Por Adrián H. Mouján En el peronismo
porteño la diáspora es un hecho. El senador bonaerense Antonio Cafiero lanzó ayer en
forma no oficial su candidatura a jefe de Gobierno, rodeado por los dirigentes que
resultaron perdedores en la interna partidaria, en un acto que contó con la presencia del
ex jefe del Ejército Martín Balza. Mientras que, horas después, el candidato a titular
del Ejecutivo porteño, Raúl Granillo Ocampo, aseguró que no va a renunciar a su
postulación y amenazó con concurrir a la Justicia si se decide la intervención del
partido. Pero Domingo Cavallo, la gran esperanza del sector que respalda a Granillo,
decidió cerrar las puertas a cualquier alianza a nivel institucional con el PJ, debido a
que consideró que tanto el ex ministro de Justicia como Cafiero son candidatos del
menemismo y no quiero nada con ellos.
Ayer al mediodía, en el Hotel Castelar, Antonio Cafiero dijo que estaba dispuesto a
convertirse en un vehículo de la unidad y el triunfo, aunque la fiesta no fue
completa, ya que el senador bonaerense conservó la actitud que siempre mostró a la hora
de las pujas internas, al condicionar su candidatura a que se logre una unidad, tarea que
les encomendó a los dirigentes que lo impulsan. El acto de ayer mostró la primera grieta
en la estrategia que Cafiero reclama, ya que entre los presentes no se hallaban ni
Granillo ni el senador Carlos Corach ni el diputado Miguel Angel Toma, ni la mayoría de
los integrantes de la lista de legisladores. Consultados por Página/12, colaboradores de
Cafiero dijeron que los dirigentes de la actual conducción partidaria habían sido
invitados pero decidieron no asistir.
Por esas horas, Corach y Toma se habían reunido con el senador mendocino Eduardo Bauzá,
en las oficinas de éste, para analizar la situación del distrito. Desde el despacho de
Bauzá repitieron que no está pensada una intervención al distrito, la cual debería ser
resuelta por el Consejo Nacional Justicialista en pleno. La intervención es reclamada por
el sector que impulsa la postulación de Cafiero, como alternativa a la decisión de
Granillo de mantenerse en sus trece.
Al lunch del Castelar asistieron dirigentes locales y nacionales del PJ, que decidieron
acompañar a Cafiero en su desembarco. Por esa razón, el senador se reunió por la
mañana con los diputados Daniel Scioli, Javier Mouriño y Eduardo Rollano, los
legisladores Kelly Olmos y Alicia Pierini, además de Mario Pacho
ODonnell. Según relataron a este diario allegados a Cafiero, cuando este grupo de
dirigentes presionó al senador para que se postulara, el veterano dirigente contestó de
manera tajante: Yo tengo muchos años de peronismo y a mí nadie me va decir qué es
lo que tengo que hacer. Mis tiempos no son los de ustedes. Yo estoy dispuesto a ser prenda
de la unidad, pero ustedes deben trabajar para lograrla.
En la oficina del senador dijeron que Antonio no quiere ser el candidato de una
intervención, y si acepta ser candidato va ser el candidatos de todos: Granillo, Toma,
Corach y el resto de la gente. En el Castelar, el ex jefe del Ejército Martín
Balza, a quien se menciona como posible candidato a legislador, intentó negar la especie,
pero luego admitió que ésa era la intención de Carlos Menem. Mezclados con el militar
aparecían Miguel y Pablo Unamuno, José María Castiñeira de Dios, el Chango Farias
Gómez, el auditor porteño Vicente Brusca y Ginés González García. Otros que dijeron
presente fueron el procesado ex ministro de Trabajo Antonio Erman González, Eva Gatica,
Jorge Castro, Raúl Rabanaque Caballero, Víctor Ramos, Ana Kessler y Alberto García
Lema. También se acercaron a brindar su apoyo los sindicalistas Ramón Valle (seguros) y
José Luis Lingeri. Y como una señal de los continuos movimientos en el PJ Capital,
Cafiero recibió el claro apoyo de Jorge Castells, Inés Pérez Suárez, que hasta hace
unas semanas reportaban a Granillo Ocampo, y de Santiago de Estrada, quien renunció a ser
vicejefe de Granillo.
Por la tarde, Granillo, en la presentación de su plataforma de gobierno, reiteró que él
es el candidato del peronismo política y legítimamenteelegido el 11 de
abril. Ante la consulta sobre la amenaza de una intervención, el riojano contestó
que no existe tal posibilidad, y en caso de que así ocurra, protestaremos y
concurriremos a la Justicia. Granillo admitió que Carlos Menem le había pedido que
incorporara a extrapartidarios como Balza, el ex canciller Guido Di Tella y Martín
Redrado, pero dijo que esto debe ser resuelto por el congreso metropolitano. La inclusión
de nuevos nombres y la sanción de una ley electoral en el distrito obligaría a modificar
la lista, lo que le permitiría a la conducción partidaria vengarse de los díscolos,
postergándolos en la nómina.
Borocotó con el Mingo
El candidato a jefe de gobierno porteño de Acción por la República, Domingo Cavallo,
rechazó la posibilidad de negociar con Carlos Menem o con Carlos Corach, una alianza para
que el peronismo apoye su postulación a jefe de gobierno porteño. Con Menem,
Corach y la gente que viene del menemismo, obviamente que no queremos trabajar, porque
ellos no suman, dijo el candidato de Acción por la República (AR), cerrando así
toda posibilidad de un acuerdo con el PJ Capital en la primera vuelta, aunque no descartó
su interés de llevarse los votos peronistas en la segunda vuelta.
El menemismo como fuerza política tiende a desaparecer, a diluirse, fue otra
frase de Cavallo durante la presentación de Eduardo Lorenzo Borocotó como incorporación
al frente que impulsa AR. Esta coalición la integran los duhaldistas Alberto Iribarne,
Jorge Argüello y Alberto Fernández, y las independientes Marta Oyhanarte y María
Eugenia Estenssoro. |
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