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REPORTAJE A MARTHA PELLONI
"El pueblo está reventado y no se le puede pedir nada"

Desde que en Catamarca batalló por el esclarecimiento del crimen de María Soledad Morales, la monja Martha Pelloni se convirtió en un referente de la protesta social. Ahora en Corrientes espera que llegue la justicia.

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Por Nora Veiras
t.gif (862 bytes)  Martha Pelloni es una protagonista de la protesta social en Corrientes. Está "esperanzada" en que la intervención federal a esa provincia encauce el desborde de corrupción y ordene la economía para permitir, por lo menos, que "la gente calme el hambre". Repudia la represión que costó la vida de dos jóvenes el viernes último, pero descree de que sean "los grupos de extrema izquierda" los que hayan desatado la violencia en el puente. "Si Tato Romero Feris devolviera todo lo que se robó, en Corrientes sobraría la plata", dice, indignada, en diálogo con Página/12. La religiosa considera que el paro convocado para hoy por la CTA es una advertencia para impedir el retorno de los métodos de la represión. Está en Buenos Aires organizando, junto con el Ministerio de Acción Social, el envío de alimentos y medicamentos a la provincia.

--¿Usted cree que la llegada de Ramón Mestre como interventor es un principio de solución?

--Es un principio muy grande de solución, puesto que Corrientes no da más. Hay una carencia, un fracaso institucional-político evidente. La dirigencia política no existe, es calamitosa, una muestra de eso es la bomba a José Martínez Llano. Eso es un símbolo porque Corrientes es pacífico. Sabemos que Córdoba ha pasado por una situación caótica por el gobierno de Eduardo Angeloz y Mestre implantó un sistema de bonos que fue difícil, pero sirvió. El reajuste es necesario, poner límites. Tengo confianza. Creo, espero, que si De la Rúa lo ha elegido por lo menos va a tener honestidad en el manejo de los tres poderes. Es un respiro, una oxigenación para Corrientes. Confío en el gobierno de De la Rúa,

--¿Quién fue el responsable de la represión que terminó con dos muertos?

--No sé quién es responsable. No sé cómo fue la gestación de la orden, pero actuó la Gendarmería que no era Corrientes, era la regional que es "la pesada". Para mí estuvo flojo el gobierno nacional, no puedo hacerlo responsable único, pero sí permitirme la seguridad de decir, si no fue por comisión de él, tendría que haber exigido la desocupación de la Gendarmería; lo que tensionó es la permanencia de la Gendarmería en la ciudad. No creo en la culpabilidad de los grupos de extrema izquierda, porque, si bien existen, hemos compartido todo el año con ellos con el mismo objetivo. Nos hemos peleado por las estrategias petardistas de Patria Libre, por ejemplo, pero nunca hubo un tiro. Tendrían que haber destacado a la Gendarmería correntina y a la policía correntina que estaban de nuestro lado. En un momento que los enviaron hacia el puente, ellos nos dijeron: "Quédense tranquilos, venimos a cubrir, pero no a reprimir".

--Quizás por eso no los mandaron.

--Es evidente que la orden y la represión fue expresa, fue preparada, había que desocupar el puente, se podría haber esperado al diálogo el lunes con el interventor.

--Hay versiones de que la policía repartió armas entre la gente...

--No puedo evaluar eso, porque no conozco con certeza. La policía es un damnificado más, es una carpa más en la Plaza del Aguante. Pienso que las armas vinieron de otro lado.

--¿Cuál es su hipótesis?

--No creo que la policía correntina haya entregado armas.

--Se dice que por instigación de algún político.

--Eso puede ser y a lo mejor ligado a la bomba que recibió Martínez Llano. Hay que investigar. Yo no soy política, digo la verdad, lo que conozco, lo que he recibido de gente que ha estado en el puente. La gente de Gendarmería venía en lanchones desde el Chaco y apagaron las luces del primer transformador en el puente. Por otra parte, el comandante Chiappe se autoadjuicó haber conducido la represión.

