Por Fernando Almirón
Desde Corrientes
La
violencia no abandonó Corrientes. Ayer, casi un día después de la muerte de dos
jóvenes, producidas en oscuras circunstancias cuando la Gendarmería desalojó el puente
General Belgrano y que además dejó dieciséis heridos de bala, entre ellos nueve
gendarmes, una bomba de escaso poder estalló, al mediodía, en las manos del
diputado nacional justicialista correntino José Rodolfo Martínez Llanos, quien podría
llegar a perder el movimiento de sus dedos. Nadie se atribuyó el atentado, que se suma a
la oscuridad que rodea a la represión del viernes con su misterio de francotiradores,
armas de bajo calibre y acusaciones. Un comisario provincial, que prefirió mantener el
anonimato, sugirió a Página/12 que a pedido del algún político algunos efectivos
de mi fuerza pudieron haber repartido armas y unos pesitos entre los jóvenes de la
villa lindera a la boca del puente. Los dichos del policía abonan las sospechas del
gobierno nacional, que bucea entre la clase política correntina buscando responsables del
desastre del viernes.
Ayer, los piqueteros que mantuvieron cortada la Avenida 3 de Abril levantaron la última
barricada que quedaba en la ciudad. En la madrugada decidieron que era oportuno irse a
dormir y esperar a que el interventor designado, el cordobés Raúl Mestre, cumpla con su
promesa de poner al día los salarios que se le adeuda al sector público desde hace
meses. A sus espaldas dejaron una gran cruz improvisada con dos maderas sobre la que
pegaron un lúgubre crespón negro y estampas de la Virgen de Itatí. A pocos metros, dos
manchas de sangre fueron desapareciendo bajo el abrasador sol al que todavía le quedaría
tiempo para iluminar el entierro de los dos jóvenes muertos en la jornada del viernes por
las balas de las que nadie se hace responsable.La zona del tiroteo no fue acordonada, no
se vio a peritos ni a personal judicial trabajando en la búsqueda de indicios para
determinar de dónde partieron las balas que acabaron con las vidas del cartonero
Francisco Escobar, de 25 años, y de Mauro Ojeda, de 18 años. Y que dejaron decenas de
heridos entre gendarmes y manifestantes. Hay muchas especulaciones y pocas
certezas, le dijo a Página/12 un comisario de la policía provincial que prefiere
mantener su nombre en reserva. Yo no descarto que a pedido de algún político
algunos efectivos de mi fuerza hayan repartido armas y algunos pesos entre los chicos de
la Villa San Benito. Durante el entierro en el cementerio aledaño a dicha villa,
donde vivía Escobar, este cronista intentó conversar con un grupo de jóvenes de entre
16 y 21 años que habían acompañado el cortejo fúnebre. Con los que tenés que
hablar son con los que están allá atrás, y señalaron a otro grupo de similar
edad, de mirada menos ingenua. Nosotros no sabemos nada porque no estuvimos
allá, respondieron dos de los chicos nacidos y criados en la pobreza, que se les
nota. Tampoco dijeron haber escuchado nada sobre el tema. Algo sí es cierto, Escobar fue
abatido mientras estaba trabajando, juntando en las veredas lo desechado por otros, ni
siquiera participaba de la protesta. El mismo silencio y gesto de desconcierto se repitió
entre políticos y los grupos autoconvocados de la Plaza 25 de Mayo. Nadie dice saber qué
fue lo que pasó durante el amanecer del viernes. El gobernador interino Hugo Perié
sugirió que la respuesta debía ser buscada entre la Gendarmería, mientras que en el
gobierno central apuntaban sus sospechas sobre Martínez Llanos, el ex gobernador Raúl
Tato Romero Feris y los grupos de izquierda Patria Libre, Venceremos y Frente
de la Resistencia.También se habló del grupo Quebracho, pero esta agrupación es
inexistente en la provincia de Corrientes. La balas no tenía un único sentido,
salían de todos lados, y el tiroteo duro horas, narró a estediario un periodista
que presenció los episodios. Por lo pronto está comprobada la participación de
francotiradores durante la trágica madrugada del viernes en la bajada del puente
interprovincial. En un cartel metálico en el que figura pintado en tiza el menú de un
comedero al paso hay siete impactos de bala. Los disparos, realizados desde los techos de
un grupo de monoblocks de cinco pisos de altura a metros de la esquina de 3 de Abril y
Chaco, apuntaban claramente a los manifestantes desde las líneas controladas por la
Gendarmería. En el campo de los efectivos de seguridad se encontraron vainas servidas de
munición calibre 22 largo. Otras vainas, esa vez de mismo calibre, pero corto, y del 32,
fueron encontradas sobre las calles de la avenida en la que resistieron los manifestantes.
