centros clandestinos de detención, fue y volvió desde el juicio a las juntas de 1984, recuperando algunos testimonios posiblemente nunca antes difundidos .-se recuerda aquella prohibición de emisión conjunta de audio y sonido, impuesta sobre todo el material registrado en ese momento-. y ubicando a los protagonistas en el presente, cuando ya están lejos (¿lejos?) de aquel horror. Los testimonios de Susana Sastre, Claudio Tamburrini, Guillermo Fernández, María Verónica Lara, Osvaldo Acosta y Jacobo Timerman (en una entrevista grabada un día antes de su muerte) son elocuentes: con serenidad y no sin emoción recordaron lo que les pasó, en un ejercicio doloroso pero catártico. Tal como sucedió cuando les tocó ser testigos del juicio a las Juntas. Los aportes de Magdalena Ruiz Guiñazú, con un valor agregado simbólico al de su tarea de periodista por haber participado de la CONADEP, sirvieron para ordenar el relato y sus intervenciones fueron siempre sobrias pero sin perder cierto aire de espontaneidad.“.Doc” presentó tres entrevistas recientes con los generales Bignone, Nicolaides y Menéndez, complementadas por un riguroso trabajo de archivo visual .-su mayor mérito y no sólo en este programa sino en toda la serie-, y con los tres se propuso recorrer la misma historia, extendiéndose inclusive de la cuestión “guerra sucia” para llegar al otro capítulo nefasto de aquellos años, la guerra de Malvinas. Sin embargo, la presencia en cámaras de esta clase de personajes sirve para intentar pensar, una vez más -.con la entrevista de Mariano Grondona a Emilio Massera, como antecedente-., cuál es el límite ético y la decisión periodística de ofrecer un espacio de difusión a los personajes en cuestión. Declaraciones del tipo “no estoy arrepentido de nada”, “no soy peligroso”, “nuestras intenciones fueron sanas, equivocadas algunas pero nunca malintencionadas” y otras dejan en claro todo: es un gran error de interpretación, manipulado por los medios y hecho carne en la gente, debiéndosele en realidad un reconocimiento por sus servicios. En ese sentido, resulta complicado establecer cuál debe ser el rol del entrevistador, por ejemplo.En un momento, el periodista Rolando Graña, presentador del envío, inquirió a Bignone sobre la metodología “arrasatodo” de la represión. El último presidente militar del siglo en Argentina divagó sobre la cuestión y terminó mencionando la venta de granos argentinos a la por entonces Unión Soviética. Entonces Graña, ingenua o erróneamente, preguntó: “¿No se podía discriminar?”. Si los ejes temáticos fueron bien distintos aunque el tema central fue el mismo, la realización técnica también marcó dos estilos. “El día...” asumió un relato pulcro, ordenado, en que se permitió ciertas concesiones funcionales a su guión (algunas imágenes simbólicas, un estilo “realista” de encuadre en la visita de los ex detenidos a su campo de concentración, por ejemplo), utilizando música para acentuar el carácter sombrío de su contenido y dejando lugar a los silencios o los gestos de emoción de los protagonistas. La idea responde, en general, a ciertas leyes no escritas de realización documental periodística que, por ejemplo, pueden rastrearse a diario en señales de cable como Mundo Olé y People + Arts. “.Doc”, en cambio, es puro producto Cuatro Cabezas. El combativo grupo norteamericano Rage against the Machine cerrando cada bloque con su sonido estridente, una taquicárdica edición determinando los tiempos de los entrevistados y las imágenes de archivo ingresando velozmente tras los testimonios, con títulos que remiten a la estética que el director David Fincher impuso en películas como Pecados capitales y El club de la pelea, enmarcaron la realización, simétrica a la de cualquiera de los temas que trata el programa.

 

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