--¿Entonces, para usted los tiros salieron de la Gendarmería?

--No tengo dudas, el correntino no fue. El pueblo se defiende con piedras, con objetos, con bolitas, con hondas, con palos, pero no con armas. Si es que se repartieron armas, hay que investigar. Esto es muy complejo, es producto de una saturación, de la ceguera de permanecer en el puente. Yo me retiré hace veinte días del puente, había gente enceguecida porque ya no tiene más que perder. Me hace acordar en otro sentido a Chiapas, el pobre no tiene nada que perder, por eso arremete.

--Se ha dicho muchas veces que se va a investigar, pero no pasa nada.

--En realidad, tengo dudas de que se investigue. Me llamó la atención que los medios nacionales salieran a repetir que la violencia fue por la intromisión de Quebracho, Patria Libre, que se les adjudica a ellos la represión que organizó una institución por una orden.

--El gobernador saliente Hugo Perié denunció que Tato Romero Feris recibió apoyo del ex secretario general de la Presidencia, Alberto Kohan, y que Corrientes fue una de las cajas para el proyecto reeleccionsita. ¿Usted qué opina?

--No conocemos los detalles. Sí sabíamos que Menem lo bancaba a Tato.

--¿Cómo analizan ustedes las declaraciones de Romero Feris desde la clínica donde está detenido?

--Es una vergüenza. Me gustó muchísimo que Mestre se escandalizara de que Tato estuviera detenido con un micrófono en la mano. El preso tiene que estar en la cárcel. El pueblo reclama que devuelva lo robado, con eso va a alcanzar y sobrar dinero en Corrientes. Tengo esperanzas en el gobierno nacional, creo en la seriedad que impone la metodología de achicar gastos de los funcionarios que están más arriba.

--Con el pago de los sueldos adeudados, ¿se encauza la situación?

--La plata va a calmar el hambre de la gente, va a calmar los ánimos, la gente necesita plata y quiere la condena de los políticos que han robado. No van a ceder en estos reclamos. Se adeuda mayo, junio, noviembre, diciembre, es decir cuatro meses y dos aguinaldos: el de diciembre del '98 y junio del '99.

 

--¿Qué opina sobre el paro convocado por la Central de Trabajadores Argentinos en repudio a la represión?

--Esa decisión surgió en un momento muy duro. Yo estuve ahí, surgió de la necesidad de decirle al gobierno "cuidado con volver a sistemas del pasado, refiriéndose a la represión". Por el temor a una represión violenta, surgida de gente de "la pesada" como la que actuó.

Nosotros hace tiempo que venimos preocupados por lo que podía pasar en Corrientes. El pueblo está reventado, no se le puede pedir al pueblo la solución. Esto tiene que servir como antecedente para otras provincias. No creo que el gobierno nacional quiera historias tan tristes de conflictos de este tipo.

--¿Cómo sobrevive la gente sin cobrar el sueldo?

--La solidaridad y hospitalidad del correntino son características. El correntino sabe vivir con 100 pesos, por eso claman el Plan Trabajar: con 100 o 200 pesos, los pobres pueden sobrevivir. La comida es mínima, torta frita y mate para la cena y el té y un guiso de fideos al mediodía. Con un peso por día la gente está viviendo. Usan un paquete de fideos... un poco de grasa. De ahí la desnutrición en el campo y en los barrios carenciados. Más triste todavía es el panorama de la salud: los hospitales no tienen para atender, están clausurados o atienden sólo las emergencias. En el Foro Solidario, ya carecemos de medicamentos. Una de las cosas que le pedí a Graciela (Fernández Meijide, ministra de Acción Social), además de alimentos, es medicamentos. Hay mucha tuberculosis, desnutrición, parasitosis, y no hablemos de la odontología. La gente sufre de presión alta por el tipo de alimentación y a eso se le suma la sequía. Recién ahora llovió, pero mucha cosecha se perdió y la producción del campo no vale nada.

 

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