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Por Fernando Cibeira El ex banquero Fernando de Santibañes asumió ayer la jefatura de la SIDE luego de que su amigo, el presidente Fernando de la Rúa, le asegurara que el podado presupuesto de la secretaría sería reconsiderado. A los demás ministerios les rebajaron el 8 por ciento. A la SIDE, como no había nadie que la defendiera, le quitaron más del 50 por ciento, se quejaba Santibañes en el Salón Blanco de la Casa de Gobierno mientras recibía el saludo de sus hijos, que parecían no muy convencidos de la decisión tomada por su padre, poseedor de una fortuna de unos 150 millones de dólares. El ex banquero dijo que no planea crear nuevas subsecretarías y hasta tuvo tiempo para elogiar calurosamente a su antecesor, Hugo Anzorreguy, quien, unos metros más allá, anunciaba la vuelta a su estudio de abogado. No mucho antes de la ceremonia, apenas unas horas antes, Santibañes aseguraba que todavía no sabía si juraba. El problema no era sólo la compacta agenda de De la Rúa sino también la necesidad de una resolución para los problemas de operatividad que se plantearían en la central de inteligencia con el presupuesto tal como quedó. Durante este año, la SIDE contó con 190 millones de pesos. Pero como buena parte de sus gastos eran reservados cuya eliminación fue un leit motiv de la campaña aliancista hoy quedó con dificultades para mantener una estructura operativa mínima, al decir del propio De la Rúa luego de las persuasivas conversaciones que mantuvo en estos días con su amigo. Para peor, el proyecto de Santibañes plantea remozar el trabajo de la SIDE a la manera que aseguran lo realiza la CIA americana. Esto es, asesorar al Presidente no sólo en seguridad, sino también en cuestiones de estrategia, destino de inversiones y movimientos de dinero. Otra de las ideas de Santibañes, la de encabezar un Consejo de Seguridad que agrupe a representantes de las Fuerzas Armadas, de seguridad y a oficinas como las secretarías de Seguridad Interior y de Lucha contra el Narcotráfico, quedó para más adelante. Finalmente hubo acuerdo y la ceremonia se concretó en el hueco que le quedaba a De la Rúa luego de la reunión de gabinete. Como de a poco De la Rúa continúa llenando los casilleros vacíos en el organigrama estatal, en el mismo acto juraron otros recién designados: el encargado de la Oficina Anticorrupción, José Massoni, y el procurador general del Tesoro, Ernesto Marcer (ver aparte). Entre los invitados estaba el embajador de Israel, Yitzhak Aviran, el ex ministro de Defensa, Jorge Domínguez, y el periodista Bernardo Neustadt. Anzorreguy, sentado en primera fila, recibió luego los piropos: Estoy seguro de que con Anzorreguy hemos pasado 10 años más tranquilos que si hubiera estado otra persona en la SIDE, aseguró Santibañes, hasta hace poco inexperto en cuestiones de inteligencia. Aunque aseguraba que no habría nadie de su sector en la secretaría, el ex ministro del Interior, Enrique Coti Nosiglia, siguió la ceremonia desde el fondo, como quien sabe cómo viene la mano. Con ese presupuesto es muy difícil hacer funcionar a la SIDE, aceptaba Nosiglia, haciéndose eco de los reclamos de Santibañes. Coti sostenía que veía muy bien el cambio de objetivos que pretende darle a la secretaría el ex banquero. Así son las tendencias en todo el mundo, remarcaba. Santibañes y Nosiglia son vecinos de De la Rúa en Pilar y mantienen una amistad de muchos años. Ex banquero y ex ministro se abrazaron en medio del Salón Blanco y arreglaron para ir a comer a la noche. Quien todos mencionan como segundo para la SIDE, el joven secretario general de la UBA, Darío Richarte, también le presentó sus respetos al Coti. A propósito de sus colaboradores, Santibañes respondió que todavía no tiene nada decidido. Tal vez la semana que viene, esquivó. Lo que sí, se mostró conforme con las dos subsecretarías que integran la estructura de la SIDE Interior y Exterior o A y B, luego de que se eliminara una tercera que se consideraba de Apoyo. Quienes hablan de crear una nuevasubsecretaría debe ser porque están tratando de ocuparla, deslizaron cerca del ex banquero, que busca de todas formas por dónde reducir gastos.
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