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LILIANA CHIERNAJOWSKI, “SEGUNDA DAMA”
“Me encantaría debatir con la Iglesia sobre el aborto”

Es legisladora por el Frepaso en la Ciudad de Buenos Aires y su marido es el vicepresidente de la República, Carlos “Chacho” Alvarez. La divierte la informalidad de Chacho, que va caminando, con los custodios detrás, desde Palermo a Congreso para “testear” la opinión de la gente. Dice que no va a cambiar de vida.

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Por Nora Veiras

t.gif (862 bytes)  "Es muy bananero eso de que la gente vea a los políticos como ovnis. No es verdad que te cambie tanto la vida. Chacho y yo, al día siguiente de asumir, fuimos manejando el auto, viejo, sin aire acondicionado, a la casita de Ezeiza y nadie le dijo: ¡¿Cómo andás así?'. Lo ven como natural, ni siquiera lo pueden apreciar porque ni se dan cuenta". Liliana Chiernajowski describe la escena y se ríe. La política signó su vida: empezó en la Juventud Peronista, la detuvieron en 1974, pasó ocho años en la cárcel y apenas salió conoció a Carlos "Chacho" Alvarez. Hace dieciocho años que está junto a ese hombre que ahora es el vicepresidente de la República. Ella es legisladora porteña y parece empeñada en buscar coincidencias antes que en marcar diferencias en el marco de la alianza encabezada por el radical Fernando de la Rúa. Confía en que se investigue la corrupción del gobierno anterior y dice que le gustaría debatir con la Iglesia sobre el tema del aborto y la salud reproductiva. "Hay mucha hipocresía y es criminal no hablar de lo que pasa", dice a riesgo de encaminarse hacia un frente de tormenta.

--¿Cómo se siente al lado de De la Rúa? Porque a él se lo ve como muy conservador, muy formal, muy alejado de las pasiones.

--No lo conozco personalmente tanto como para decir si está alejado o no de las pasiones. A mí me parece que De la Rúa expresa este momento de la historia en la Argentina después de muchos años de muchos exabruptos, de muchas irregularidades. Podíamos estar expresando la consigna que yo viví en Italia un poquito antes de que el acuerdo del Olivo ganara las elecciones. La consigna era "Por un país normal". ¿Qué es un país normal? Un país democrático, respetuoso de las normas y con una mejor calidad institucional. Un país que pueda llevar adelante las reformas necesarias para que este tajo social, estas diferencias cada más abismales entre ricos y pobres, se superen. No es un momento de grandes pasiones o de grandes exabruptos. En este país, los poderosos son los que han hecho fortunas y manejan los hilos, hay que darle ese poder a la política a través del poder que le da la gente. De lo contrario, los políticos son títeres de ese poder.

--Con Inés Pertiné, ¿encuentra algún punto en común?, porque tienen historias tan distintas. Ella hija de un general, alumna del colegio Asunción y usted militante peronista, ex presa, estudiante de Filosofía y Letras.

--Bueno el punto en común es compartir lo que nos toca en este gobierno. No hace falta que tengamos otro. La verdad es que me cayó bien en el trato personal porque es más directa y sencilla que la imagen que da. Es una persona cálida.

--¿Tuvieron ya alguna cena de cuatro?

--No, no, nos hemos encontrado en las actividades. La gente se imagina que uno tiene que hacer sociales y esas cosas. Eso es bien menemista: encontrarse en Olivos, en Anillaco. No tiene por qué ser así. Yo comparto el trabajo con tantísimos compañeros con quienes después no hacemos vida social. Alcanza con tener confianza política y construir juntos en ese quehacer.

--Usted habla de hacer un cambio, pero ¿cómo se hace con un gabinete plagado de economistas y de economistas no exactamente revolucionarios? ¿Esperaba un gabinete con señales tan claras hacia el establishment?

--(Se ríe.) No hay economistas revolucionarios. Primero creo que José Luis Machinea es un hombre de nuestra generación. Es un economista prestigioso y al mismo tiempo creo que va a ser un funcionario consciente del mandato que ha tenido este gobierno. No va a hacer una disociación entre lo que son las demandas sociales y las necesidades económicas. Y con respecto del gabinete, bueno, creo que fue una decisión de De la Rúa. Creo que tiene que ver con algunas confianzas que él tiene depositadas también en determinados hombres. Opinaremos en todo caso cuando veamos cuál es el desempeño de cada una de sus decisiones.

--¿No cree que el Frepaso quedó desdibujado?

--No, creo que es la primera vez que este país tiene un gobierno de coalición. Esto es toda una innovación para nosotros, además de que hemos sido fuertes protagonistas de esta alianza, la buscamos. Nunca hicimos un cálculo mezquino respecto de qué era lo que nos iba a tocar o no, o qué arriesgamos yendo a una interna como la que tuvimos con el radicalismo. Nuestro objetivo fue pensar en el país y pensar una alternativa al menemismo que no se iba a dar si no se daba esta alianza con los riesgos que eso tenía para nosotros también. Por suerte hemos podido consolidar acuerdos políticos y programáticos con los que nos sentimos satisfechos.

--En esa construcción de consenso, el año pasado fue muy criticada la actitud de la Alianza en la Legislatura porteña al modificar el Código de Convivencia para prohibir la prostitución. Usted dijo que el menemismo los acorraló. Pareciera que el poder acorrala y la salida siempre es hacia la derecha. ¿Cuál es el límite?

