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En el peor momento de las relaciones al interior del Mercosur entre Brasil y la Argentina, y en el contexto del éxodo de empresas autopartistas al vecino país, el Gobierno nacional, avalado por los tres principales gobernadores de la oposición, decidió que si en las próximas horas no se llega a un acuerdo con los negociadores brasileños para la prórroga del régimen automotor que vence mañana, la extensión se producirá de manera unilateral. Esta fue la principal conclusión del encuentro mantenido ayer entre Fernando de la Rúa y los gobernadores peronistas de Córdoba, Buenos Aires y Santa Fe, al que también asistieron los ministros Adalberto Rodríguez Giavarini y José Luis Machinea, y la secretaria de Industria, Debora Giorgi. En declaraciones previas al cónclave, el ministro de Relaciones Exteriores, Rodríguez Giavarini, destacó que las relaciones con Brasil se encuentran en su peor nivel histórico debido a los graves errores políticos cometidos por la anterior administración, como el fallido proyecto de ingreso a la OTAN y las sugerencias de política monetaria al gobierno de Fernando Henrique Cardoso. El canciller sostuvo la opción estratégica para la Argentina de remontar esta relación más allá de los obstáculos que se registran en temas del intercambio comercial, por caso, en el sector automotor y opinó que las tratativas para el acuerdo transitorio, que se extenderá por 60 días a partir del 1º de enero, no están cerradas, ya que se espera una última respuesta de los negociadores brasileños, con quienes se trabaja en la confección de decretos simétricos. No obstante, Giavarini explicó que si no se consigue el acuerdo, el Gobierno argentino procederá de manera unilateral para adoptar las medidas que considere más convenientes en defensa de la industria nacional. El tema Mercosur parece levantar cada vez más presión. El anuncio de la autopartista estadounidense Delphi de trasladar su planta cordobesa, que ocupa a 400 trabajadores, a Brasil, por la fluctuante actividad de nuestros clientes en la Argentina, según directivos de la empresa, despertó la preocupación tanto del Gobierno nacional como de algunos empresarios locales. Aunque las declaraciones fueron posteriormente relativizadas, el presidente de Iveco, Giancarlo Boschetti, había insinuado la posibilidad de devaluación como única salida para superar la diferencia de competitividad emergente de la devaluación del real. En tanto, en el mencionado encuentro en el que Fernando de la Rúa se reunió con los gobernadores De la Sota, Ruckauf y Reutemann, las partes mostraron su preocupación común por el impacto que sobre las economías regionales está teniendo el éxodo de empresas y estuvieron de acuerdo en que, de no lograrse la sanción de un decreto espejo que prorrogue el régimen por 60 días, se presente un pedido de prórroga ante la Organización Mundial de Comercio. Por su parte, Giorgi sostuvo que el decreto de prórroga mantiene el statu quo, pues continúa la forma de medición del componente nacional y dejamos para la discusión de la Política Automotriz Común la definición del contenido local, ya que la Argentina aspira a una composición superior a la que Brasil propone. El Gobierno argentino envió anoche su contrapropuesta a Brasilia. Esperamos la respuesta, pero estamos contra reloj, explicó Giorgi.
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