|
Por Cecilia Bembibre Pantalla interactiva, telebanking, más cine y mejor imagen: la televisión paga comienza el 2000 con varias promesas, en las que se traducen algunas realidades del sector. Primero, que el furor que hizo de la Argentina el tercer país con mayor penetración en cable se ha aquietado, y la estrategia es tentar a los abonados ya existentes con servicios más sofisticados. También, que la convergencia de varias tecnologías en pantalla es ahora impostergable. Y, finalmente, que la oferta de los operadores apunta, fundamentalmente, a no dejar escapar más clientes: doscientos mil abonados abandonaron el servicio de cable durante 1999 (el doble del año pasado), profundizando la crisis que la industria atraviesa desde hace un par de años, luego de la explosión de los tempranos '90. La oferta de cine dejó de ser el principal atractivo del cable a partir de la salida de HBO, a pesar de la incorporación de varios canales nuevos de cine de menor calidad como The Film Zone y Hallmark. De hecho, entre las señales más vistas sólo aparece en sexto lugar una de cine, Cinecanal. Para quienes mantienen el servicio básico, el cable se convirtió en un complemento de la televisión abierta, en el que se busca ante todo noticieros y programación infantil, dos rubros que el aire ignora. Y para quienes siguen considerando a la televisión paga como un videoclub a domicilio, el crecimiento de los premium multiplicó opciones. Fue justamente con la exclusividad de HBO --por varios años-- y la oferta de estrenos que DirecTV, por ahora la única empresa de televisión satelital, captó a muchos ex abonados al cable, para sumar hoy 120.000 clientes. "Entre los canales que ofrecemos fuera del servicio básico, HBO es sin duda el más tomado", confirmó Carlos Prátola, directivo de la empresa, a Página/12. De los servicios exclusivos el más utilizado es el de videoclub en pantalla: casi el 80 por ciento de los clientes lo utiliza regularmente. Sin embargo, subrayó la existencia de un público específico: "No se puede negar que el cable está sufriendo un mal momento. El crecimiento de los abonados de la televisión satelital no es, sin embargo, debido exclusivamente a un ingreso masivo de los abonados al cable". DirecTV no tiene competencia por el momento: Sky, la compañía de Rupert Murdoch, desembarcó el año pasado pero --debido a una serie de cambios internos-- todavía no concretó su aparición como servicio, si bien ya cuenta con licencia para operar. La diferencia entre el cable y el satélite es, cada vez más, una cuestión de tecnología. "En este momento la gran distancia tecnológica entre el cable y el satélite se resume en el ser digital. Esto nos permitirá, a mediados del año que viene, incorporar proyectos de televisión interactiva como telebanking y juegos, además del control parental y la guía de programación, que ya son los servicios específicos al satélite", señala Prátola. Los avances vinculados con el cable son las redes de banda ancha y la incorporación de fibra óptica; y, en calidad de experimentación, la transmisión y codificación digital, la televisión interactiva y la cablefonía. El abono aumentó a partir de enero, cuando se hizo efectiva la aplicación del impuesto a la televisión por cable. El aumento de los costos se trasladó casi sin excepciones a los clientes, muchos de los cuales resolvieron aceptar la promoción de Telecentro, la empresa de cable de Alberto Pierri, que ofrecía un servicio similar a casi la mitad de precio y que extendía sus redes sorpresivamente por la Capital Federal. La súbita desaparición del Canal 26 (también propiedad de Pierri) de las grillas de los dos operadores principales, Cablevisión y Multicanal, sería una reacción directa ante el despliegue capitalino de Telecentro. La señal volvió en silencio el mes pasado. "El canal ingresó como cualquier otra señal. De la misma manera que oportunamente se alejó de nuestra grilla. La programación la elegimos nosotros conforme a los gustos de los abonados, y tenemos toda la libertad de cambiar las señales según nos convenga y agrade a nuestros clientes", expuso Walter Burzaco, gerente de Desarrollo Corporativo de Cablevisión, al ser consultado sobre el tema, intentando desalentar las sospechas sobre la tensa relación con el multimedios de Pierri. Tras las rejas: allí prometía mandar a los "colgados" del cable una publicidad gráfica y televisiva difundida por la Asociación de Televisión por Cable durante el '99, en un agresivo intento por erradicar el cableado trucho, que comprende el 10 o el 15 por cierto del total. "Las conexiones clandestinas son un mal endémico. La importante campaña que hicimos durante el año sirvió para alertar a los desprevenidos sobre las penas que acarrea dicho delito. Esto fue útil para recuperar algunos abonados, pero debemos trabajar más en este tema. La venta de los decodificadores truchos recibió un importante golpe este año, y hoy la situación está más controlada como consecuencia de denuncias que hicimos, y un trabajo conjunto con la policía, en el que informamos sobre las características técnicas de estos aparatos, la Justicia pudo decomisar un gran número de decodificadores", comenta Burzaco, quien es también vicepresidente de ATVC.
|