Paixao renunció y volvió a la actividad privada

El PJ había impugnado su designación en la Auditoría porque tiene una jubilación de privilegio. Luego aceptó votarlo. Igualmente, para evitar que la polémica salpique a la Alianza, Paixao renunció, sin autocriticarse.

De acuerdo a la explicación que brindó Paixao, nadie de la Alianza lo llamó, lo presionó o le pidió que renunciara. "Al contrario, todos los llamados fueron para que me quedara", aseguró. El desencadenante de la decisión fue la última sesión del Senado, en donde se trató su continuidad en la Auditoría, pero ahora como auditor raso. Esa noche, lo que habitualmente es un trámite rápido se convirtió en un áspero debate debido a la insistencia del justicialismo en volver sobre el tema de la jubilación de privilegio.

Los senadores peronistas no cuestionaban la legalidad del doble salario sino --como sostuvo el riojano Jorge Yoma a viva voz-- la "falta de honestidad intelectual de Paixao por haber ocupado durante cinco años --y pretender seguir haciéndolo-- un cuerpo cuya misión principal es la de controlar las cuentas del Estado. Incluso, el radical Horacio Usandizaga le dio algo de razón y durante la discusión sostuvo que no se podía ser "activo y pasivo al mismo tiempo".

Pese a que el bloque del PJ votó dividido y Paixao consiguió su aprobación para el puesto, el tono que tuvo el debate terminó de decidirlo a presentar la renuncia que ayer le llevó al vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez. En el escrito explicaba que consideraba "necesario evitar que la objeción se proyecte sobre la Unión Cívica Radical o la Alianza". Luego también pasó por el despacho del mendocino José Genoud, quien lo defendió durante la sesión. Recién después enfrentó a los periodistas.

"Se ha instalado alrededor de mí un estilo de hacer política que me asquea. No estoy dispuesto a convivir con él y por eso me voy a mi vida privada, salgo del espacio público", explicó allí. "Me da asco una forma de hacer política que apunta a la destrucción de otros y no a la construcción institucional. Algo que incluye cosas como la lisonja en privado y la denostación en público", agregó.

La Auditoría General está compuesta por un presidente y seis auditores, que son nombrados tres por la Cámara de Diputados y tres por la de Senadores. El PJ ya designó a Barra presidente, mientras que en Diputados nominó a César Arias y en el Senado a Carlos Durán Sabás y Julio Casasbellos. La Alianza, en tanto, nombró en Diputados a Mario Fadel y Horacio Fragoso, por lo que sólo queda por completar la casilla que dejó libre Paixao. Ese lugar lo venía ocupando Héctor Rodríguez, que ahora pasó a la Secretaría Legal y Técnica.

NUEVOS NOMBRAMIENTOS EN SEGURIDAD
Llenando los casilleros

Con parsimonia, los casilleros libres que aún quedan en el Ejecutivo de a poco se van ocupando. Ayer, el presidente Fernando de la Rúa designó a Carlos Martín como número dos de la Secretaría de Seguridad Interior que encabeza Enrique Mathov.

En el mismo decreto 106 también nombró como subsecretario de Interior a César Martucci, un habitual colaborador del ministro Federico Storani. La grilla del Ministerio del Interior se completó con la designación del ex legislador porteño Lautaro García Batallán --cercano al secretario de Medios y Cultura, Darío Lopérfido--, como subsecretario de Asuntos Institucionales y Relaciones con la Comunidad.

Por otra parte, el Presidente designó a Horacio Jorge Costa, Jaime Gabriel Farji y Jorge Alberto Presman como síndicos generales adjuntos de la Sindicatura General de la Nación (SIGEN), que encabeza el constitucionalista Rafael Bielsa. En el ámbito del Ministerio de Economía, en tanto, se formalizó el nombramiento de Diego Petrecolla como titular de la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia. También se designó a Gonzalo Mario Martínez Mosquera como subsecretario de Industria, Comercio y Minería mediante el decreto número 117 que lleva las firmas de De la Rúa y del jefe del Palacio de Hacienda, José Luis Machinea.

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