Yo vi a un gendarme disparar sobre uno de nuestros compañeros, y no eran balas de
goma, le aseguró a este diario la abogada Rosa Ruiz Díaz, integrante del
denominado Cabildo Abierto que agrupa a diversos gremios.Había que poner orden, y
también había quienes se oponían a ese orden e intentaron hacer valer su condición de
interlocutores válidos entre los sectores sociales y la intervención federal, pero
nosotros no participamos de esas maniobras, aseguró a Página/12 uno de los más
importantes dirigentes del Frente de la Resistencia. Ayer la violencia se trasladó al
domicilio de Martínez Llanos, el dirigente que controló desde las sombras el gobierno
interino que desalojó del poder al Partido Nuevo de Tato Romero Feris e instaló a Perié
en la Casa de Gobierno. El artefacto llegó en la caja de un correo privado, en su
interior un sobre con la inscripción confidencial contenía un casete de
audio en su respectivo estuche. Martínez Llanos intentó abrirlo y el casete estalló en
sus manos produciéndole graves heridas en ambas extremidades, brazos y cuello. Fue
operado en el Hospital Escuela de la ciudad donde intentaban salvarle dos dedos de una de
sus manos. En una inmediata conferencia de prensa organizada por Perié y su ministro de
Gobierno Pérez Rueda, el mandatario interino no dudo en acusar a Tato Romero Feris y a la
dirigencia del Partido Nuevo por el atentado. No es la primera vez que sucede este
tipo de actos de violencia; primero nos incendiaron los autos, después los locales y
ahora esto, se trata de gente que quiere detener el proceso pacificador que estamos
llevando a cabo en nuestra provincia, recopiló el gobernador.Perié también
recordó cuando Romero Feris le dijo a Página/12 que si era necesario tomar las
armas él estaba dispuesto a hacerlo, aunque el mandatario dijo no tener pruebas de
la participación del caudillo en los hechos del viernes. En Corrientes siguen los
tiroteos.
EL GOBIERNO INVESTIGA A LA DIRIGENCIA
POLITICA CORRENTINA
Los sospechosos locales de siempre |
El diputado peronista está en la mira del gobierno nacional.
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Por Sergio Moreno
El convencimiento del
Gobierno nacional de que los hechos de violencia producidos en Corrientes en la madrugada
del viernes fueron provocados se afianzó ayer, cuando peritos de Gendarmería encontraron
debajo del puente general Belgrano unos aparatos para interceptar comunicaciones que el
ministro del Interior, Federico Storani, describió como sofisticados equipos.
La investigación que solicitó el ministro pedido que ayer reforzó públicamente
el vicepresidente, Carlos Chacho Alvarez está dirigida, en parte, a desentrañar la
participación de algunas fuerzas políticas correntinas y de la policía provincial en el
apoyo logístico y hasta económico que habrían aportado siempre según la
hipótesis oficial- a los piqueteros y francotiradores que pudieron haber disparado contra
manifestantes y gendarmes. Y son dos los dirigentes que están bajo la lupa: el ex
gobernador y ex intendente Raúl Tato Romero Feris, jefe del Partido Nuevo y
actualmente detenido en una clínica, y el diputado nacional del PJ José Rodolfo
Martínez Llanos, quien ayer sufrió un atentado (ver aparte). En el gobierno están
persuadidos de que existieron infiltrados entre los piqueteros correntinos.
