|
|
|
|
|
|
|
|
|
 La
auditoría aplicada a la empresa después del gran apagón de enero detectó que a Edesur
le cuesta hacer bien las cuentas: en el pago a los 160 mil damnificados liquidó entre un
10 y 15 por ciento menos. Así lo aseguró a Página/12 el vicepresidente del Ente
Regulador de Electricidad, Alberto Devoto. Mientras la concesionaria prepara el descargo,
la Secretaría de Energía, dirigida por Daniel Montamat, instruyó al ENRE para que
prepare una normativa para penalizar las fallas de corta duración. El dato no es menor.
Esos cortes de media tensión de Edenor y Edesur, según expertos del gobierno porteño,
tuvieron un incremento fuerte en el último tiempo: en noviembre, entre las dos empresas
sumaron en la Capital 72 horas de oscuridad.La auditoría del ENRE comenzó en mayo. Expertos de la Universidad de La Plata fueron consultando a cada uno de los damnificados por el apagón del verano pasado. En el estudio contrastaron el tiempo de duración y los montos que Edesur se comprometió a pagar. "Se había establecido --dice Devoto-- un monto fijo más otro variable. El primer resultado, sobre usuarios que no son ni industriales ni comerciales, determinó que la empresa había liquidado entre 10 y 15 por ciento menos de lo que correspondía." Después de intentar conocer los resultados de esa auditoría, ahora en manos de la jueza María Romilda Servini de Cubría, la Defensoría porteña denunció ayer que "aun a nueve meses después del apagón, no tenemos un epílogo del informe". Con esa información en término, para el ombudsman adjunto Rafael Veljanovich "podría haberse previsto que situaciones similares volverían a ocurrir". La afirmación tiene un motivo: "Aún sin los papeles en mano --dice--, supimos que el aspecto técnico de la empresa resultó bastante mal". La crítica por la demora fue discutida por el ENRE. Devoto consideró más oportuno concluir con exhaustividad el informe antes que priorizar los tiempos pautados originalmente. De todos modos, negó que la consideración de aquellos resultados hubiese impedido los cortes de los últimos días. "El fenómeno de Azopardo --explica Devoto sobre el corte del verano-- fue resultado de un mal empalme y fallas que ahora se están peritando." El diagnóstico lo completa evaluando "operaciones mal hechas en instalaciones existentes: no hay falta de inversión --insiste-- sino errores humanos graves, que no deberían cometerse". Aunque desde el ENRE la hipótesis de la falta de inversiones parece descartarse, ése es uno de los puntos más criticados por la ciudad. El ingeniero Angel Bottarini, de la Secretaría de Obras Públicas, se encarga de la protesta: "Las concesionarias no tienen ni plan de inversión obligatorio ni control suficiente del ENRE". Para el funcionario "no hay inversiones suficientes en tiempo y monto, porque de acuerdo con el pliego, son las empresas las que tienen toda la potestad para evaluarlo". Mientras revisa largas listas de cortes de los últimos cuatro meses, Bottarini sintetiza las causas más recurrentes y concluye que "las empresas tienen que invertir en subestaciones y cables de alimentación de media tensión". Entre esos resquicios parecen producirse los trágicos cuellos de botella. Por ahora y luego de las sucesivas reuniones mantenidas con representantes de Edenor y Edesur, el ENRE está peritando el sistema de las compañías para determinar las fallas de los últimos días. Con el mandato de la Secretaría de Industria deberá ahora además ampliar la auditoría de inversiones y las fallas operativas.
|
