Ni las fiestas frenaron las críticas mutuas. De la Rúa se quejó por las demoras del PJ y Menem habló de "improvisación" e "intereses". |
Las leyes giradas por la Alianza que todavía esperan el okey del PJ en el Senado generaron un cruce directo entre Fernando de la Rúa y Carlos Menem. "Se anunció apoyo y que antes de asumir tendría el presupuesto adecuado y un déficit que no superaría el de la ley de convertibilidad. Lo menos que hago es pedir ayuda para superar este bache", aseguró el radical. El jefe del justicialismo no se quedó atrás e intentó explicar la posición de su partido. "No es fácil aprobar las leyes porque hay muchos intereses en juego y muchos cuestionamientos", señaló Menem. El jueves pasado, De la Rúa sorprendió con un mensaje difundido por cadena nacional en el que redobló su presión sobre el justicialismo para que apure la sanción del Presupuesto y el paquete impositivo, que aún esperan la aprobación de la Cámara alta, en donde la oposición cuenta con una amplia mayoría. Además, el Presidente anunció que en los próximos días girará al Congreso una "ley de emergencia" cuyo objetivo es el mismo que las otras iniciativas: reducir el déficit fiscal como premisa básica para retomar el crecimiento. Luego, De la Rúa aclaró los términos del mensaje. "Es mi deber decirle siempre a la gente las cosas como son, cómo estamos luchando, de qué nos estamos ocupando. No es contra nadie ni para enfrentar a nadie, sino que para el bien y la unidad de todos", aseguró el Presidente. "A nadie le gusta crear impuestos, pero era la única salida. Hubo que hacerlo por el déficit con que recibimos la administración. El ajuste fuerte lo estamos haciendo en el sector político, en la administración. Hay una gran reducción de gastos y, como no alcanza, hay que apelar a un aumento de los impuestos", señaló De la Rúa. Y agregó que "hay que superar este bache, donde el déficit fiscal crea dificultades que van a ser transitorias si hacemos las cosas como se deben". Aunque en ningún momento se refirió expresamente a la oposición, las declaraciones de De la Rúa son una forma de presionar al justicialismo, que demora en el Senado la sanción de las iniciativas aliancistas. Carlos Menem reconoció la posición de su partido. En diálogo con Radio 10, el ex presidente explicó que el PJ tiene "problemas" para facilitar el tratamiento de las iniciativas porque, según dijo, "hay muchos intereses en juego". El riojano aseguró que finalmente las leyes serán sancionadas y añadió que "lo importante es no crear problemas en sectores importantísimos de la producción, ya que muchas provincias viven de esa producción, como en el caso del tabaco". En otro tramo de la entrevista, Menem criticó la "improvisación" de "algunos ámbitos" de la gestión aliancista. "Hasta el momento no se vislumbran situaciones que se puedan resolver rápidamente", concluyó Menem. De la Rúa y Menem no fueron los únicos que se refirieron al tema. El ministro del Interior, Federico Storani, aseguró que la actitud de algunos legisladores del justicialismo "muchas veces no está directamente relacionada con motivaciones políticas", sembrando sospechas sobre los lobbies desplegados sobre la oposición por algunas empresas afectadas por las leyes giradas por el nuevo gobierno. "Ha habido una curiosa desvinculación entre legisladores que representan a provincias con gobernadores que suscribieron el acuerdo y que son altamente representativos de sus distritos", señaló Storani.
