Por Martín Pérez
Allá por
1997, en el año de la reunificación de Hong Kong con China, Wong Kar-Wai decidió viajar
a filmar lo más lejos posible de su tierra. Ese lugar resultó ser la Argentina, la
película llevó por nombre Happy Together y gracias a ella ganó el premio al mejor
director en Cannes. En ella, cuando sus protagonistas recuerdan su ciudad natal, sus
edificios y autopistas aparecen patas arriba en la imagen, recordando que Hong Kong está
del otro lado del globo con respecto a Buenos Aires. Esta noche, mientras en las
antípodas Wong Kar-Wai seguramente estará rodando su film de ciencia ficción 2046, los
espectadores que no hayan accedido a las ediciones locales en video de sus dos films clave
podrán verlos gracias al cable. Al programar consecutivamente Chunking Express (a las 22,
repite mañana a las 3) y La Caída de los Angeles (a las 23.45, repite mañana a las
4.45), la señal Cineplaneta (canal 34, Cablevisión) permitirá apreciar aquel caótico
mundo urbano y tan dado vuelta, pero al derecho y en toda su vertiginosa decadencia y
esplendor. Nacido en Shanghai en 1958, Wong Kar-Wai es uno de los
directores más innovadores e imitados del cine más artístico de Hong Kong, la ciudad en
la que su familia se instaló cuando cumplió los cinco años de edad. "Las cosas no
fueron tan fáciles", declaró en una entrevista con la revista
francesa Positif. "Yo era el más joven de tres hermanos, así que mi madre me llevó
con ella cuando se mudó con mi padre a Hong Kong. Su plan era regresar a Shanghai para
buscar a mis hermanos, pero al mes de haber llegado a Hong Kong comenzó la Revolución
Cultural China y las fronteras se cerraron firmemente. Así que ella nunca pudo ir a
buscarlos". Estudiante de diseño gráfico en el Politécnico de Hong Kong y
apasionado por la fotografía, Wong comenzó los ochenta trabajando para la televisión.
Al promediar los ochenta ya era uno de los guionistas más prolíficos de la pujante
industria cinematográfica de Hong Kong, escribiendo guiones para comedias, policiales,
films de artes marciales e incluso películas porno. "Trabajé siete años como
guionista, durante los que debo de haber participado en la escritura de unos cincuenta
guiones", calculó Wong, que comenzó su carrera como director con As Tears Go By
(1988), un film deudor de Calles Salvajes de Martin Scorsese. "El film era la segunda
parte de una trilogía sobre la vida de un gangster", explicó. "La primera
parte llevaba por nombre Hero of a Day y aún no fue filmada, mientras que la tercera
parte es Final Victory, un film dirigido por Patrick Tam, con guión mío".
Aun cuando estuvo lejos de ser un éxito de taquilla, As Tears Go By
fue nominada a nueve premios de la Academia de Hong Kong, algo
inusual para un film debut. Eso le permitió a Wong contratar estrellas locales para su
segundo largo, Days of Being Wild (1991), al que le siguió un film de artes marciales con
aliento clásico, Ashes of time (1994). Los dos años de trabajo que demandó este
ambicioso proyecto tuvieron un alto a mediados del '94, cuando ciertos problemas de
posproducción demandaron una espera de dos meses que Wong decidió utilizar para rodar un
film cámara en mano, con aire de documental, llamado Chunking Express (1994).
"Después de la pesadez de Ashes of time, quise filmar una película liviana y
contemporánea", explicó Wong, que hizo uso de un par de historias unitarias para
construir un film urbano en el que Hong Kong es el principal protagonista. Con decidida
influencia de Jean-Luc Godard, Chungking Express es la primera obra maestra de Wong
Kar-Wai, una película de amores locos, y principalmente de amor al cine y la posibilidad
de filmar historias imposibles.
Si en Chungking Express --título armado con los nombres de las dos
locaciones de Hong Kong donde suceden las historias: el edificio Chungking y un barrio
llamado Midnight Express-- las historias de amor son consecutivas, en La Caída de los
Angeles (1995) los relatos de amores imposibles se cruzan en la noche de Hong Kong. Al
mismo tiempo, los dos films se apoyan también en una misma estética, que ha pasado a ser
la firma de su director: cámara al hombro, montaje rápido y una banda de sonido con un
muy buen gusto para la música pop de todas latitudes y todas las épocas. No en vano
luego de estos dos films a Wong Kar-Wai comenzó a identificárselo como "el Godard
de la generación MTV".
Luego de lidiar con innumerables problemas en Buenos Aires para poder filmar Happy
Together --durante su paso por Cannes en el '97 explicó que se le hizo difícil porque
coincidió con el de Evita y Siete años en el Tibet, y porque al equipo de filmación le
costó adaptarse a sus jornadas de trabajo de 18 horas por día y siete días de rodaje
por semana--, Wong Kar-Wai pospuso el anunciado Summer in Beijing, film que debió rodarse
en China pero no logró sortear la burocracia. En su reemplazo, se ocupó en 1999 de
Flowers like years, un film ambientado en los años sesenta y protagonizado por Tony Leung
y Maggie Cheung. Su proyecto más reciente es 2046, un thriller futurista cuyo título
responde al slogan "50 años sin cambios", con el que China recibió a Hong
Kong. La prensa de la ex colonia británica ha barajado hasta ahora (sin confirmar) los
nombres de Brad Pitt y la islandesa Bjork.
|