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La seguidilla de cortes mete más miedo que el propio efecto 2000

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El gobierno porteño se reunió con las empresas de servicios para diseñar el plan de contingencia por el Y2K. Pero la preocupación mayor fueron los apagones cotidianos.


t.gif (862 bytes)  Las empresas de servicios públicos expusieron ayer sus planes de contingencia para actuar ante una eventual falla informática en la medianoche de Año Nuevo, en una reunión presidida por el jefe de Gobierno porteño, Enrique Olivera. El operativo, coordinado por Defensa Civil, parece estar ajustado a una posible emergencia. Pero el jefe de Gobierno se mostró por demás preocupado, no ya por el efecto Y2K, sino por los casi cotidianos cortes de energía en el área metropolitana, donde "en los últimos 50 días se produjeron 80 cortes". "Es realmente preocupante el diseño técnico de las privatizaciones en el área eléctrica", insistió Olivera.

El jefe de Gobierno presidió la reunión del Centro de Operaciones de Emergencia (COE), que se realiza todos los lunes en la sede de Defensa Civil. Allí estaban representantes de la Policía Federal, Bomberos, Prefectura y el SAME, y las empresas Edesur, Edenor, Telefónica, Telecom, Metrogas, Aguas Argentinas y Transener, y del Ente Nacional Regulador de la Electricidad (ENRE).

Además de pasar revista a los planes de contingencia de las compañías de servicios públicos privatizados para enfrentar eventuales cortes de energía por el denominado efecto 2000, Olivera pidió informes a los funcionarios del ENRE y a los directivos de las distribuidoras eléctricas "porque es preocupante la seguidilla de cortes de suministro en la energía que se están registrando en la ciudad en el último tiempo". En ese sentido, informó que "en los últimos 50 días se produjeron 80 cortes de luz". "Por eso --continuó--, queremos que el ENRE informe qué hizo en estos siete años para prevenir esta situación".

El eje del encuentro derivó entonces hacia el problema eléctrico cotidiano. Las empresas dieron explicaciones, pero Olivera no quedó conforme: "Si hay problemas técnicos, deben ser prevenidos", dijo. Y reclamó "acciones eficaces para que la gente de Buenos Aires no tenga que sufrir más cortes de luz".

El funcionario también criticó la falta de sanciones para los cortes breves: hizo hincapié en "los inconvenientes que ocasiona un corte de quince minutos en una ciudad, especialmente cuando ocurre en las horas pico". Al respecto, el ente regulador acordó con la Secretaría de Energía de la Nación la preparación de "una norma que penalice los cortes de escasa duración", hasta ahora no contemplados entre las sanciones.

En cuanto a la noche del 31, Víctor Capilouto, titular de Defensa Civil porteña, explicó a Página/12 que todas las baterías están apuntadas a una posible falla en el sistema eléctrico. "Cualquier sistema se puede caer, pero el eléctrico es el que más preocupa por el efecto dominó que provoca sobre los demás servicios". En efecto, un corte de energía no sólo puede dejar a la ciudad sin semáforos ni ascensores, sino sin comunicaciones ni agua potable.

Voceros de Edesur aseguraron a este diario también que todas las previsiones ya fueron aceitadas y puestas a prueba en un simulacro. Fernando Lavore, de Edenor, precisó que "habrá un refuerzo de las guardias el 31 y el 1º, especialmente en las áreas técnica, informática y de comunicaciones". "Pensamos que no va a ocurrir nada, pero estamos preparados para lo peor", agregó. Y aseguró que en el peor de los casos, de ocurrir un corte generalizado no se prolongará por más de seis horas. Para ese caso, Defensa Civil prevé cargar tanques cisterna en la Planta Potabilizadora de Aguas Argentinas, para distribuir el fluido en distintos puntos de la ciudad, informó Capilouto. Las guardias también estarán reforzadas en las 53 comisarías, en el SAME y en el cuerpo de bomberos.

 

Una red por las dudas

La Secretaría de Energía de la Nación dispuso la creación de un grupo de trabajo para evaluar la posibilidad de realizar un sistema de abastecimiento alternativo en el área metropolitana. El nuevo esquema consistiría en un doble circuito, que permitiría la alimentación automática de una zona que sufra un corte importante, y que pertenezca a una de las empresas distribuidoras, con energía proveniente de la red de la otra compañía.

El grupo de trabajo, integrado por técnicos de la secretaría, del ENRE y de las empresas Edesur y Edenor, deberá estudiar las inversiones necesarias y el plazo de realización de las obras. Voceros de las compañías distribuidoras consultados por Página/12 explicaron que "la idea puede resolverse con la conformación de un anillo de 220 kilovoltios, que rodee toda el área metropolitana e interconecte las áreas abastecidas por las dos empresas. "Si hay problemas en una zona, se podría transferir energía desde la otra y garantizar el suministro normal, algo que hoy no se puede hacer", agregó la fuente.

Según los voceros, "nadie en el sector eléctrico puede estar en desacuerdo con esta propuesta, porque le da mayor confiabilidad a todo el sistema". El problema, agregó, será "quién se hará cargo de la inversión necesaria: las distribuidoras o las transportadoras de energía".

La coordinación del grupo de trabajo estará a cargo del virtual subsecretario de Energía Eléctrica, Horacio Quaini. El grupo deberá evaluar su factibilidad económica y también el posible plazo de ejecución de los trabajos.

 

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