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Por Cledis Candelaresi Poco antes de brindar con champagne por la Navidad en el comedor del Congreso, alrededor de las 15, los senadores justicialistas acordaron ayer su estrategia sobre la sesión especial del martes, convocada por oficialistas y opositores. El PJ irá al recinto con la intención de aprobar el Presupuesto del 2000 primero y la reforma tributaria después, aunque sólo en general. Para su tratamiento en particular, comenzó a alistar un borrador de dictamen con la idea de introducirle cambios. La Alianza, en tanto, buscaba resquicios del reglamento de la Cámara para invalidar los posibles retoques. Sin embargo, aquel amague de la oposición para modificar la propuesta fiscal podría transformarse sólo en una broma del Día de los Inocentes. No fue muy sencillo el acuerdo en la bancada justicialista, que es mayoritaria y, por lo tanto, tiene preeminencia a la hora de decidir si un proyecto se trata sobre tablas o no. Los críticos más duros del paquete conviven con otros más proclives a aprobar todo como está sin esforzarse por hacer cambios que, luego, Diputados podría invalidar el mismo día. En esta cámara, es la Alianza la que tiene mayoría y podría insistir con la versión original.El justicialista pampeano Enrique Martínez Almudévar fue de los más contemporizadores y propuso no alterar el contenido de la reforma tributaria. Jorge Yoma, quien faltó al cónclave de la bancada porque el mismo miércoles a la noche partió rumbo a La Rioja, tiene la misma posición que confesó públicamente el gobernador cordobés José Manuel de la Sota: no le gusta el paquete pero cree posible aprobarlo sin cambios. Eduardo Menem sostuvo un criterio semejante, pero resolvió no romper la unidad del bloque. Si la mayoría dice que no, yo me atengo a lo que diga la mayoría, prometió durante la reunión del mediodía.La sesión del miércoles naufragó por el empecinamiento del PJ de aprobar sólo el Presupuesto, difiriendo el paquete impositivo para la semana próxima, con el argumento de que debían estudiarla a fondo. La Alianza tampoco quiso transigir con su planteo de sancionar esos proyectos en el orden opuesto: No podemos aprobar un presupuesto si no están garantizados los recursos para financiarlo, se cansaron de advertir los oficialistas.Unos y otros convocaron a una sesión especial para el próximo martes. La Alianza para tratar el paquete impositivo y el Presupuesto. El PJ para debatir sólo Presupuesto aunque, finalmente, se avino a tratar los dos.Con el retraso del debate, los senadores justicialistas juegan a desgastar al Gobierno, forzándolo a justificar un impuestazo con aristas impopulares o contrarias a las economías regionales. Que ellos les expliquen a los correntinos de Goya por qué va a cerrar la fábrica de cigarrillos (el proyecto de ley sube uno de los gravámenes sobre los puchos), o a los tucumanos que se perjudica la producción de jugo (Internos sobre estas bebidas), desafiaba ayer ante Página/12 el senador Osvaldo Sala.Pero los opositores no quieren correr el riesgo de aparecer como los culpables de que el Presupuesto tenga un déficit aún mayor. Por eso irán al recinto con un proyecto de dictamen que prevé disminuir la presión sobre algunos tributos (básicamente Internos) y subirla sobre otros (IVA y Ganancias). Para que sea un texto técnicamente sólido, reclamaron auxilio a varios tributaristas y el lunes tendrían los cálculos pulidos.Si ese trabajo expresa verdaderamente la intención de introducir cambios en la propuesta o si es sólo una demostración de fuerza, se sabrá el martes, cuando se intente votar los dos proyectos. Para tratar Presupuesto alcanza con un quórum simple. Pero para comenzar el debate de la tributaria, que aún no tiene dictamen, es necesario el respaldo de los dos tercios de la Cámara y, por lo tanto, el apoyo del PJ resulta imprescindible.Por si el justicialismo persistiera en su intención de reformular el paquete, la Alianza buscaba ayer cómo bloquearle el camino por la víareglamentaria. Una de las especulaciones oficialista se orientaba hacia la idea de que el Senado no tiene atribuciones para crear impuestos sino que sólo puede rechazar o aprobar en bloque las propuestas tributarias que le llegan de Diputados.
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