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Por Adrián H. Mouján Tenemos que poner en evidencia que la Alianza prometió durante la campaña electoral que no iba aumentar los impuestos, y ahora tiene listo un impuestazo. Son unos mentirosos. Esta y muchas frases por el estilo surgieron en la reunión de ex funcionarios que Carlos Menem presidió ayer, con la intención de convertirse en el jefe de la oposición y en el guardián del modelo económico. El encuentro del ahora gabinete de las luces se realizó en la concesionaria que Zulemita tiene en el barrio de Núñez. Varios de los participantes del encuentro aseguraron a Página/12 que el ex jefe de Estado fue muy mesurado, aunque criticó el paquete impositivo y la lentitud de Fernando de la Rúa para designar funcionarios. También señalaron que se comportó de la misma manera que lo hacía cuando ocupaba la primera magistratura y que varios de los ex funcionarios actuaron como si continuaran siendo ministros. Como si la derrota del 24 de octubre no hubiera hecho mella en ellos, los menemistas fueron llegando a la concesionaria de la avenida Figueroa Alcorta al 7600. Sorprendidos, los vecinos vieron llegar a la ex secretaria de Medio Ambiente, María Julia Alsogaray; al ex jefe de Gabinete, Jorge Rodríguez; los ex ministros de Justicia, Raúl Granillo Ocampo; de Educación, Manuel García Solá; de Defensa, Jorge Domínguez, y de Acción Social, Alberto Mazza.También participaron del encuentro el senador Eduardo Menem, los diputados Daniel Scioli, Marta Alarcia, Miguel Angel Pichetto y la ex secretaria de Equidad Fiscal, Carola Pessino, entre otros integrantes del ex gabinete. Todos cumplieron con el compromiso que adquirieron con Menem en la reunión de ministros del 9 de diciembre, un día antes de tener que dejar el gobierno, de encontrarse una vez por mes para vigilar la marcha del gobierno aliancista y para evitar que el riojano pierda protagonismo en la escena política.Ante la ausencia de Roque Fernández, la encargada de brindar un informe sobre la situación económica fue Carola Pessino, quien según varios asistentes se jactó de que la Alianza finalmente reconoció que el déficit fiscal es de 6000 millones, como decíamos nosotros. Además, la economista auguró días de tormenta para la administración De la Rúa, si el Congreso no le aprueba el paquete impositivo. En ese punto la interrumpió Menem, quien le pidió a su hermano, a Scioli y a Pichetto, que se colabore con el oficialismo, pero que el costo político del impuestazo lo pague De la Rúa, porque él dijo en campaña que no iba a crear impuestos y ahora hace todo lo contrario. Aunque a la salida Eduardo Menem señaló que vamos a hacer una oposición constructiva, procurando que a este gobierno (de la Alianza) le vaya bien, adentro fue muy duro con la actuación legislativa del oficialismo y se mofó de los desajustes que mostraron en la primera semana Chacho Alvarez y el presidente provisional del Senado, José Genoud, que permitieron la llegada de Rodolfo Barra a la Auditoría y que el peronismo tenga mayoría en ese órgano de contralor.Algunos de los asistentes se mostraron sorprendidos por el carácter formal de la reunión. Menem te daba la palabra, te interrumpía, y te volvía a dejar hablar, como lo hacía antes del 10. Y hubo algunos muchachos que parece que no elaboraron el duelo y creen que siguen en el gobierno, porque dieron informes cargados de cifras y datos, explicó uno de los participantes. Los menemistas también aprovecharon para burlarse de la Alianza porque aún no reemplazó a funcionarios del anterior gobierno, que siguen ocupando sus cargos. La reaparición de uno de ellos, el titular de la Casa de la Moneda, Armando Gostanian, quien comentó largamente su situación por radio el miércoles, fue celebrada a carcajadas por todos.
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