No
tendría sentido hablar de investigación científica en esta facultad, si no hubiera
tantos jóvenes haciendo doctorados, afirma Pablo Jacovkis, decano de Ciencias
Exactas (UBA), la facultad con más producción de doctores del país. De
hecho, de los cerca de 5700 alumnos de grado y posgrado que cursan en Exactas, alrededor
de 1000 estudiantes están cursando un doctorado en alguna de las ocho especialidades que
se dictan en la facultad. Algunos de nuestros doctorados, como Química, Física y
Matemática, funcionan desde principios de siglo y son muy respetados en el
exterior, ratifica Rosa Erra Balsells, directora del Departamento de Graduados que,
además, ofrece numerosas maestrías y carreras de especialización. Un buen
doctorado es importante para la futura vida académica de cualquier graduado
continúa el decano. Acá vienen egresados de muchas carreras de la UBA y de
otras universidades a hacer doctorados, porque ésta es la facultad con más prestigio en
el área. Un título nuestro pesa, incluso en universidades extranjeras. Cada año,
en Exactas se reciben cerca de 100 estudiantes con el título de Doctor de la Universidad
de Buenos Aires. La oferta de doctorados cubre las ocho licenciaturas que se dictan en la
facultad: las opciones son Ciencias de la atmósfera, Biología, Geología, Química,
Física, Matemática, Computación y Oceanografía. Gran parte de los doctorandos
son becarios del Conicet, de la UBA, o docentes auxiliares con dedicación exclusiva.
Cuando empieza a cursar, la mayoría acaba de recibirse y aún no trabaja explica
Erra Balsells. Los doctorados no son para alguien que ya se insertó en el campo
laboral, porque requieren mucha dedicación. La estructura académica es
relativamente libre. Una vez que se inscriben y aprueban el ingreso, los alumnos deben
elaborar un plan de estudios propio, orientados por un profesor de la facultad. El curso
total insume entre cuatro y cinco años. Lo que consume el grueso del tiempo es la
investigación, porque el trabajo debe ser realmente original. Para poder hacerlo, los
alumnos tienen que elegir un director de tesis, que debe ser una figura de prestigio en la
especialidad, explica Erra Balsells. Y agrega: Este tipo de carreras da un
fuerte entrenamiento para resolver problemas. Y eso siempre es bien recibido. En
universidades de Estados Unidos, por ejemplo, los que tienen hecho un doctorado de esta
facultad son muy respetados cuando van a hacer un posdoctorado. Además de
producir y fomentar la investigación apunta Jacovkis, las carreras de la
facultad tienen mucha salida laboral. Muchos alumnos de grado encuentran un buen trabajo
antes de recibirse. Para reforzar la inserción laboral así como su tradición en
la investigación, Exactas ofrece, también, maestrías y carreras de especialización.
Las maestrías empezaron a dictarse esta década. Duran dos años, aproximadamente,
y otorgan el título de Magister de la UBA, dice María Eugenia Diéguez, desde la
Secretaría Académica. Las opciones son Estadística matemática; Física médica;
Ciencias ambientales; Biotecnología; Bromatología y tecnología de la industrialización
de alimentos; Meteorología agrícola; y Salud pública. Las carreras de especialización,
por su parte, son Higiene y seguridad en el trabajo, y Ciencias químicas y ambiente.
Ambas tienen un éxito espectacular, porque en este país lo que tiene que ver con
la seguridad a corto y largo plazo recién ahora está empezando a cobrar
importancia, afirma el decano. Para el año próximo continúa,
vamos a darle mucho impulso a la maestría en Ciencias ambientales. Es la última que se
creó (empezó a dictarse este año) y creemos que tiene un futuro muy
importante.Todos los cursos de posgrado comienzan en marzo. Durante enero y febrero,
la facultad recibirá consultas sobre las carreras en el 45763332. |