El democristiano Helmut Kohl gobernó Alemania por 16 años. Ayer la fiscalía de Bonn abrió un juiciopara que explique de dónde sacó millones de marcos.
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El Paísde Madrid Por Ciro Krauthausen Desde Berlín Helmut Kohl, canciller alemán entre 1982 y 1998, será investigado judicialmente por malversación de fondos en perjuicio de su partido, la Unión Cristiana Democrática (CDU). La fiscalía de Bonn así lo notificó ayer al Bundestag, la Cámara baja del Parlamento, que tiene de plazo hasta hoy para objetar la apertura de un sumario que se centra en el cargo de financiación ilegal de la CDU. Uno de los miembros de la comisión encargada de velar sobre la inmunidad parlamentaria adelantó ya que se dará curso a la solicitud de los fiscales. Los fiscales no ven motivo para abrir una investigación sobre blanqueo de dinero, fraude y perjurio, tal como se solicitaba en varias de las 14 demandas judiciales recibidas. El ex canciller Kohl, por su parte, expresó su confianza en la labor de las autoridades judiciales y anunció que apoyará la investigación. En un breve comunicado dado a conocer ayer, la fiscalía de Bonn afirma que existe una sospecha inicial de que el ex canciller democristiano incurrió en malversación de fondos al haber aceptado, como él mismo ha admitido en una entrevista televisiva, al menos 2 millones de marcos en donaciones ilegales entre 1993 y 1998. Según la legislación alemana, los partidos tienen que informar al Parlamento de las donaciones que reciben. Para decidir la apertura del sumario, la fiscalía examinó la avalancha de informaciones periodísticas sobre la contabilidad paralela que mantenía la CDU en los años noventa (y sobre todo las declaraciones del mismo Kohl a los medios), al igual que documentos remitidos por los abogados defensores del ex canciller y la fiscalía de Augsburgo, que investiga la entrega de un millón de marcos al tesorero de la CDU por un traficante de armas, en 1991. Al contrario de lo que se argüía en varias denuncias judiciales, los fiscales no han descubierto indicios de blanqueo de dinero, fraude y perjurio. La inminente apertura del sumario fue notificada ayer al presidente del Bundestag, la Cámara baja del Parlamento, el socialdemócrata Wolfgang Thierse, quien a su vez la comunicó a la comisión encargada de velar sobre la inmunidad parlamentaria que ahora cuenta con 48 horas para objetar el procedimiento. No obstante, un integrante de esta comisión anunció ayer que, como en otros casos, la apertura del sumario será autorizada sin objeción alguna, con lo que la investigación podría iniciarse el lunes, tal como prevé la misma fiscalía de Bonn. Una de las preguntas más acuciantes a las que se verá enfrentado el ex canciller ante la fiscalía de Bonn será la de quiénes fueron aquellos anónimos benefactores que entregaban en efectivo sus donaciones al mismísimo canciller. Kohl hasta ahora no ha querido revelar su identidad, y en este punto se sabe respaldado por un 58 por ciento de los alemanes, que, según una encuesta, rechazan que rompa su palabra de honor. Otra cosa es la que piensa la secretaria general de la CDU, Angela Merkel, que ayer volvió a instar al canciller a que revele estos nombres. Según Kohl, el dinero se destinó a apoyar las estructuras partidistas de la CDU en el este de Alemania.
UN COMANDO PARAGUAYO BUSCARIA A OVIEDO EN
URUGUAY La mejor estrategia en una guerra de nervios es la magia parece pensar Lino Oviedo. Y le está dando resultados. Sus apariciones en las sombras desde algún lugar de Paraguay quitan el sueño al inestable gobierno del colorado Luis González Macchi. Pero aún más desquiciantes resultan sus misteriosas desapariciones. En un abrir y cerrar de ojos, el ex general colorado pero ético pasa de estar oculto en una localidad sureña del país a infiltrarse en la colonia paraguaya residente en Uruguay, como publicó ayer el diario La República de Montevideo. Aunque también podría seguir prófugo en suelo argentino, tal como repiten incansablemente funcionarios y antioviedistas colorados en Asunción, que ayer expulsaron al ex presidente Cubas del partido.El quid de la cuestión es dónde está el tan preciado escondite desde el que Oviedo lanza sus amenazas. Según La República, la pista más firme es Uruguay. Bajo el título Gravísima violación a la soberanía uruguaya, el diario aseguró que un capitán de aviación y tres suboficiales ya se encuentran en Uruguay en busca de Oviedo y que el comando paraguayo realiza desde hace 10 días operaciones secretas en la colonia paraguaya. Pero el encargado de negocios de Asunción en Montevideo, Rigoberto Gauto, retrucó que es una información falsa, con detalles poco creíbles, porque siempre estoy en contacto con la colonia paraguaya y no tengo ningún indicio sobre el tema. Además el propio canciller ha afirmado que probablemente Oviedo se encuentre en Argentina, agregó. Es que Oviedo suelto en Paraguay sería un problema para González Macchi. Las sucesivas y masivas purgas de militares oviedistas a cargo del gobierno dieron un resultado más que modesto: la respuesta corporativa del ejército, tanto a favor como en contra del antiguo jefe de la institución, ya no puede darse por descontada. Pero no lograron hacer desaparecer la posibilidad de que sus seguidores reaccionen a un llamado suyo desde las entrañas de las tierras guaraníes. Por las dudas, el Partido Colorado expulsó de sus filas a 20 oviedistas y al supuesto cómplice de Oviedo, Raúl Cubas.Por lo pronto, Oviedo se muestra decidido a mantener su tradicional gravitación en la vida política paraguaya: ayer, desde su guarida secreta, aseguró a Radio Montecarlo de Asunción que está gestionando la expulsión de su país del Mercosur. El argumento: su falta de legitimidad democrática, por no haber surgido de elecciones populares sino de un arreglo después del sangriento marzo paraguayo en el que fue asesinado el vicepresidente Luis María Argaña. El medio: recurrir a la cláusula democrática tan defendida en los foros internacionales por los socios comerciales de Asunción. No tengan dudas de que estoy en Paraguay, advirtió ayer Oviedo en su segunda aparición en los medios desde su fuga de los custodios argentinos. Y volvió a desaparecer.
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