Por Claudio Zlotnik El mercado
accionario les dejó un sabor agridulce a los financistas. Si bien durante este año el
índice de papeles líderes MerVal arrojó una suba del 28 por ciento, constituyéndose
así en la mejor inversión del año, esta mejora no llegó a compensar la caída del 37
por ciento del año pasado. Por aquel entonces, en medio de la turbulencia financiera
internacional, la Bolsa local había sido una de las de peor comportamiento en el mundo.
En el 99, sin más tambaleos tras la devaluación brasileña, el Merval estuvo lejos
de los records marcados por los índices de Estados Unidos, Europa, Brasil y México. La
recesión económica les puso un freno a los papeles empresarios. En la city creen que el
2000 va a ser un buen año.
Con una suba del 1 por ciento en la última sesión, el MerVal cerró el año en 550,5
puntos, muy lejos del record de los 890 alcanzado en junio de 1992, y sin llegar a los 600
que la mayoría de los analistas había pronosticado para fin del 99. A lo largo del
año, las acciones se movieron con poca fuerza, sin lograr atraer a los inversores
internacionales. A diferencia de lo ocurrido en otros recintos de la región, la plaza
local pareció siempre tener una excusa para desalentar a los financistas: la campaña
electoral, la incertidumbre ante el recambio político tras diez años de menemismo y la
lógica desconfianza que genera un nuevo gobierno siempre bajo un contexto de parate
económico trabaron el arribo de las inversiones. Una muestra de ese desinterés lo
marcó el pobre volumen de negocios: casi nunca se superó los 30 millones de pesos
diarios. Incluso, durante diciembre el giro fue de 10 millones. Al respecto, el 2000 les
plantea un desafío: en el listado de los principales papeles ya no figurará YPF, la
principal atracción del recinto hasta su venta a Repsol.
Dentro del panel líder, Siderca sobresalió, acumulando una ganancia de 104,2 por ciento.
Astra (80,5%) y otra siderúrgica del grupo Techint, Siderar (55,1%) terminaron de
conformar el trío más exitoso. Justamente, las acciones siderúrgicas habían sido las
más castigadas durante el 98. Los bonos previsionales, en tanto, se ubicaron apenas
por debajo del rendimiento de las acciones. Y algunos bonos Brady recién recuperaron
terreno hacia el final del año, ante las señales a favor del cumplimiento del compromiso
fiscal para el año 2000.
Precisamente, fue durante el último trimestre que los demás recintos de la región le
sacaron una clara ventaja al de Sarmiento y 25 de Mayo. La Bolsa de San Pablo creció 68,8
por ciento y México, 87,6. En Nueva York, en tanto, la mejora fue del 24,9 por ciento,
mientras que el Nikkei japonés aumentó el 51,2. En Europa hubo alzas de hasta el 51,3
por ciento (París). Durante el período octubre-diciembre esos recintos fueron quebrando
record tras record, mientras el MerVal subió sólo el 2 por ciento.
En la city creen que esta racha alcista en las principales plazas será la que,
finalmente, termine impulsando a las acciones locales. La salida gradual de la
recesión y la percepción de que la Argentina es un país viable, que puede contener el
déficit fiscal, animará a los inversores internacionales, se esperanzó ante
Página/12 Freddie Tomsen, analista del banco de inversión holandés ING Barings.
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