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CIRO FOGLIATTA, DE LOS GATOS A ANDRES CALAMARO
"El rock está preso del éxito fácil y la estética importada"

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Fue el tecladista de Los Gatos y responsable de aquel mítico órgano de "La balsa". Hoy forma parte de la banda de Andrés Calamaro y lidera su propio grupo de blues, un nuevo capítulo en su extensa trayectoria aquí.


Por Cristian Vitale
t.gif (862 bytes)  En la Argentina, el oscurantismo cultural del segundo lustro de los '70 provocó gran cantidad de exilios. Algunos obligados y otros elegidos. Este último fue el caso de Ciro Fogliatta, el tecladista que inmortalizó al órgano Farfisa en "La balsa", de Los Gatos, y luego integró Sacramento, Espíritu, Polifemo y Los Desconocidos de Siempre. Hoy, Ciro continúa radicado en Madrid, donde vive desde 1979. Allí pasó por varias experiencias: tocó con Moris y Botafogo, de acá. Y Rubi y Los Casinos, Mermelada, Los Secretos y Los Elegantes, de allá, hasta llegar al fin del milenio vinculado con dos tareas. Hoy es una estrella de la banda de Andrés Calamaro y, con grupo propio, recrea un repertorio de blues que acaba de editar en el álbum West End Blues, que Litto Nebbia le ofreció grabar para su sello. De visita en la Argentina para los shows de Honestidad brutal, Ciro habló largamente con Página/12.

--¿Qué causas lo llevaron a radicarse durante tanto tiempo en Madrid?

--La asfixia social que se vivía en la Argentina cuando me fui continuó durante varios años, así que casi no pensé en volver. En España tuve la oportunidad de vivir en una sociedad libre y sentirme relativamente feliz. Me desconecté del ambiente argentino y pasé a integrar el mundo de la música underground durante la "movida" madrileña de los '80, cumpliendo así uno de mis objetivos: trabajar como músico. Además, nunca se me ofreció un trabajo como para retomar mi carrera en la Argentina.

--¿Cómo se vive el rock en España?

--Durante los últimos 12 años me dediqué al piano bar y a actuaciones con mi banda de blues, Hot Dogs, sin tener contacto continuado con los grupos de rock. Por eso mi visión es parcial. Creo que está profesionalizado y estancado, sobre todo artísticamente. Hay algunas confusiones, ya que músicos y artistas que no provienen del rock ayudan a enturbiar el panorama. El rock en España, como en la Argentina, está preso del éxito fácil y de la estética extranjera. Como prueba, algo curioso: el primer número de la edición española de una revista con tradición de rock como Rolling Stone le dio la tapa a Alejandro Sanz.

--¿Siguen aprendiendo los españoles de los argentinos en materia de rock, o esa "enseñanza" se trata sólo de un mito?

--La transmisión de información del rock argentino al español es y fue real. Pero no se realizó con la intensidad que imaginamos. Por otra parte, es verdad que Moris marcó un camino a seguir y que Aquelarre enseñó el funcionamiento de una banda. Habría que destacar a Alejo Stivel y Ariel Rot, fundadores de Tequila y del rock de los '80 en España. Los músicos españoles escucharon y contemporizaron con los argentinos, aunque creo que en las letras de las canciones influyó muy poco. Parafraseando a Calamaro, diría que el principal aporte del rock argentino al español fue la seriedad plasmada en la música y en la filosofía de grupo.

--¿Que puede decir acerca de West End Blues?

--Fue la gran oportunidad que me dio Litto Nebbia para grabar un disco de blues. Se grabó en tres días y se mezcló en otros dos. Se hizo con mucho cariño y es una muestra de mi potencial como artista de rhythm & blues. La grabación se realizó casi sin playbacks, tal como graban los artistas negros americanos, y todos quedamos contentos.

--El tema "Outside of that" reunió a Los Gatos. ¿Esta situación podría ser presagio de una posible reunión?

--Sí, aunque no hay planes en firme. Ya tuvimos una oferta empresarial para unirnos y no la aceptamos. El único objetivo sería el artístico, y renovar la amistad tanto entre nosotros como con el público.

--¿Por qué West End Blues está cantado en inglés?

--Por una razón de estética y de sonido. Yo canto blues en inglés desde siempre y tengo mi sonido y mi estilo. Las canciones que integran este disco son impensables en español, al menos para mí. No conozco un estilo de blues en castellano. Conozco músicos argentinos con buenas canciones de blues en castellano, respetuosas con el estilo clásico, pero nada más.

--¿Que pierde el blues cuando lo cantan en castellano?

