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 ”La
mayoría de las provincias tienen excesivo personal administrativo y al mismo tiempo
ineficiencias en la gestión”, afirma el documento del Banco Mundial. “Porque
tradicionalmente el sistema educativo ha sido una fuente primordial de empleo público en
las provincias en las que el desempleo ha sido un problema social importante, así como
también porque la administración no fue reformada”, explica. Así, se destaca el
caso de La Rioja, en la que el personal administrativo representa el 30 por ciento del
plantel del sector. En el resto de las provincias supera entre el 15 y el 20 por ciento.
“Una primera consecuencia del excesivo personal administrativo es una carga salarial
que limita la capacidad para invertir en calidad”, se dice, anticipando que el Banco
presionará por un fuerte ajuste en esta franja de empleados públicos.El informe también menciona que el Presupuesto destinado a educación “varía significativamente entre provincias, desde el 17 por ciento en Formosa al 30 por ciento en Santa Fe, Mendoza, Buenos Aires y Santiago del Estero”. “En general, las provincias con más bajo PBI per cápita o mayores porcentajes de grupos de población desfavorecida tienen menores niveles de gasto por adulto”, sostiene el estudio. Curiosamente, aunque esto realimente el círculo vicioso de la pobreza y pueda ser atribuido a la propia descentralización educativa que promovió Domingo Cavallo allá por 1992, con el aval de Washington, el Banco Mundial no dice nada acerca de cómo resolver el problema. Más aún, como es de esperarse, las tasas de repetición de grado también varían con el nivel socioeconómico provincial: del 2,7 por ciento en la Capital Federal al 13 por ciento en Santiago del Estero. El gasto promedio en todo el país por estudiante de primaria es de 808 pesos anuales, mientras que en provincias como Corrientes, Salta o Santiago no supera los 675 pesos.
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