OPINION
Un país falsificado
Por Darío Pignotti |
Por décadas, Paraguay fue un
mercado negro donde se traficaban nazis, Rólex taiwaneses y represores. El ex dictador
Alfredo Stroessner sumaba el poder político al delictivo y ejercía una dictadura
explícita. La reconversión quitó al anciano del negocio y aggiornó el mercado. Ahora
se ofertan narcóticos, tarjetas de crédito y discos compactos truchos. A la distancia,
Paraguay vive una transición a la democracia: vista de cerca, parece una democracia
falsificada.El último viernes 17, las usinas oviedistas pusieron a prueba los reflejos de
la transición con actos, declaraciones y cortes de luz. La respuesta fueron
50 personas en la misma plaza que reunió miles en marzo.Menos que poco. El presidente
González Macchi, hoy aliado con la oposición democrática, ya envía emisarios al
cuartel de los oviedistas desencantados de Oviedo, y cada vez son más frecuentes sus
llamados a la reconciliación. ¿Qué reconciliación?, le preguntó este diario a Félix
Argaña, hijo del asesinado vicepresidente Luis María. La de toda la familia
colorada. Los demócratas aún sobreviven en el gobierno y guardan las formas en sus
declaraciones públicas. En off admiten estar cercados: los colorados se quieren
quedar con todo. Oficialmente el PLRA (Liberales Radicales Auténticos) analiza
dejar la cohabitación, aunque no es seguro que lo hagan.Si la unidad nacional gobernante
fracasara, la cosa quedaría entre neostronisstas y oviedistas sin Oviedo (por ahora).
Tampoco es descartable un intento de putsch del general prófugo. Durante 50 años de
dictadura, Paraguay fue una siesta pesada de miedos y silencios. Todo se resolvía puertas
adentro de la sagrada familia colorada.La rebelión accidental de marzo de
este año dejó boquiabiertos a todos. Las pedradas de la plaza sacudieron una somnolencia
secular y desnudaron insatisfacción reprimida. Allí se conquistó la
democracia, dice el cura Oliva, que no pierde la fe. Pero a nueve meses de esos
acontecimientos, sus protagonistas aparecen dispersos y poco organizados. En marzo
lograron parar la ofensiva oviedista y abrir camino a la transición. No es seguro que
puedan contener la reconciliación colorada y el proceso de falsificación democrática en
curso. |
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