--El alma, la visión de su origen social y geográfico, su destino. El blues no sólo se canta en inglés sino que utiliza un vocabulario limitado. Los grandes compositores no usan cualquier palabra, utilizan las que suenan bien, las que ayudan a la melodía y al cantante a destacarse. En el blues hay un gran respeto por la melodía. Las letras se adaptan a un canon melódico muy importante para otorgar belleza a ese género musical tan simple y maravilloso. Pero los argentinos que se animaron a cantar blues en castellano contribuyeron a que mucha gente se aficione a esta música.

--¿Qué recuerdos tiene de Sacramento?

--De Sacramento tengo el mejor y el peor de los recuerdos. El mejor porque fue un grupo hijo mío, al igual que Wild Cats, Los Gatos Salvajes y Los Gatos. Lo armamos con Alfredo Toth, luego de mi vuelta de Europa, en el '72. Nos dieron amplia libertad en RCA y en poco tiempo, junto a Ricardo Jelicié y "Corre" López, grabamos un álbum recientemente reeditado en CD. Luego incorporamos al "Bocón" Frascino, uno de los eslabones perdidos del rock argentino, y con él grabamos un segundo álbum que no llegó a salir y que se perdió. Ese incidente es uno de los malos recuerdos de Sacramento, junto a la incomprensible y total indiferencia de la prensa de entonces.

--¿Por qué no trascendieron como otros grupos de la época?

--Quizás por las apariciones de artistas de marcado estilo argentino como Sui Generis, Arco Iris y Pastoral, que eclipsaron una experiencia un poco adelantada a su época como Sacramento. Spinetta había formado Pescado Rabioso, un gran grupo de rhythm & blues, estilo que con Toth y Pappo habíamos recorrido dos años antes. A Sacramento le faltó tiempo para desarrollar un estilo.

--¿Cómo fue la experiencia con Nito Mestre y Los Desconocidos de Siempre?

--A pesar de que en esa época vivía aislado por mi manera de ser y por la dictadura, puedo decir que fuimos buenos compañeros. Recuerdo a un fenómeno como el Mono Fontana, otro de los grandes talentos argentinos. A Rodolfo Gorosito, con quien solía verme seguido. A Alfredito, compañero musical desde siempre. A María Rosa Yorio, una voz y una mujer para enamorarse.

--Usted también fue integrante de Espíritu y Polifemo...

--La experiencia con Espíritu fue la más atípica, porque yo no estaba muy preparado para el rock sinfónico. Espíritu fue un reto y lo asumí con todas las consecuencias. Habían grabado un gran álbum, Crisálida, con un gran tecladista, Gustavo Fedel. Y no fue nada fácil para mí usar por primera vez un Moog. Lo de Polifemo fue diferente. Creo que el grupo tenía un estilo definido como trío. Cuando entré yo, se volatilizó en demasiados arreglos y creo que su música se transformó en algo pretencioso. De cualquier manera, respondía a las costumbres de los '70. Fue una lástima que el grupo se desarmara, ya que iba camino de ser número uno.

--¿Cuál es su caracterización de los '70? ¿Una etapa "superada"?

--Entre la dictadura y el rock local en retroceso, los setenta en la Argentina fueron pobres. Los músicos escuchábamos demasiado sinfónico y jazz rock. Había poca visceralidad y nada de frivolidad. Y mucha seriedad impuesta por los militares, que nunca deberían haber intervenido en la cultura. Mientras las clases altas tomaban cocaína, las cárceles y los juzgados se llenaban de chicos con procesos por fumar marihuana o poseer una semilla: una vergüenza. En todo caso, y teniendo en cuenta este panorama, los '70 en la Argentina son una etapa superada. Eso espero.

--Su primer álbum, Música para el amor joven, tenía muchos covers instrumentales. ¿Le sigue atrayendo esa idea?

--La palabra "cover" está muy mal utilizada. Se empezó a usar en los '60 para los grupos de boliche, que copiaban exactamente las canciones en inglés. En el blues es imposible hacer covers, por lo menos para mí. Yo hago versiones personales. "West End Blues" nunca lo había escuchado cantado antes de grabarlo. "Outside of that", "Highway 61 Blues" y "Willie Mae" son canciones que grabé sin escucharlas. Las saqué de las partituras. ¿Cómo se podría hacer un cover de B.B. King o de Memphis Slim? ¿Cómo se puede copiar un blues que cantó y tocó otro artista? Es imposible. Me gustaría que compararan las versiones de mis discos de blues con los originales y así, de una vez, se descarta esa palabra que no tiene nada que ver con lo artístico. Es como decir de un gigante como Jerry Lee Lewis, que generalmente no canta canciones propias, que hace covers.

--¿Volvería a vivir en la Argentina?

--Sí, porque aquí vive toda mi familia y tengo muchos amigos. Además, por las cosas lindas y positivas de nuestra idiosincrasia, eso del famoso culto a la amistad del que hablaba Borges. También lo haría si pudiera llevar a cabo una labor didáctica, si fuera o me sintiera útil para el país y si me enamorara de una argentina y fuera correspondido.

 

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