Storani sostuvo el viernes, en rueda de prensa, que las fuerzas de seguridad habían
detectado la presencia de militantes de Quebracho, Patria Libre y Venceremos. Pero, si
bien los servicios de inteligencia son propensos a perseguir a estos grupos de izquierda,
la preocupación central del Gobierno no está puesta exclusivamente en ellos.Veamos
cuáles son las hipótesis que maneja el gobierno aliancista, sostenida por la
información proporcionada por los servicios de inteligencia y seguridad:u Entre los
piqueteros y manifestantes que pedían por sus reivindicaciones había militantes de estas
tres agrupaciones de izquierda. Informes de inteligencia que obran en poder del Gobierno
sostienen que uno de los conductores de esos grupos mantuvo una serie de reuniones con
Martínez Llanos, algunas de ellas en el mismo puente general Belgrano. La especulación
es que el diputado del PJ habría dado sustento político y económico a este grupo.u
Existieron francotiradores ubicados en los edificios adyacentes al puente que dispararon
con revólveres y carabinas 22 contra los gendarmes y la multitud. La bala que mató al
joven Francisco Escobar tendría una trayectoria descendente, según los informes
oficiales. Testigos presenciales describieron que entre los primeros disparos se escuchó
un rifle a repetición y los gendarmes dicen que uno de los francotiradores estuvo
apostado en la estación de servicio Shell cercana a la cabeza del puente que está sobre
la avenida 3 de Abril. u La policía correntina habría entregado 50 revólveres calibre
22 y 32, con sus municiones, a algunos grupos de manifestantes. Storani había dicho que
la fuerza provincial se encontraba en estado de sedición y que contaba con un
guiño del ex gobernador interino Hugo Perié, cuyo referente político en el PJ
correntino es precisamente Martínez Llanos. Pero además, el gobierno sostiene que parte
de la policía aún mantiene fluidos lazos con Tato Romero Feris.u Ayer, la
Gendarmería descubrió al pie del puente dos equipos de escucha e intercepción de
comunicaciones. Uno estaba calibrado en la frecuencia modulada 107.9, la misma de la FM
Solidaridad desde donde se arengó a la gente a participar de la
movilización, dijo un alto funcionario a este diario. El otro equipo de escucha
estaba calibrado en una de las tres frecuencias que utiliza la Gendarmería para sus
comunicaciones internas. En el gobierno entienden que sólo alguien que contase con
recursos económicos y logísticos considerables podría haber proporcionado estos equipos
(que habrían sido encontrados dentro de dos casillas de madera). Estos informes fueron
llegando entre el viernes y ayer al escritorio del Presidente Fernando de la Rúa, de mano
de Storani del secretario de Seguridad, Enrique Mathov. El ministro del Interior estuvo
casi toda la mañana con el Presidente, que no abandonó la Casa Rosada hasta el
atardecer, escuchando las últimas reseñas que le entregaba Mathov.Por la mañana, en una
entrevista con Radio Del Plata, Chacho Alvarez se sumó al pedido de investigación que
Storani hizo el viernes sobre el accionar de la Gendarmería. Pero, además, el vice
mantuvo la sintonía con el resto del Gobierno y no descartó la participación de la
policía correntina en el aprovisionamiento de armas a los manifestantes. Yo creo
que la policía correntina disparó Chacho era un actor político más y creo
que trabajaban con (Tato) Romero Feris. |
OTRAS VOCES
Carlos
Chacho Alvarez (vicepresidente de la Nación):
Las autoridades competentes tendrán que hacer un trabajo, una investigación más
profunda de cómo actuó la Gendarmería en el conflicto. Hay una obligación de hacerlo,
saber qué pasó, sacar las conclusiones porque todavía hay informaciones confusas. Hay
que hacer una evaluación a fondo del comportamiento y la actuación de la Gendarmería,
que se vio obligada a actuar en parte por una cierta desidia de la policía provincial.
Actuaron formaciones políticas, generalmente reducidas, cuya estrategia es aparecer
liderando el conflicto social y revitalizándolo, que se mezclaron entre los que se
manifestaban en forma totalmente legítima.
Federico
Storani (ministro del Interior):
La situación en Corrientes está calma. La gente está haciendo su vida normal.
Hemos informado al Presidente que la situación está tranquila, aún dentro de los graves
sucesos que se produjeron ayer. Walter Ceballos ha llevado una buena noticia, porque
llegaron a la provincia dos aviones Hércules con medicamentos, dado que los hospitales
estaban desabastecidos. Ya ha comenzado la distribución, en una tarea concertada con la
colaboración de otros ministerios.
Graciela
Fernández Meijide (ministra de Desarrollo Social):
Tratamos de dar respuesta desde lo social antes de asumir, porque veíamos venir la
posibilidad (del estallido en la provincia). Hicimos un minigabinete ministerial de crisis
integrado por el Ministerio de Desarrollo Social, de Infraestructura y de Salud.
Trabajamos juntos y creo que es la primera vez que se hace así, racionalmente. Se ha
buscado que la intervención política no fuera sólo eso, sino también el subsidio
económico y la ayuda social.
Carlos Menem
(ex Presidente):
(Ramón) Mestre es un hombre de una capacidad innegable para poner las cosas en su
lugar. Durante mi administración hemos hecho esfuerzos muy grandes para evitar
enfrentamientos: intervenimos la provincia y la Nación siempre estuvo asistiendo dentro
de los compromisos contraídos con recursos, de acuerdo a los fondos de coparticipación y
de algunos Aportes del Tesoro Nacional (ATN). El 10 de diciembre entregamos el gobierno,
pero la provincia seguía en una situación un tanto difícil. Después, ya sabemos que en
determinado momento hubo tres gobernadores, uno suspendido y dos producto de las
decisiones que tomaron las autoridades parlamentarias, lo que desencadenó en esta
situación tan lamentable y dramática.
Inés
Pertiné de De la Rúa (primera dama):
(Fernando de la Rúa) no tiene previsto (viajar a Corrientes). En caso de ser
necesario, (Federico) Storani podría viajar hacia la provincia. |
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