The Guardiande Gran Bretaña
Por Suzanne Goldenberg Desde Nueva Delhi Ayer, mientras
las negociaciones para liberar a los 155 pasajeros secuestrados por séptimo día en el
avión indio estacionado en la ciudad afgana de Kandahar parecían congelarse, la opinión
pública india comenzó a respaldar la dura postura oficial de Nueva Delhi. En este clima,
las milicias talibanes que gobiernan Afganistán apostaron un tanque y camionetas
equipadas con misiles Stinger, ametralladoras y armas antiaéreas alrededor del avión, en
una muestra de fuerza para presionar a la vez a secuestradores paquistaníes y
negociadores indios. El encargado talibán de Relaciones Exteriores, Wakil Ahmad
Mutawakil, llamó a esto una situación normal. Pero la inquietud del régimen
quedó en evidencia cuando exigió a las partes llegar a un acuerdo en las próximas 24
horas. En caso contrario, forzarán a los secuestradores a abandonar el país con los
rehenes.Simon, uno de los pasajeros secuestrados, salió del avión por unas
horas para recibir cuidados médicos. Pero debió volver enseguida en medio de un ambiente
de creciente tensión. El principal problema es a dónde serán enviados los
secuestradores y a dónde irán los presos islámicos si son liberados, explicó el
ministro talibán. Pero el portavoz del ministerio indio de Relaciones
Exteriores, R. S. Jassal, aseguró que no existe ningún acuerdo de este tipo.
Y precisó que las discusiones entraron en una etapa delicada. El principal
temor de los talibanes es que el desenlace sea sangriento, y que se responsabilice a su
régimen. El coordinador humanitario de las Naciones Unidas para Afganistán, Erik de Mul,
confirmó que no está descartado un final violento si no llegamos pronto a una
solución.En Nueva Delhi, la opinión pública respaldó la posición del gobierno
según la cual rendirse a las demandas de los secuestradores dañaría inevitablemente el
prestigio nacional de la India. Días atrás, la noticia de que los secuestradores
militantes islámicos que buscan la anexión a Pakistán de la zona india de
Kashmir ampliaron sus demandas originales para exigir la liberación de 35
combatientes islámicos presos en cárceles indias, endureció el sentimiento
nacionalista. En Internet, en encuestas de opinión y columnas editoriales en diarios y
revistas, el respaldo público a los más de 150 pasajeros indios, principalmente jóvenes
parejas de vuelta de sus lunas de miel en Nepal, se trasladó hacia el gobierno indio.
EL GRAN SATAN QUIERE PASAR LA
FIESTA TRANQUILO
Todos los arrestos del milenio
Página/12en Estados Unidos
Por Mónica Flores Correa Desde Nueva York
Autoridades judiciales estadounidenses dijeron ayer que Lucía Garofalo, la mujer
canadiense arrestada la semana pasada en la frontera entre Canadá y Estados Unidos,
pertenece a la misma célula terrorista argelina que Ahmed Ressam, acusado de haber
intentado contrabandear materiales explosivos en su auto. Por su parte, el FBI interrogó
a varias personas en diversos estados sobre sus posibles vínculos con el terrorismo
islámico. Y en Brooklyn, Nueva York, las fuerzas de seguridad detuvieron a cuatro
individuos, uno de ellos con vinculación inequívoca con Ressam. Pero aunque se
multiplicaron las noticias sobre la presencia de extremistas argelinos en el país e
inclusive en la propia Nueva York, el alcalde Rudolph Giuliani salió nuevamente a calmar
los ánimos asegurando que los arrestos no implicaban una amenaza específica
contra la ciudad donde una multitud de más de un millón y medio de personas recibirá la
nueva centuria con una celebración gigantesca en Times Square. También el FBI anunció
una conferencia de prensa.El fiscal federal David Kirby puso a disposición del juez que
lleva el caso Garofalo documentos que probarían que la mujer está vinculada al grupo
terrorista conocido como GIA, que opera en Argelia y Europa. Los documentos fueron
provistos por un gobierno extranjero que Kirby no quiso identificar. En ellos se establece
que la canadiense está casada con Yamin Rachek, un argelino expulsado de Canadá por
portación de pasaporte falso.Rachek, quien actualmente vive en Italia, habría sido
arrestado en Londres en 1996, también por llevar un pasaporte falso, y tiene una orden de
captura en Alemania por robo. Según los documentos presentados ayer, Garofalo intentó
sin éxito persuadir a las autoridades canadienses de que vuelvan a permitir la entrada
del argelino al país. Coincidentemente, Garofalo fue detenida con otro argelino, Bouabide
Chamchi, que también viajaba con pasaporte falso.En los operativos realizados ayer por el
FBI y las fuerzas de seguridad de algunas de las ciudades más importantes de EE.UU., como
Nueva York, Boston, Los Angeles y Dallas, se detuvo a individuos que tendrían alguna
información sobre Ressam, dijo uno de los funcionarios. Algunos arrestos se hicieron bajo
sospecha de actividades terroristas y otros por violación de las leyes de
inmigración.Luis Freeh, director del FBI, se reunió ayer con funcionarios de
inteligencia canadiense para asegurar la continua coordinación de las fuerzas de
seguridad e inteligencia de ambos países. Aunque no hubo ningún hecho en
particular que originase esta reunión, estos permanentes intercambios a alto nivel
reflejan la importancia que ambas naciones asignan a que los esfuerzos de inteligencia y
seguridad estén bien imbricados. Con esta cautela, el FBI procuró tranquilizar a
la ciudadanía norteamericana del mayor peligro que ha sabido encontrar a su seguridad
desde el fin del comunismo.
El fantasma tras el avión Un fantasma recorre el mundo. Y la semana pasada hizo una parada en la ciudad
afgana de Kandahar, justo antes de que el avión indio secuestrado por piratas
aéreos paquistaníes aterrizara en territorio talibán. Desde los ataques a las
embajadas norteamericanas en Kenia y Tanzania en 1998, donde murieron casi 300 personas,
se convirtió en el enemigo público número uno de Estados Unidos. Es el multimillonario
saudí Osama Bin Laden, oculto y protegido por la milicia islámica que controla de facto
el 80 por ciento del país. El diario The Frontier Post de Pakistán publicó ayer,
citando una fuente cercana a Bin Laden, que el presunto terrorista abandonó la ciudad del
drama en la tarde del viernes. Pero aclaró que él niega toda relación con el
secuestro del avión. La fuente aseguró, en cambio, que las autoridades indias
lanzaron una propaganda mentirosa y que tomaron la posta en la campaña
internacional para culpar a Bin Laden por todos los crímenes del mundo. A mediados
de la semana pasada, el presidente Bill Clinton prendió el alerta rojo terrorista en
Estados Unidos ante la firme posibilidad de que se produjeran atentados de fin
de milenio. Y las autoridades del régimen talibán salieron inmediatamente a denunciar
que la alarma es un pretexto para lanzar otro ataque militar contra Afganistán por darle
refugio a Bin Laden. El Departamento de Estado pareció confirmarlo al insinuar que el
principal sospechoso de estar organizando los eventuales ataques es, por supuesto, Osama. |
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