OPINION
El primero y el último
Por Alfredo Greco y Bavio |
El
imperio portugués fue el primero en establecerse, y el último en descolonizarse. La
causas de esta longevidad han de buscarse en la forma especial que adoptó la codicia
portuguesa, y que ha dejado consecuencias perennes en todos los territorios que abandonó.
No en vano el mismo año que culmina con la entrega de Macao presenció una sangrienta
intervención internacional liderada por Australia para rescatar a la ex colonia
portuguesa de Timor Oriental de los paramilitares proindonesios que no reconocían un
referéndum en el que los timorenses habían votado por la independencia. La paradoja era
que toda la modernización de Timor había ocurrido (junto con el genocidio de un cuarto
de su población) en los 25 años de dominio de Indonesia, y no en los cuatro siglos de
colonización portuguesa. Y cuando Macao, a la hora cero de hoy, pasó a manos chinas, su
principal fuente de ingresos y de trabajo son las apuestas en casinos y carreras. La
comparación con la vecina Hong Kong es injusta, pero inevitable: ¿cuántas veces leímos
Made in Macao? A partir del siglo XV, con las carabelas y los galeones, los portugueses
fueron los primeros europeos en arriesgarse con éxito en el Atlántico y después el
Indico. Tenían las embarcaciones con mayor superficie de velas, que les permitían
avanzar en zigzag, contra el viento. Y también las mejor armadas. La cartografía, que
había nacido italiana, se convirtió en una ciencia portuguesa. Publicaron los primeros
atlas. Pero, en realidad, nunca fueron mucho más lejos que esto. El historiador francés
Ferdinand Braudel escribió que los portugueses prefirieron siempre "las certidumbres
científicas a las quimeras", y que por eso perdieron América (en manos españolas,
después que Lisboa rechazara a Cristóbal Colón). "Cuando descubrieron Brasil
--concluye Braudel--, era demasiado tarde." También prefirieron el establecimiento
de factorías comerciales en las costas, antes que reinos de Indias como la corona
castellana. Así fundaron el primer imperio, que, descontada la independencia de Brasil en
el siglo XIX, duraría casi incólume hasta una descolonización tardía gatillada por la
Revolución de los Claveles. El movimiento de las fuerzas armadas de abril de 1974 puso
fin en Portugal a medio siglo de dictadura de Salazar, y sucesivamente ganaron la
independencia Guinea-Bissau, Cabo Verde, Mozambique, Santo Tomé-Príncipe, y Angola. Eran
--descontando sus riquezas naturales-- los países más pobres de la tierra. Hoy China
recuperó Macao, con lo que desapareció la última presencia europea en Asia. Y el primer
imperio colonial quedó reducido a una parte, menor, de la Unión Europea. |
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