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OPINION
Zona para matar
Por Raúl Kollmann

Son cada vez mayores las pruebas sobre la existencia de una zona liberada para matar a José Luis Cabezas. Hay fuertes indicios de que el oficial Gustavo Prellezo y los ladrones de Los Hornos tuvieron algún tipo de participación en el operativo de secuestro y asesinato del fotógrafo. Crece la controversia sobre quién dio la orden de matar a Cabezas, si fue Alfredo Yabrán o si fueron jefes de la Policía Bonaerense, o sea las dos grandes mafias que operaban en la zona. Estos puntos constituyen el resumen de la segunda semana del juicio que se lleva a cabo en Dolores. u Se hicieron dos llamadas a la comisaría para avisar que había movimientos raros en los alrededores de la fiesta en la que estaban los periodistas de Noticias. No enviaron ningún patrullero. A otro vecino de Pinamar, que llamó por otro motivo, sí le enviaron un móvil. El comisario de la ciudad les pidió confidencialmente a los que hicieron las llamadas, que no hablen del asunto en la causa judicial. A un oficial de la comisaría le resultó extraño que le hubieran dado franco aquella noche, mientras que quedaron a cargo de la guardia efectivos del Operativo Sol, sin experiencia ni conocimiento de la zona. Estos elementos y varios más configuran los indicios de que aquella noche del 24 al 25 de enero, el comisario Alberto Gómez y los demás oficiales de la Bonaerense en Pinamar limpiaron de obstáculos la zona para producir el secuestro y posterior asesinato de Cabezas.u En esta semana quedó nítidamente probado que los ladrones de Los Hornos robaban para los oficiales de la Bonaerense, entre ellos para Prellezo. Además, seguramente vendían drogas, también como negocio de los uniformados. Los horneros fueron reconocidos por los vecinos de la fiesta de Andreani, o sea que aparecen como involucrados en la operación, como mínimo en el secuestro. Esto también involucra a Prellezo, su jefe, por cuanto es difícil que se hayan movido sin el visto bueno del oficial.u Para los periodistas de Noticias, a Cabezas lo mataron porque le sacó una foto prohibida a Yabrán. En sus testimonios se concentraron básicamente en esa hipótesis e insistieron con los antecedentes del supercartero en hostigar periodistas. Además, los hombres de Noticias están convencidos de que la policía de Pinamar era dirigida, de hecho, por Yabrán.u La hipótesis alternativa –el crimen como producto de una venganza policial contra Duhalde o por un negocio de drogas de la Bonaerense– resultó también fortalecida en estos días. Quedó claro que en la cava hubo un misterioso vehículo de pajareros que nunca apareció y que todo indica que estaba tripulado por policías; tal como adelantó Página/12 fueron identificados cerca de la fiesta de Andreani los oficiales Carlos Stoghe y Jorge Cabezas y en todo el operativo del secuestro y asesinato aparecen más y más policías, demasiados para estar a las órdenes de un civil.Transcurrida la segunda semana del juicio, no hubo hasta el momento nada que se salga del molde. Los imputados no han logrado desmarcarse del caso, aunque al mismo tiempo tampoco aparecen las pruebas contundentes. La sensación que queda es que detrás de la historia oficial que se cuenta en el tribunal, hay otra, verdadera, que sigue en las penumbras.

 

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