Por Romina Calderaro Durante estos
años de lucha, la mujer demostró que si algo no le falta es memoria. Y anoche, mientras
daba vueltas a la Pirámide de Mayo en la apertura de la decimonovena Marcha de la
Resistencia, recordó a este diario cómo fue la primera vez. Eramos setenta madres,
y a la noche nos quedamos solas con trescientos policías. Los organismos de derechos
humanos no nos querían acompañar porque decían que no creían en las Marchas de la
Resistencia, aseguró Hebe de Bonafini, presidenta de la Asociación Madres de Plaza
de Mayo. En 19 años, Hebe cambió de arriba abajo, según su propia
definición. Y festeja que las madres ya no estén solas. Ayer, a las nueve de la noche,
militantes de partidos de izquierda, desocupados, familias con nenes y estudiantes dijeron
presente en la plaza y cantaron, a voz en cuello: Madres de la Plaza, el pueblo las
abraza.
Dicen que la tierra es del que la trabaja. Si uno trasladara esa máxima a la Plaza de
Mayo, anoche, cualquiera que pasara por ahí habría jurado que la plaza es de las madres.
De espaldas a la Casa de Gobierno, ya estaba preparado un escenario. Y por todas partes
había puestitos de venta de libros, remeras y banderas alusivas. En otros puestos,
hombres y mujeres nucleados en diferentes movimientos de desocupados vendían gaseosas.
Pero lo más impresionante era el trabajo sobre la Pirámide de Mayo, que estaba rodeada
por una estructura cuadrangular construida con caños en la que estaban pegadas cientos de
fotos de desaparecidos.
A las nueve en punto, las madres empezaron con la histórica ronda de los jueves. Pero
ellas eran sólo la primera fila de una gran manifestación que giraba al compás de
Divididos y Los Piojos, cantando y batiendo bombos los de Quebracho, en zancos y con
peluca los que quisieron lucir sus conocimientos de circo, con fotos del Che Guevara
algunos militantes de izquierda. A esa hora llegó la actriz Cecilia Rosetto, que después
de saludar a Hebe fue derecho a comprar una remera azul con el clásico pañuelo.
Mientras tanto, un locutor anunciaba las adhesiones de los ninguneados de estas
democracias liberales. Entre ellos, los integrantes de la casa de Amistad
Argentino-Cubana y los docentes de la flamante Universidad Popular de las Madres, y
denunciaba la vergonzosa reparación económica que concedió el gobierno
menemista de acuerdo a disposiciones de organismos internacionales y reclamos de otros
organismos de derechos humanos.
En rigor, esta es la segunda Marcha de la Resistencia del año, ya que otros organismos de
derechos humanos organizaron, a principios de diciembre, la marcha en su fecha
tradicional. Bonafini decidió comenzarla ayer para recibir el año dos mil
combatiendo la injusticia. Hoy, a las 20.30, las actrices Rita Cortese,
Cristina Banegas, Mónica Santibáñez y Lucrecia Capello leerán parte de Mater, una obra
de Vicente Zito Lema. Y un poco más tarde, cuando el nuevo milenio esté por hacer pie en
la plaza, cantarán León Gieco y Víctor Heredia. A las doce, Bonafini dirá su discurso
y se irá a brindar a la Casa de las Madres junto a sus compañeras.
Son más de veinticuatro horas, pero como su nombre lo indica, la marcha se trata de
resistir. Reivindicamos la lucha de nuestros hijos porque creemos que la revolución
es el único camino para salir de este sistema injusto, decía el locutor de la
radio abierta mientras las Madres giraban alrededor de la pirámide. La marcha recién
comenzaba, y, como había pronosticado Bonafini el día anterior, la plaza era una fiesta.
¿Van a seguir dando vueltas o van a parar en algún lado? ¿a dónde van?, la
preguntó un nene, no más de cuatro años, al padre. Van a seguir dando
vueltas, contestó el padre, lacónico. La música se mezclaba con los bombos y el
olor a choripán y a asado, y a fuegos artificiales. Y las Madres caminaban orgullosas,
mirando hacia adelante, dejándose filmar y retratar por periodistas y fotógrafos
aficionados. Tan distintas y tan iguales a como eran hace 19 años. Distintas, porque los
años pasaron, contodo lo bueno y lo malo de que los años pasen. Iguales en su reclamo
histórico, el que las hace volver a la plaza cada jueves: Aparición con vida y
castigo a los culpables, pidieron una vez más, incansablemente, convencidas
todavía de que la única lucha que se pierde es la que se abandona.
DOBNIEWSKI RENUNCIO A SER ABOGADO DE LA AMIA
Algo que se derramó por el lavado
El
abogado Luis Dobniewski renunció como letrado de la AMIA en la causa en la que se
investiga el atentado contra la sede de la mutual judía, como consecuencia de haber sido
procesado por la Justicia federal por presunto lavado de dinero proveniente del
narcotráfico. Su dimisión ya fue aceptada. Las autoridades de la AMIA informaron que
Dobniewski será reemplazado por una comisión de destacados abogados.
La renuncia, de carácter indeclinable, fue presentada en una carta dirigida al titular de
la AMIA Hugo Ostrower, en la que el abogado manifestó su inocencia en el caso
en el que quedó involucrado y calificó como inexplicable la imputación en
su contra. Luis Dobniewski había sido procesado el miércoles pasado por el juez federal
Gabriel Cavallo por haber comprado una casa en el country Las Praderas a la viuda del
narcotraficante Pablo Escobar Gaviria. El ex abogado de la AMIA también fue embargado por
500 mil pesos.
Sobre toda consideración se impone preservar el reclamo de justicia de AMIA de
cualquier tentativa de menoscabo del mismo, con motivo de mi actual situación, dice
uno de los párrafos de la nota enviada a la AMIA. Dobniewski sostiene en ella que su
apartamiento también obedece a la inmediata decisión de concentrar todos mis
esfuerzos en la pronta y acabada demostración de mi inocencia respecto de la por
decir lo menos inexplicable imputación, que como es de público y notorio se me
formula en un sumario penal.
Ayer Ostrower evitó referirse en forma personal a los motivos por los que se
aceptó la renuncia y sostuvo que la AMIA se va a pronunciar sobre ese punto
en los próximos días, a través de un comunicado oficial. De todas maneras, señaló que
el alejamiento del letrado complica a la entidad como parte querellante en la
causa que lleva adelante el juez federal Juan José Galeano, puesto que Dobniewski tiene
un amplio conocimiento del expediente y los nuevos abogados tendrán que actualizarse en
el caso que acumula unos 60 cuerpos.
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