Por Laura Vales Se definió como una
víctima de una situación comparable con el nazismo. Acusó al gobierno de la
Alianza de estar sembrando un odio gorila que el país ya conoció en 1955 y
1976. Y no se privó de sumar un pasaje más la antología de sus frases
inolvidables: Los medios quieren tomar el poder, dijo ayer Víctor Alderete.
En su primera defensa pública luego de dejar la presidencia del PAMI, Alderete situó
así como culpable de todos sus males al periodismo, al que no dudó en señalar como
autor de una gigantesca operación destinada a arrinconarlo y condenarlo socialmente.
El escenario de su exposición fueron los estudios de Hora Clave, donde fue
entrevistado por Mariano Grondona y se cruzó luego en un debate con el defensor adjunto
de la Ciudad de Buenos Aires Rafael Veljanovich. El ex titular del PAMI, que tiene
abiertas 18 causas judiciales, aprovechó las cámaras para quejarse amargamente de que
no se respetan sus derechos humanos. Acusó al gobierno de De la
Rúa de querer tener a un funcionario de Menem preso para justificar que fueron
elegidos por la lucha contra la corrupción. Y ensayó variadas explicaciones sobre
el contenido de las 96 cajas que había ocultado en un departamento de Morón.
¿Cómo lo voy a investigar a De la Rúa si yo soy amigo de él?, alegó
cuando le preguntaron sobre los informes de inteligencia que guardaba en las prolijas
carpetas sacadas del PAMI días antes de su partida. En ese tren, negó haber mandado a
investigar a legisladores y funcionarios públicos. La semana pasada, cuando los
investigadores comenzaron a abrir los 96 paquetes secuestrados en Morón, encontraron
informes de inteligencia sobre Aníbal Ibarra, Elisa Carrió, Julio Liberman, Bernardo
Neustadt y Sergio Bobrovski, marido de la diputada María América González. Algunos de
ellos contenían detallada información personal, por la que ahora se investiga si
Alderete mandó a seguir a quienes criticaban su administración. Ayer el ex funcionario
insistió en que todo lo que había en esas cajas eran sólo efectos
personales; adujo que los papeles en cuestión le habían sido enviados al PAMI por
personas que no identificó y agregó que él sólo se había limitado a recibirlos y
archivarlos: ¿A qué funcionario público no le sirve un papel y lo guarda?,
preguntó a las cámaras.
Alderete llegó a los estudios de Hora Clave a la exacta hora en que fue
citado, las once menos cuarto de la mañana, con la sola compañía de su secretario
privado Marcos Dantiac. Un vuelo privado lo había depositado en el aeroparque Jorge
Newbery y el propio Alderete se ocupó de hacer saber que tras la grabación volvería a
Punta del Este para pasar allí el fin de año. Escuchó imperturbable a Veljanovich,
quien le recordó el caso de un jubilado enfermo de cáncer que sufrió un acelerado
proceso de avance de la enfermedad cuando se cortó la entrega de drogas oncológicas.
Veljanovich eligió ese caso como un paradigma de la gestión de Alderete, que calificó
de indecente.
Ayer Alderete evitó dar precisiones sobre ninguna de las causas en las que es
investigado, pero se envalentonó en cambio con los pronósticos políticos. Dentro
de seis meses van a venir a buscarme para retomar la conducción del PAMI, anunció
primero. Y antes de despedirse resumió en una estudiada frase su mayor esperanza:
Volveremos, porque la Alianza está de novia con la República, pero el peronismo
está casado con el país.
CIEN MILLONES PARA LA DEUDA DEL PAMI
Un salvavidas de De la Rúa
El
Gobierno salió en auxilio del PAMI, al que otorgó 100 millones de pesos que serán
destinadas a cubrir las deudas más urgentes de la obra social, básicamente aquellas por
las que está en riesgo la continuidad de las prestaciones de salud para los jubilados. El
salvavidas llegó de la mano de un decreto que firmó ayer Fernando de la Rúa y fue
anunciado por fuentes de la intervención, que agregaron que se está gestionando una
línea de créditos para garantizar el pago de los servicios y que ya ingresaron al
organismo 98 millones de pesos genuinos de recursos provenientes de la DGI y
de la ANSES.
Las nuevas autoridades estiman el déficit que dejó la gestión de Víctor Alderete en
mil ochocientos millones de dólares y apuestan a conseguir fondos frescos con el objetivo
de llegar a mediados de enero con todos los servicios reestablecidos.
Un acuerdo con los médicos de cabecera permitió que se levantara el paro del sector, que
reclama tres meses de atraso en los pagos de las cápitas, y las negociaciones con las
federaciones de clínicas y sanatorios lograron reestablecer sus prestaciones en un
porcentaje que los interventores colocan en el 78 por ciento.
También se aseguró que las prestaciones para aquellos beneficiarios del PAMI que padecen
el virus del sida, que están sometidos a tratamientos de diálisis o a quienes les
corresponde el sistema de bolsos de comida, están ya garantizados en un ciento por
ciento.
Puertas adentro del Instituto, se comenzó a implementar un censo sorpresa
junto al pago de los sueldos, para detectar a los empleados ñoquis.
Para poder cobrar sus salarios, los empleados del PAMI fueron sometidos en forma
sorpresiva a un cuestionario en el que se les solicitó especificaciones sobre la tarea
que realizan, la suma que perciben por su trabajo, así como preguntas puntuales sobre el
instituto.
Los voceros confirmaron, por otra parte, que a mediados de enero comenzarán a ser
intervenidas las 36 delegaciones del PAMI en todo el interior del país.
Un escrache matutino El Plenario Permanente de Jubilados y la Asociación de Trabajadores del
Estado (ATE) convocó a un escrache frente a la casa de Víctor Alderete.
La concentración está prevista para las 10 de la mañana en Maipú 1232, y fue
organizada por los jubilados que todos los miércoles se movilizan frente al edificio del
Congreso para reclamar por una jubilación mínima de 450 pesos.
Los voceros de ATE explicaron que la consigna central será el repudio a toda la gestión
del ex presidente del Instituto, junto con un reclamo para que la Justicia avance en las
diecisiete investigaciones abiertas sobre los supuestos casos de corrupción. |
|