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El presidente Fernando de la Rúa se cansó de esperar que los senadores aprobaran el Presupuesto del año próximo y el paquete tributario que asegura su financiamiento. Anoche anunció que enviará al Parlamento una Ley de Emergencia Fiscal para cortar con el déficit que nos asfixia. El proyecto fue definido a este diario por un funcionario de la Presidencia como el instrumento de largo plazo que nos faltaba. La situación es grave y el déficit es el peor enemigo porque lleva a la crisis, afirmó el Presidente. El proyecto de ley ómnibus incluirá medidas de control y transparencia del Gasto Público, de lucha contra la evasión, de empleo y blanqueo de trabajadores en negro; de estímulo a las PyMEs, y de combate a la corrupción. Antes de las nueve de la noche De la Rúa estrenó la cadena de radio y televisión del país. Con la excusa del tradicional saludo navideño, utilizó un cuidado spot televisivo de siete minutos, grabado por la mañana en el Palacio San Martín, para lo que muchos interpretaron como el instrumento de largo plazo que marcará el rumbo de su gobierno.Página/12 pudo saber que el nuevo proyecto de ley contemplará los siguientes puntos: Tendrá en cuenta un criterio plurianual para en la programación de gastos e ingresos del Estado. En este sentido, impondría un criterio todavía más estricto que el que ya establece a nivel del déficit la ley de Convertibilidad fiscal. Economistas como Ricardo López Murphy, actual ministro de Defensa, vienen insistiendo en los últimos tiempos en que, aunque se logre mantener en caja el déficit, el aumento del gasto público eleva las tasas de interés y encarece el financiamiento del sector privado. Se fijarían normas rígidas para el personal estatal. Habrá una ley penal para castigar con más severidad a los funcionarios que administren fondos públicos sin ajustarse a lo que marca el Presupuesto, dijo una fuente del ala política a Página/12. Así, al desvío de partidas de una a otra jurisdicción estatal, sin la debida justificación, podrían caberle penas más duras que las contempladas en los delitos de incumplimiento de los deberes de funcionario público o abuso de poder. En la lucha contra la evasión, se creará el fuero fiscal tributario. También se otorgarían facultades especiales a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) para detectar y perseguir evasores. Otro capítulo incluirá medidas para disminuir el empleo en negro y reducir los alarmantes niveles de evasión previsional. El paquete laboral más amplio redefinirá las negociaciones colectivas de trabajo, permitiendo la discusión por empresa con participación del sindicato. También extendería a un año el período de prueba y potenciaría los subsidios al empleo privado. Tanto en este aspecto como en los referidos a las facilidades de financiamiento al sector privado, el énfasis estaría puesto en las pequeñas y medianas empresas.La situación es grave. Recibo un Estado con un grave problema de endeudamiento y déficit. El déficit es nuestro peor enemigo, empezó diciendo el Presidente. Y, con tono didáctico, explicó: El déficit se genera cuando los gobernantes gastan más plata de la que tienen. Entonces, piden plata prestada y generan más déficit. Hasta que llega el día en que nadie quiere prestar más plata, se acaban los créditos y el Estado quiebra. Eso es lo que le pasó a Corrientes. Luego, afirmó que voy a enviar a los legisladores una Ley de Emergencia para cortar el déficit, porque es el déficit que nos dejaron lo que está afixiando al pueblo. Según pudo saber Página/12 de un alto funcionario del Ministerio de Economía, este nuevo proyecto de ley no anula sino que se suma a los proyectos de reforma tributaria y, por supuesto, de Presupuesto, que actualmente tratan los senadores. Por el bien de todos (estos dos proyectos) deben estar aprobados antes de fin de año, insistióDe la Rúa, fastidiado por la actitud de los senadores justicialistas, que se niegan a aprobar el paquete tributario.Precisamente dirigentes de la Alianza se esperanzaban anoche en que el discurso presidencial sirviera para presionar sobre los legisladores justicialistas ante la opinión pública. De paso, ayudaría a aliviar la imagen de impuestazo a la clase media con que explicaron la mayoría de los economistas privados el paquete impositivo. Por eso, De la Rúa se preocupó por aclarar que las nuevas medidas impositivas solo afectarán a los que más tienen, el 9 por ciento de la población que sí puede pagar. Según informó un funcionario de Presidencia a este diario, el proyecto de la Ley de Emergencia podría ingresar al Parlamento el martes o el miércoles próximo, ya que todavía se están ultimando detalles del texto en el cual trabajan economistas, tributaristas y abogados. La ley de emergencia permitirá controlar y reducir el gasto público; establecerá criterios estrictos de austeridad y transparencia en la función pública, con graves penas para los funcionarios que se corrompan; le dará al Estado herramientas para pelear y vencer a la evasión fiscal; y promoverá efectivamente el empleo y el blanqueo de los trabajadores, explicó De la Rúa (ver aparte).Señores legisladores, la crisis no se toma vacaciones. Nosotros tampoco. No obstruyamos la voluntad del pueblo, el país nos necesita ahora, cerró su discurso De la Rúa, mientras la música de fondo subía de volumen.
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