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La segunda reunión de gabinete del gobierno de la Alianza tuvo un tono más bien genérico. Los ministros describieron la desordenada situación que heredaron en cada área. Fernando de la Rúa convocó al gobierno y al Congreso a trabajar juntos para apurar la sanción de las leyes pendientes y, curiosamente, no se refirió al mensaje que pronunció anoche. Una vez que finalizó un encuentro fiel al autoproclamado estilo aburrido, la Alianza reafirmó que revisará los últimos decretos firmados por Carlos Menem. El encuentro comenzó poco después de las tres de la tarde en la Casa de Gobierno. Fue una reunión distendida, sin sorpresas ni discusiones. Así, De la Rúa marcó una diferencia con el menemismo, cuando las disputas entre Carlos Corach y Domingo Cavallo, las críticas a María Julia Alsogaray y los desplantes de Claudia Bello o Víctor Alderete les daban emoción a los encuentros del gabinete.Además de Carlos Chacho Alvarez, los once ministros y los secretarios de Presidencia, participaron las principales autoridades de la Alianza en el Congreso: el jefe de Diputados, Rafael Pascual; el titular del bloque en la Cámara baja, Darío Alessandro; el presidente provisional del Senado, José Genoud; y el jefe de la bancada de senadores, Raúl Galván. El encuentro comenzó con una breve intervención de De la Rúa. El Presidente insistió en la necesidad de redoblar los esfuerzos para apurar la sanción de la ley de Presupuesto y del paquete fiscal, que aún esperan el okey del Senado, y le cedió la palabra a José Luis Machinea, quien mencionó al pasar la gravedad de la situación y añadió que, pese a las dificultades, el Gobierno está cumpliendo con la devolución del IVA a los exportadores. Una vez que Machinea finalizó el informe, De la Rúa aprovechó la presencia de los legisladores para llamar a una coordinación entre los dos poderes. He decidido invitar a los legisladores para que trabajemos en común, en el Congreso y en el Ejecutivo, señaló. Al igual que lo que ocurría en las reuniones de gabinete del gobierno porteño, De la Rúa fue el coordinador del encuentro de ayer. Cuando se ausentó por unos minutos, Chacho Alvarez lo reemplazó en el rol de moderador.Los ministros expusieron sobre la situación de las diferentes áreas. Aunque la mayoría se concentró en los aspectos más administrativos y en el desorden heredado del menemismo, dos funcionarios se refirieron a la intervención en Corrientes: Federico Storani, que aseguró que la situación política está controlada; y Graciela Fernández Meijide, que informó sobre la ayuda social que giró a la provincia.El encuentro promediaba cuando surgió un planteo de algunos de los ministros: la necesidad de que, una vez superada la primera etapa de gobierno, cuando las leyes hayan sido aprobadas y los aspectos más inmediatos estén solucionados, la Alianza anuncie un paquete de medidas para reactivar la economía, incentivar a las pymes y facilitar el acceso al crédito. El otro tema mencionado fue la revisión de los últimos decretos firmados por Menem, especialmente aquellos por los que designó a funcionarios sobre el filo de su mandato. Se acordó un mecanismo por el cual se va a hacer un examen jurídico, informó Terragno al término de la reunión. Esto significa determinar si correspondía o no y, en caso de que no hubiese correspondido, cuál es el remedio.Poco después de las cinco de la tarde, De la Rúa invitó a los funcionarios a presenciar la jura de Fernando de Santibañes como nuevo jefe de la SIDE. El encuentro terminó minutos después, sin sorpresas.
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