Por P. V. Luca Di Montezemolo,
presidente de Ferrari, contó la anécdota personalmente: Llamé a la casa de
Schumacher en Ginebra y me atendió la hijita. Me dijo que el padre estaba en el jardín,
calzado con botines de fútbol. Pensé si ya puede patear una pelota, entonces puede
volver a correr. Así fue como regresó al Mundial de Fórmula 1, en Malasia, el 17
de octubre. Pese a haber sufrido el más grave accidente de su carrera deportiva,
que lo puso al borde del retiro, y de haber pasado tres meses sin correr, Michael
Schumacher fue el automovilista que más dinero ganó en el año, aunque, por cuarta
temporada consecutiva, fracasó en su intento de salir campeón con Ferrari. Schumacher
ganó, en 1999, unos 85 millones de marcos, es decir, 44,5 millones de dólares, según
reveló la agencia alemana DPA, muy por encima de lo que recibieron otros pilotos
germanos, como su hermano Ralf, el piloto de Williams que ganó 3,9 millones pese a no
haber vencido nunca en la temporada; o Heinz-Harald Frentzen, que corriendo para la Jordan
ganó este año 2 Grands Prix la misma cantidad que Schumacher pero casi diez
veces menos dinero: 4,7 millones de dólares.Ni siquiera el bicampeón mundial de Fórmula
1, Mika Hakkinen, ganó tanto: el finlandés tuvo en 1999 un contrato con la McLaren que
le aseguraba 10 millones de dólares; entre sus obligaciones, debió entregar 60 días a
tareas de relaciones públicas para los sponsors del equipo inglés.Los ingresos del
corredor alemán provienen de fuentes tan diversas como el salario que recibe de Ferrari
(pagado por los sponsors del equipo), que este año fue, según el contrato firmado a
fines de 1997, de 30 millones de dólares; o los ingresos que percibe por la Schumacher
Collection, una diversidad de productos que llevan su nombre (desde remeras y gorras hasta
modelos de colección de los autos que corrió), sin olvidar los que percibe por
patrocinios, un total de quince contratos distintos: siete oficiales de Ferrari, y ocho
particulares, como la empresa de cosméticos LOreal -la última en sumarse que
le paga una cifra anual cercana al millón de dólares. En este último rubro se ve que la
muñeca de Schumacher es tan buena para la sinuosidad de los negocios como para las
curvas. Por ejemplo, el contrato para lucir en su gorrito (ver foto) el logo de la empresa
alemana de control de automóviles, Dekra, en vigencia desde 1996, cuando el alemán
llegó a Ferrari, no fue renovado para el 2000, ya que una banca germana ofertó 1,5
millón para ocupar ese lugar, y se quedó con el contrato.De todas maneras, las ganancias
de Schumacher que vive en Ginebra para ahorrar en impuestos no son líquidas:
su manager, Willi Weber (que a fines del año pasado y a comienzos de este manejó al
argentino Norberto Fontana), se lleva el 20 por ciento de todo lo que percibe el piloto.
Weber armó la estructura alrededor de Schumacher, desde los contratos publicitarios hasta
el agente de prensa (el alemán Heiner Buchinger, que fue obligado a renunciar por
Ferrari, cuestionado porque Schumacher aparecía más en la prensa alemana que en la
italiana), e incluso los negocios colaterales: para la última carrera de 1997, Weber
mandó confeccionar 100.000 remeras con la inscripción Michael Schumacher campeón
mundial 1997. Pero luego vino el choque con Jacques Villeneuve, la desclasificación
del campeonato, y Weber sufrió una pérdida cercana al millón de dólares... del dinero
de Schumacher.Lejos han quedado los tiempos en que Juan Manuel Fangio firmó en blanco el
contrato que la Alfa Romeo le ofreció hace 50 años, en 1950, diciendo con una sonrisa,
la cifra la ponen ustedes. En cuatro años con Ferrari, Schumacher recibió de
los italianos una cifra cercana a los 120 millones de dólares. Y todavía les debe el
título.
EXTRAÑA FUENTE ADICIONAL DE INGRESO
Seis millones son seguro
Una
extraña fuente de ingresos colaboró a llevar la ganancia total de Michael Schumacher
durante 1999 a 44,5 millones de dólares: los seis millones de dólares que le pagó una
agencia de seguros londinense por los tres meses en que el piloto no pudo correr a causa
de su accidente en Silverstone, el 11 de julio, hasta su regreso oficial, el 15 de
octubre. Ese día, Schumacher sufrió una doble fractura de tibia y peroné al estrellarse
a 107 km/h contra una barrera de neumáticos, durante el Grand Prix de Inglaterra. De
acuerdo con su póliza, la compañía de seguros Alexander Forbes estaba obligada a
pagarle 65 mil libras esterlinas, unos 104 mil dólares, por día de convalecencia: 4.333
dólares por cada hora de yeso. El 40 por ciento de esta cifra corresponde a un
plus de peligrosidad. Suena a mucho dinero pero, en realidad, es un caso
que no es muy diferente al de una persona común y corriente. Schumacher simplemente
calculó las pérdidas en concepto de ingresos, que en su caso son naturalmente más
elevados, explicó entonces un corredor de seguros vinculado al alemán, que indicó
además que la prima de la póliza de seguros le costaba a Schumacher unos 200.000 libras
(320.000 dólares) por mes. Varias agencias de seguros han ofrecido al piloto renunciar a
cobrarle la póliza si se ofrece para campañas publicitarias.Si Schumacher hubiera estado
un año sin correr, habría recibido del seguro 37,92 millones de dólares, una cifra no
demasiado lejana a las ganancias que recibió en 1999.
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