Por Carlos Polimeni El gobierno
nacional intervino ayer ATC, prometiendo un proceso de saneamiento de sus
finanzas y una refundación de su pantalla. El interventor que sería el
economista Juan Carlos Abarca, quien asumiría el lunes encontrará una empresa
en estado desesperante, según el diagnóstico concretado por el equipo de
trabajo que comanda Darío Lopérfido desde la Secretaría de Cultura y Comunicación, y
una pantalla vaciada de calidad y contenidos. La intervención del Poder
Ejecutivo se concretó vetando una ley sobre el funcionamiento de ATC y Radio Nacional
aprobada recientemente por el Congreso, que el presidente Fernando de la Rúa debía
reglamentar y promulgar. Nos parece que en parte la ley está bien, por ejemplo en
cuanto al control parlamentario de los medios, y que en otros puntos es floja, como cuando
propone que el déficit del canal sea trasladado al Tesoro nacional, puntualizó
anoche Lopérfido en declaraciones a Página/12. Ese déficit es de 70 millones de
dólares, 50 de ellos contraídos durante la gestión de Gerardo Sofovich, amigo personal
del ex presidente Carlos Menem. Desde este sábado habrá en el aire de ATC una
programación de emergencia, que se extenderá hasta marzo, aunque se pondrá en marcha lo
más inmediatamente posible un servicio de noticias pluralista y
creíble.Por otra parte, Lopérfido confirmó que el Gobierno vetó el decreto
por el cual el presidente Menem, en el último día de su gobierno, había canjeado las
deudas impositivas que los medios tienen con el Estado por espacios de publicidad,
afectando seriamente la recaudación de fondos del Comfer. La situación afectaba, entre
otros organismos, al Instituto Nacional de Cine y Artes Visuales y al Instituto Nacional
de Teatro, que reciben un 25 por ciento y un 8 por ciento, respectivamente, de los fondos
que recauda el Comfer. El Gobierno anunciará la semana que viene, según anticipó el
secretario de Cultura y Comunicación, el nombre del nuevo presidente del directorio de la
agencia oficial de noticias Télam. La semana que viene, también, se conocería el del
nuevo responsable de Radio Nacional, donde está trabajando por el nuevo gobierno el
publicista Mario Cella. La programación de la radio caduca mañana y durante dos meses se
resolverá cómo comenzará en marzo la temporada del 2000. Fuentes del Gobierno
desmintieron anoche que el nuevo director pueda ser el presentador de noticias Rodolfo
Pousá.En ATC estaban trabajando desde hace tres semanas dos hombres designados por el
nuevo gobierno. Se trata del productor televisivo Luciano Olivera y del realizador Rodolfo
Hermida, que ocupará un lugar de importancia en el área de Programación. Hermida viene
de integrar un grupo de trabajo del Instituto Programático de la Alianza, creado para
analizar qué hacer con el canal estatal, junto a Emilio Cartoy Díaz, Manuela Fingueret y
Gabriela Massuh, entre otros. El productor Eduardo Cura, que anoche evaluaba el
ofrecimiento, estaría al frente del área de Noticias del canal. ATC tiene una
planta permanente de 723 hombres, a los que se les paga sueldos por 3.500.000 dólares,
mientras el canal apenas recauda por mes, en concepto de publicidad, 350 mil, contó
anoche Olivera a Página/12. La anterior conducción pagaba además 250 mil pesos por mes
de honorarios artísticos a personas sin programas en la pantalla. Cura fue responsable de
Telenoche de Canal 13, Edición Plus, de Telefé, y 24
Horas de Azul, e iría como gerente del área de Noticias. Para un cargo inferior en
esa área también hubo un ofrecimiento a Antonio Fernández Llorente, que trabaja en TN y
Canal 13. En el área de Programación, podría trabajar junto a Hermida Cartoy Díaz,
director de la carrera de Periodismo Televisivo de TEA. En la de Noticias podría
desempeñarse el escritor y periodista Eduardo Anguita, autor, junto a Martín Caparros de
los tomos de La Voluntad.El secretario de Cultura y Comunicación no ahorró adjetivos a
la hora de justificar la decisión política de intervenir el canal estatal y vetar laley
que creaba la Radio y Televisión Argentina (RTA), con el fin de que ATC y Radio Nacional
tuviesen control parlamentario. Es difícil explicar el veto de esta ley sin
explicar antes la situación de ATC, que es desesperante, porque lo que ha hecho con él
el menemismo es una atrocidad, expresó. El canal está en una situación de
debilidad institucional como no ha tenido en su historia, fundamentalmente por algunas
gestiones vergonzosas, como la de Sofovich. La ley vetada proponía endosar al
Tesoro la deuda de 70 millones y eso, remarcó el funcionario, es totalmente
contradictorio con la realidad de que una de las principales luchas del Gobierno es contra
el déficit. El Gobierno, remarcó, propiciará la formación de una comisión
bicameral de seguimiento del manejo del canal, como propugnaba la ley vetada.ATC, dijo
Lopérfido, esta en una situación técnica mucho más cercana al cierre que a la
posibilidad de tener un normal funcionamiento. En ese estado, la decisión que
tomamos tiene por objetivo salvar lo. El Gobierno va a defender a ATC y Radio
Nacional como medios públicos, tomando medidas fuertes para que a partir de marzo puedan
tener programaciones adecuadas y viabilidad económica, agregó. La programación de
emergencia del canal estará compuesta de programas culturales, educativos y de ciclos de
cine. La que hoy usted puede ver en pantalla tenía un promedio conjunto de rating
inferior a un punto. Y costaba carísimo.
¿Qué hay que hacer con ATC?
Llegada esta situación, lo que hay que hacer es llevar a cabo una
refundación del canal, bajo la filosofía de un canal público y eficiente como nunca
hubo en el país. El nuevo ATC debe ser pluralista y mixto, con contenidos y calidad, con
una real incorporación de la gente del interior. Por otra parte, el Estado debe seguir
siendo considerado el motor, con un presupuesto acordado anualmente (Emilio Cartoy
Díaz).
ATC debería ser público no gubernamental, sin control parlamentario. Además,
debería eliminar el rating de sus preocupaciones. Un buen ejemplo podrían ser los
canales 3 de las grandes ciudades o los canales públicos de Estados Unidos, aunque
habría que pensar en una estructura más pequeña (Carlos Ulanovsky).
ATC debe estar solventado por el Gobierno, pero no ser del Gobierno. Tampoco debe
competir por la torta publicitaria siguiéndoles los pasos a las modas que imponen los
canales grandes. Un buen objetivo sería apuntar a los 6 u 8 puntos de rating que hoy no
tienen opciones en la TV argentina (Cecilia Laratro).
ATC no debe plantearse una competencia con los canales privados, sino su propio
funcionamiento. Sería interesante que se le ofreciera a la gente la posibilidad de votar
qué quiere ver (Patricio Contreras).
Era un gran canal que podía competir con los privados, pero fue destruido por la
fiesta menemista. Hoy debería plantearse la construcción de un canal cultural pero no
culturoso. Es decir, lo que la TV privada no hace, salvo casos muy puntuales como
Vulnerables. Ante todo, se tienen que terminar los negociados y buscar la
competencia con los demás canales, porque el Estado no puede solventar todo
(Alejandro Doria).
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