Por F.C. No es novedad que Fernando de la Rúa
tiene por ellos especial preferencia. Los privilegia ante cualquier otro referente del
peronismo y trata de mantenerlos contentos para asegurarse un canal amistoso con quienes
considera el ala más potable de la oposición. Ayer, el Presidente se reunió con el
gobernador de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, el de Santa Fe, Carlos Reutemann, y el de
Córdoba, José Manuel de la Sota, para conversar de la situación de la industria
automotriz y decirle más o menos lo que ellos buscaban oír: que se buscará prorrogar
por 60 días el régimen automotor con Brasil y la promesa de incorporar un representante
de sus provincias en las futuras negociaciones con el país vecino. A cambio, los
gobernadores volvieron a afirmar la necesidad de apoyar los primeros pasos de la gestión
aliancista y se despegaron de Menem en cuanto a la investigación de la gestión
justicialista.
Los gobernadores llegaron acompañados de sus ministros de Industria. De la Rúa los
esperaba en el Salón Sur de la Rosada junto al ministro de Economía, José Luis
Machinea; el canciller, Adalberto Rodríguez Giavarini, más funcionarios de las segundas
líneas. La preocupación de los gobernadores es que se caiga el régimen automotor
acordado con Brasil, que tiene vigencia hasta fin de año. Nosotros apoyamos la
decisión tomada por el Gobierno de presentar un pedido de prórroga del régimen del
Mercosur, explicó De la Sota, quien agregó que la medida contemplaría las
salvaguardas necesarias para la industria local.
Los gobernadores entienden que, sin protección, la avalancha de producción brasileña
provocaría efectos devastadores en las exhaustas economías provinciales. No
queremos más desocupados por la caída de industrias automotrices o autopartistas,
respondieron los gobernadores, que actuaron de voceros del encuentro. Para Ruckauf,
Reutemann y De la Sota es indispensable mantener sus gestiones provinciales en orden si
quieren mantener intactas sus posibilidades presidenciales para el 2003. Como
contrapartida, a De la Rúa le interesa mantener el diálogo abierto con los gobernadores
exitosos como llave para negociar las leyes que necesita en el Congreso. En
Gobierno entienden que a medida que se acerquen las próximas elecciones, el poder de este
grupo se fortalecerá en la misma medida en que decaerán los liderazgos de Menem y
Duhalde.
En la conferencia de prensa posterior, los gobernadores buscaron mostrar sus diferencias
con la vieja guardia. De la Sota explicó que aunque no estuviera de acuerdo con la suba
de impuestos, los justicialistas debemos apoyarlo a De la Rúa. Y así como en
los días previos Ruckauf se había desligado de la suerte de los ex funcionarios del
menemismo como el ex titular del PAMI, Víctor Alderete, De la Sota dijo que la
Justicia es muy clara: cuando hay un hecho presuntamente delictivo el gobernante tiene que
cumplir la ley y ponerlo a disposición de los magistrados.
A los gobernadores parece resultarle útil a su estrategia aparecer junto al Presidente
hablando de las políticas nacionales. Por ejemplo, relataron que le plantearon la
necesidad de convocar al Consejo Nacional de Seguridad para después de las fiestas. Su
idea es que así como hay que buscar una política común para el desempleo, hay que
repetir la tarea en el área de seguridad. Si estamos buscando un trabajo común con
De la Rúa no es, como algunos piensan, una especulación mezquina. Es todo lo contrario,
es pensar realmente grande, dijo Ruckauf.
Según un participante de la reunión, en el encuentro no hubo lugar para las rispideces.
Eso pese a que algunos gobernadores sienten que el Ejecutivo no les está respondiendo
como se merecen, luego de todas sus declaraciones a favor de la gobernabilidad. Por
ejemplo, Ruckauf se queja de que la Alianza que domina la Legislatura todavía
no le aprobó el presupuesto. Igual, De la Rúa siempre se preocupa porque no se vayan con
las manos vacías. De la Sota contó que el Presidente recibió de buen agrado
su propuesta de que en la mesa de discusiones con Brasil seincorporen los ministros de
industria de todas las provincias donde hay automotrices radicadas. Entonces, en las
futuras negociaciones habrá delegados de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Tucumán y
Tierra del Fuego.
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