Por Cledis Candelaresi Aprovechando su
superioridad numérica en la Cámara, y contra la voluntad de la Alianza, los senadores
justicialistas impusieron ayer cambios al proyecto de ley de reforma tributaria que
sancionó Diputados. Los retoques son un mix de medidas de tinte progresista y
favores a los lobbies empresarios que desfilaron por el Parlamento en los últimos días.
Pero esta versión remozada puede tener corta vida. Hoy, los aliancistas utilizarían su
preeminencia en Diputados para insistir con la versión original de la propuesta fiscal, a
la que, sin distinción de signo político, todos los legisladores le reconocen el status
de impuestazo. ¿Cómo nos va a gustar gravar al pueblo? A ninguno de
nosotros nos gusta esta reforma impositiva. Pero no tuvimos otra salida. Es producto de un
estado de necesidad, confesó en pleno recinto el senador radical Alberto Baglietti.
Hasta entonces, ya se habían escuchado varias críticas de la oposición a la decisión
aliancista de subir impuestos cuando, en su campaña electoral, la coalición de Fernando
de la Rúa propuso lo contrario.La sesión no deparó demasiadas sorpresas. La votación,
en la que el PJ se impuso por simple mayoría, se hizo sobre un dictamen no habilitado
formalmente y que los justicialistas terminaron de imprimir poco antes de que comenzara el
debate. A pesar de esto, la Alianza dio los dos tercios necesarios para habilitar la
discusión, que se abrió con la aprobación del Presupuesto para el año 2000. La posible
reformulación del paquete fiscal no desvelaba a sus legisladores: hoy batallarían en
Diputados.El justicialismo no ignora este presunto final de la historia. Pero su
insistencia en cambiar el paquete impositivo, así como el empecinamiento de la Alianza en
no negociar ni un inciso, fueron una demostración de fuerza para delimitar el espacio de
cada uno en la Cámara. Y en el caso del oficialismo, prueba de una gran obediencia a los
dictados de Economía.El despacho que el PJ alistó de apuro dispuso algunas
modificaciones ya previstas el lunes por la noche, pero sumó otras de último momento que
ni siquiera tenían el respaldo de todo el bloque. En lo sustancial, la oposición
consiguió aprobar ayer los siguientes cambios:u Ganancias. Se elimina la exención sobre
las rentas que generan los plazos fijos sin discrimación de montos (según una
interpretación literal, se podrían incluir todos los depósitos, aun los de cajas de
ahorro). Mientras algunos legisladores defendieron este retoque como un cambio
progresista, otros técnicos del propio partido admiten que podría significar doble
imposición, ya que también se gravan los intereses de las empresas.Pretende dejar el
mínimo no imponible de la cuarta categoría (rentas personales) en el nivel actual y
admite subir las alícuotas, pero con más moderación para quienes ganan menos. Si esta
propuesta fuera convertida en ley, quienes cobren más de 48 mil pesos anuales estarían
alcanzados por una alícuota del 7 por ciento en lugar del 9 que propone la Alianza, por
ejemplo. Pero quienes perciban más de 200 mil pesos deberán tributar el 37 por ciento,
dos puntos por encima de la máxima actual.También elimina la distinción entre paraísos
fiscales y los países que no lo son, al alcanzar con Ganancias los dividendos
percibidos o puestos a disposición por sociedades constituidas o ubicadas en
el exterior.u Impuesto al Valor Agregado. Ningún rubro del transporte estaría gravado y
la medicina prepaga continuaría con el 10,5 por ciento. Un artículo de confusa
redacción plantea la desgravación de la publicidad, alcanzada con IVA desde la reforma
fiscal que impulsó el gobierno anterior. Los medios de comunicación tendrían más
facilidades para desgravar de Ganancias el IVA que pagan por sus insumos, como la compra
de papel.El PJ también incluyó una cláusula que prevé rebajar la alícuota a medida
que suba la recaudación. u Impuestos Internos. Los senadores del PJ pretendieron eliminar
todas las subas de alícuotas (gaseosas, champagne, suntuarios, etc.), salvo la decisión
de gravar la telefonía móvil y satelital, y los autos. También intentaron dejar sin
efecto el incremento del 7 al 21 por ciento de un tributo especial sobre los cigarrillos y
de modificarle su destino, que seguiría siendo para Seguridad Social como dispuso
Diputados, con la diferencia de que la mitad iría a la Nación y el resto a las
provincias. Este cambio necesita ser aprobado con los dos tercios, porque afecta fondos
con asignación específica. u Combustibles. Mantiene la actual exención sobre los
solventes insumo petroquímico que suele utilizarse para adulterar naftas, tal
como reclamó la cámara del sector. Una cuestión decisiva fue que la AFIP no estaba en
condiciones de garantizar la devolución de ese impuesto a los industriales que emplearan
lícitamente aquellos productos como insumos.u Bienes Personales. Grava con el 0,5 por
ciento las acciones de empresas extranjeras radicadas en la Argentina.