Un día de visita a los jubilados Mientras Fernando de la Rúa visitaba un centro de jubilados de Morón, el titular de la Oficina Anticorrupción, José Massoni, explicó que el organismo que dirige se encargará de investigar a fondo la gestión de Víctor Alderete al frente del PAMI. "Vamos a tener cuatro personas de manera permanente en el PAMI para analizar lo que vaya apareciendo", aseguró Massoni. El Presidente visitó el viernes 24 el Centro de Jubilados y Pensionados Imán, ubicado en el barrio de San Francisco, en el sur de Morón, y dejó en manos de Juan Antonio Moya, un tucumano de 71 años, un bandoneón, cumpliendo una promesa que había formulado durante la campaña. Mientras De la Rúa subrayaba que la investigación y el saneamiento del PAMI será uno de los ejes de su gestión, Massoni explicaba a través de una radio porteña cuáles serán las medidas que adoptará la Oficina Anticorrupción. El organismo que puso en marcha la Alianza bajo la órbita del Ministerio de Justicia se dedicará a diseñar políticas para prevenir la corrupción y a investigar y hacer el seguimiento de los escándalos producidos durante la gestión menemista. Massoni adelantó que la Oficina comenzará a trabajar el lunes en la investigación de las 96 cajas con todo tipo de documentación que aparecieron en un departamento particular luego de que Alderete abandonara la obra social de los jubilados (ver pág. 6). El ex juez puntualizó que serán cuatro los funcionarios de la Oficina que trabajarán en el PAMI con el objetivo de "encauzar desde el punto de vista jurídico y penal" las eventuales irregularidades cometidas durante la gestión anterior. El funcionario se mostró sorprendido porque, según dijo, las primeras investigaciones efectuadas en el PAMI detectaron "enormes irregularidades" durante la jefatura de Alderete. "Nuestra misión es procurar la defensa de los dineros de la gente. Es un concepto que debe tratar de imponerse en la sociedad", concluyó Massoni. El jefe de la Oficina Anticorrupción sostuvo además que el organismo se constituirá como querellante en las 17 causas que tiene pendientes Alderete, acusado, entre otros cargos, de administración fraudulenta y enriquecimiento ilícito. Hasta el momento, la Fiscalía Anticorrupción participó sólo de manera informal en la investigación que lleva adelante la nueva intervención del PAMI, liderada por Cecilia Felgueras. Para poder actuar de manera formal, los integrantes de la Oficina tuvieron que esperar la puesta en marcha del organismo, que se produjo recién el jueves pasado, cuando Massoni juró como su titular.
Minifaldas y uniformes "El personal policial debe estar uniformado como corresponde, pero el personal civil que trabaje en el Ministerio que se vista como quiera." Con estas palabras, el ministro de Seguridad bonaerense, Aldo Rico, desmintió versiones que indicaban que había reflotado un antiguo reglamento que prohibía a los empleados utilizar minifaldas, aros y ropa informal en horario de trabajo. La versión difundida por fuentes del Ministerio indicó que el ex líder carapintada había decidido poner en vigencia entre los empleados del Ministerio y los agentes de la Policía Bonaerense una serie de pautas de disciplina, reglamentadas en 1980, que especificaban la manera en la que hombres y mujeres debían vestirse en el trabajo. Las disposiciones prohíben terminantemente el uso de aritos, barba, pelo largo y ropa sport entre los hombres, y las minifaldas entre las mujeres. "Todo eso que se dijo es ridículo; eso es una cosa insólita porque a mí me gustan las minifaldas", señaló Rico, quien explicó que los empleados del Ministerio pueden vestirse "como quieran" y agregó que los policías deben respetar el uniforme. Luego de desmentir la información, el funcionario se ocupó de otros temas vinculados con el Ministerio de Seguridad que conduce. "Se necesitan más policías en las calles y no más empleados administrativos. Los 512 contratos --que vencerán el 31 de diciembre-- van a ser revisados uno por uno, y aquellos casos que resulten imprescindibles y funcionales al ordenamiento en marcha, se les dará continuidad", explicó el ex militar golpista. "Necesito 500 policías más en las calles y no 500 personas sentadas haciendo papeles que no le sirven a la gente", sostuvo Rico, quien luego añadió que existen "300 empleados políticos de planta temporaria incorporados por las anteriores administraciones". De todos modos, el ex militar explicó que el número de empleados que serán removidos de sus cargos será mínimo. "Yo voy con un equipo muy reducido", señaló.
|