--El límite que yo me he impuesto como compromiso conmigo misma, con mi generación, con mi historia y con la gente es no concebir jamás al poder y la política como un negocio personal. Eso me parece la máxima de las traiciones. Siempre fui consciente de que un proyecto sirve siempre y cuando le sirve a la gente. En este tema de la prostitución, creo que nosotros debíamos compatibilizar la defensa de los derechos de esas personas a no ser discriminadas, a no ser penalizadas y por otra parte los derechos de los vecinos a vivir con tranquilidad. Todavía existe el problema, pero por supuesto no se resolvió con la prohibición, como era obvio que no se iba a resolver. Mi propuesta era proteger el hábitat barrial y tolerar esta actividad en otra zona donde los vecinos estuvieran protegidos. Nunca estuve por la prohibición total y lo manifesté el día en que apoyé la sanción del artículo 71. Creo que finalmente tuvimos que dar una respuesta dura porque no se supo manejar.

--Es decir que el tema está inconcluso.

--No sé si en algún momento lo volveremos a tocar.

--Usted fue una de las primeras legisladoras que presentó un proyecto sobre el tema de la salud reproductiva y la maternidad responsable. Ahora, en la última elección desde Ruckauf hasta Menem insistieron en acusar a la Alianza de pro abortista y anticristiana. ¿Se va a abrir el debate?

--El aborto es un debate que nuestra sociedad debe dar. Otro debate es el acceso a la salud reproductiva y la posibilidad y el respeto al derecho que tenemos todas las personas a decir cómo queremos constituir nuestra familia y tener acceso a la regulación de nuestras pautas reproductivas. Existen en todas partes del mundo y es la mejor prevención del aborto porque lo que no se dice en nuestro país es que el aborto se usa como método anticonceptivo, eso es una barbaridad y es criminal. Y tampoco se dice que en nuestro país no se puede tener una política de prevención del sida porque no se promueve el uso de preservativos. Eso también es criminal. En la ciudad, nos quedó pendiente la ley de salud reproductiva, que la sancionaremos el año que viene.

--¿Cree que es necesaria la despenalización del aborto?

--Creo absolutamente que no hay que poner a la mujer que llega a una situación extrema, como el aborto, en el lugar del crimen, hay que sacarlo de la criminalidad para darle otro abordaje, pero obviamente pensando siempre que lo primero es evitar y prevenir esa situación que siempre tiene un lado de trauma. Pero en esto hay mucha hipocresía, lo que nadie dice es que en realidad es un tema de las mujeres pobres y también de las adolescentes, porque cualquier señor y señora de clase media y alta tiene acceso a la anticoncepción, se realizan muchos abortos clandestinos, funcionan muchas clínicas de primerísimo nivel donde van las clases medias y altas. Cuántos funcionarios habrá que al no tener 20 hijos --como sería ser coherente con determinados discursos-- nos están dando la pauta de que accedieron a esas prácticas y no quieren hacer la discusión sobre ellas.

--¿Se puede afrontar esa discusión sin pelearse con la Iglesia?

--Ojalá uno pudiera tener un diálogo franco con la Iglesia en estos temas. No debe antagonizarse el valor de la vida humana, el valor de la maternidad con estos temas. A mí me encantaría discutir con la Iglesia, francamente y desde ese lugar el interés de las personas y de la dignidad humana. La Alianza tiene que dar esa discusión.

--Hasta ahora el gobierno de la Alianza goza de cierta complacencia de los medios. Si la represión que se practicó en Corrientes la hubiese hecho el menemismo la reacción hubiese sido otra.

--De los gremios, fue apresurado y bastante injusto convocar a un paro por una situación claramente heredada. Eso me parece que no fue nada tolerable. Es cierto que sobre el tema de la represión y sus consecuencias en los medios ha habido una mesura. Por eso digo que hay que investigar cuál fue la responsabilidad de las fuerzas de seguridad: de todas, gendarmería, policía provincial y las fuerzas políticas, los partidos que manejan la realidad correntina, el accionar de los francotiradores y no descartar ninguna hipótesis en ese sentido. No estoy de acuerdo con que se hable de infiltrados, sino que se hable de lo sucedido.

--Pero que se llegue a un resultado. Venimos de diez años de "investigar hasta las últimas consecuencias".

--Hay que aclarar, aclarar.

--¿Cómo ve el escenario de la ciudad teniendo en cuenta las alianzas que está haciendo Cavallo con el peronismo y Marta Oyhanarte?

--Creo que se intenta reeditar en la ciudad la alianza de hecho que se hizo en la provincia de Buenos Aires. La que le hizo ganar a Ruckauf: Cavallo y un sector de la derecha, la UCeDé. Creo que ahora se va a intentar institucionalizar eso. La Alianza de todas maneras en este distrito es la fuerza política dominante. Creo que tenemos la gran responsabilidad también de recordar que Cavallo --con cierto respeto que yo le tengo también por algunas cuestiones, algunas peleas que dio en el seno del gobierno y demás-- es el responsable ineludible por lo menos de dos cuestiones que hoy se ven claras: el desempleo y la recesión de mano de obra. El podrá decir que dio algunas discusiones sobre la corrupción pero se tiene que hacer cargo también de IBM y algunas otras cosas. Tampoco podemos olvidar que él fue el que estatizó la deuda privada. No puede hacerse el distraído respecto a eso.

--¿La Alianza gana en la primera vuelta?

--Ojalá ganemos en la primera vuelta. De todas maneras nosotros pusimos un ballottage muy duro que no pusieron ellos en la Constitución nacional. Esto nos va a obligar a lograr un consenso muy fuerte en la primera vuelta. Ojalá así sea y evitemos el ballottage.

--¿Va a seguir en la Legislatura o va a ir al Ejecutivo nacional?

--Yo estoy en la lista para legisladores del Frepaso. Pero puede darse que en algún momento me interese estar en el Ejecutivo, es linda esa tarea porque se ven los resultados, es una tarea creativa. No me gusta cerrar puertas.

 

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