|
Escoltado por el secretario de Obras Públicas, Máximo Fioravanti, el de Transporte, Jorge Kogan, y el de Comunicaciones, Enoch Aguiar, el ministro de Infraestructura presentó ayer formalmente su equipo de colaboradores y precisó (o ratificó, según el caso) junto a ellos algunos puntos del programa que ejecutará esa cartera. Frente a las cámaras de televisión, el hombre de confianza de Fernando de la Rúa ratificó que no habrá aumento en el cospel de subterráneos hasta tanto Metrovías comience con las obras de ventilación en todas las líneas y la extensión de la E. Ambas están previstas en el contrato renegociado, pero una resolución del gobierno anterior flexibilizó ese requisito. Según la segunda versión contractual de Metrovías --en cuya redacción Gallo tuvo activa participación--, la empresa podría aumentar el valor del cospel de los actuales 60 a 70 centavos, a condición de que se hicieran aquellas obras. Respecto de la extensión de la línea E, una resolución firmada por el anterior secretario de Transporte, Armando Canosa, habría abierto las puertas para que aquel incremento pueda aplicarse "con la precalificación de los oferentes, al 31 de enero". El titular de Infraestructura ayer subrayó que el Gobierno se ajustará a las exigencias del contrato que él convalidó cuando fue subsecretario de Producción y Servicio de la Ciudad de Buenos Aires. "El aumento podrá cobrarse cuando comiencen las obras, y estimo que ello no ocurrirá antes de seis meses." La troupe de Infraestructura, integrada además por los subsecretarios del área, también se refirió a otros puntos clave, responsabilidad de la gestión recién iniciada: * Peajes. El ministro de Infraestructura reiteró su rechazo a las renegociaciones celebradas por el anterior gobierno y sostuvo que en el 2003, cuando expiren esos contratos, se convocará a nuevas licitaciones. Por ahora, los funcionarios de la cartera están "revisando" los planes de obra que fueron ejecutados por las empresas, con la intención de detectar incumplimientos. Esa sería la carta de negociación para enfrentar los reclamos de una deuda de alrededor de 200 millones de pesos que los concesionarios reclaman al Estado y que Fioravanti reconoció como "procedentes". El análisis de aquellas faltas podría servir también para negociar una rebaja tarifaria. * Aeroparque Jorge Newbery. El Gobierno sostiene su idea de convocar a un plebiscito para que los ciudadanos de Buenos Aires se expidan sobre la necesidad de conservar esta estación aérea. Como la capacidad operativa del Aeroparque está muy limitada, no se descarta su ampliación o la derivación de una parte de los vuelos a Ezeiza (tal como pretende el concesionario). * Viviendas. Gallo reiteró su intención de desarrollar un plan de "viviendas populares", con recursos del Fonavi y préstamos internacionales. Las provincias tendrán participación en el desarrollo de esos programas. El flamante interventor de Corrientes, Ramón Mestre, anunciará el lunes el anticipo de una serie de obras administradas por Vialidad Nacional y costeadas con recursos del Fonavi y del Plan Trabajar. * Trenes. Gallo y su equipo no revisarán la adjudicación directa del Ferrocarril Belgrano Cargas a la Unión Ferroviaria, aunque pusieron en duda que el Estado pueda pagar un subsidio anual de 50 millones al gremio que conduce el menemista José Pedraza. Esa subvención fue comprometida por la gestión anterior a través de un decreto. Las concesiones de trenes urbanos, renegociadas por el gobierno saliente, se están revisando, sobre la base de evaluar los nuevos planes de inversiones propuestos y su impacto en la tarifa. Habrá aumentos de boletos, pero después de que se inicien las obras pautadas.
|