DIFERENCIAS ENTRE TRABAJO Y ECONOMIA
Pelea por las mujeres
Aunque el
viceministro de Trabajo, Jorge Sapia, declaró ayer que ya antes de las elecciones se
habían abandonado las discusiones que incluían la elevación de la edad jubilatoria de
las mujeres, el jefe de Gabinete de asesores del Ministerio de Economía, Pablo
Gerchunoff, se manifestó en contrario y justificó la necesidad y justicia de la medida.
¿Por qué los hombres y las mujeres no deben jubilarse a la misma edad?, se
preguntó. En este sentido fundamentó la futura disposición como totalmente
razonable. No obstante, a pesar del argumento igualitarista, la medida tiene detrás
necesidades de caja mucho más fuertes que devienen de la crisis actual y potencial del
sistema previsional, fundamentalmente, por la transferencia de fondos al sistema privado.
Gerchunoff explicó que cuando se inauguró el régimen de reparto se estimó una
esperanza de vida posterior a la jubilación de alrededor de 15 años. Nos parece
justo que, si la estructura de edades de esta sociedad es cada vez más avejentada, la
presión de pagarles a los pasivos con el ingreso de los trabajadores activos también se
corra hacia adelante. Cuando hoy se dicen 65 años (y no 60) la esperanza de vida sigue
siendo de 15 años, argumentó. No obstante, el funcionario matizó explicando que
este proceso se dará de manera escalonada hasta el año 2011; no significa que la
mujer que está por cumplir los 60 años no se vaya a jubilar, sostuvo. Aunque el
viceministro Sapia insistió en desconocer este tema, sí declaró, en cambio, respecto de
la modificación del régimen de convenios colectivos de trabajo. Aquí los
comunicadores sociales viven confundiendo. Cuando nosotros decimos libertad de
negociación, inmediatamente se piensa que esto supone que el empleador de una empresa
discute directamente con sus trabajadores y deja de lado al sindicato. Lo que nosotros
queremos, en cambio, es que las partes elijan su nivel de negociación, que no negocie
necesariamente negocie el sindicato de ámbito superior, detalló el
viceministro.nota B
Enjaulado ysin llave En su empeño por defender la aprobación sin cambios del paquete impositivo,
el senador radical Leopoldo Moreau se metió en un terreno vidrioso. Durante su encendida
intervención en el recinto, cuestionó los límites que impone la ley de convertibilidad,
a la que, palabras más palabras menos, señaló como la causa mediata de un indeseado
impuestazo. Es como si nos hubiésemos encerrado en una jaula y hubiésemos tirado
la llave. Argentina no tiene la posibilidad de hacer política económica como sí hacen
otros países (...). Todos modifican sus tipos de cambio, se quejó. El
justicialista Eduardo Menem no la dejó pasar. ¿Usted está proponiendo
devaluación?, inquirió. Moreau se reacomodó en su banca y discurso. No
quiero asustar a la clase media. A la convertibilidad hay que cuidarla. Pero, impone el
desafío de ver cómo somos más competitivos, respondió. |
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