El músico
George Harrison, uno de los míticos integrantes de Los Beatles, salvó ayer su vida
milagrosamente luego de ser atacado, dentro de su mansión en las afueras de Londres por
un hombre que lo apuñaló. El agresor, que tiene sus facultades mentales alteradas y es
nativo de Liverpool, como Los Beatles, fue reducido por el propio Harrison y su esposa, la
mexicana Olivia Arias, que también resultó herida. Harrison, que tiene 56 años, se
reponía anoche en un hospital de Londres de heridas en el pecho y en el vientre, pero
estaba fuera de peligro. El desequilibrado se llama Michael Abram, tiene 33 años y su
madre dijo ayer que estaba obsesionado con Los Beatles desde hace mucho tiempo. Un grupo
de concurrentes a un pub de la zona dijo a un programa de televisión inglés que Abram
solía deambular por locales nocturnos afirmando que Los Beatles eran brujos. La policía
confirmó a su vez que el agresor había sido detenido el año pasado luego de haber
destruido un poster del grupo, en un local comercial.Harrison presentaba dolores agudos
cuando fue internado en el Royal Berkshire Hospital de Reading, en la madrugada, luego del
ataque, que se concretó pasadas las 3.30, en tanto su esposa tenía heridas leves en la
cabeza, que se produjeron durante un forcejeo con Abram. Luego, fue derivado a un hospital
de mayor complejidad, en Londres. Harrison y su mujer se despertaron hacia las 3.30,
cuando se disparó la alarma de su residencia Friar Park, en Henley-on-Thames. Tras un
forcejeo, en el que Harrison pudo esquivar varias cuchilladas pero recibió otras, entre
ambos consiguieron neutralizar al asaltante. El hombre, que llevaba el pelo teñido de
blanco, fue reducido hasta que llegó la policía. Según los médicos, Harrison sufrió
un colapso del lóbulo derecho del pulmón. De haber sido más profundo, el pinchazo
podría haber sido mortal. La mansión, un ex convento de monjas, tiene l00 habitaciones y
una fortísima guardia de seguridad, que el agresor evadió sin que se sepa todavía
cómo. Uno de los temas más famosos de Los Beatles, Ella entró por la ventana del
baño, inspirado en un hecho real, es un humorístico relato de la paranoia del
grupo por los legendarios ingresos sorpresivos de sus fans a los ámbitos de su
intimidad.El mundo de la música reaccionó consternado a la noticia del intento de
asesinato, que se produjo l9 años 22 días después de que en Nueva York un fanático
desequilibrado, Mark David Chapman, baleara a John Lennon, acabando con su vida. El
también ex beatle Paul McCartney, con el que Harrison no tuvo buena relación durante
muchos años, dio las gracias a Dios por el hecho de que George y Olivia
estén bien. Les deseo lo mejor, declaró brevemente. Desde el asesinato de
Lennon, McCartney y Harrison viven en un estado cercano a la psicosis. La mansión en que
reside Harrison cuenta con un dispositivo de seguridad tan espectacular muros,
cámaras de vigilancia, puertas automáticas, guardias y perros que los vecinos se
refieren a ella como Fort Knox. Cuando estuvo en la Argentina, la seguridad de
McCartney impactó aún a los expertos en el tema: era comparable, en rigurosidad, a la de
un presidente de los Estados Unidos.Pero éste no fue el primer intento de asalto que
sufrió el más introvertidos de Los Beatles. En 1992, un fan estadounidense fue detenido
cuando intentó provocar un incendio al lado de un hotel en que se alojaba Harrison. Hace
dos años, tres hombres fueron descubiertos cuando intentaron cortar el cable de una
cámara de vigilancia de la mansión. El legendario productor beatle, Sir George Martin,
consideró ayer, sin embargo, que le parecía improbable que se haya tratado otra vez de
un fan loco. No cabe en mis pensamientos creer que el incidente tenga algo que ver
con la condición de ex Beatle de George. Creo más bien que se trató de un atraco
frustrado, de alguien que ingresó tentado por la casa, no por sus dueños,
manifestó.A diferencia de McCartney o Lennon, Harrison tuvo una relación ambigua con sus
millones de aficionados. Tímido y parco en palabras, Harrison siempre sintió angustia
por los desmayos en cadena de las admiradoras de los Beatles, en los primeros años del
grupo. Ante la histeria colectivaque provocaba el más importante grupo pop del siglo fue,
en consecuencia, el primero que se negó a realizar giras. En 1970, cuando se anunció la
separación del grupo, el comentario de Harrison rozó el alivio. Hay algo más en
esta vida que ser beatle, dijo. Pese a que siempre fue el más callado de los
Beatles, y que sus letras quedaron muchas veces a la sombra de las de Lennon o McCartney,
su influencia y particular interés en la música india se reflejaron en la etapa
intermedia y última de la banda en canciones como Within You Without You.
Pero además escribió otras varias canciones inolvidables, como Something
Taxman, Here Comes the Sun y Guitarra vas a llorar.
Tras la disolución de Los Beatles, Harrison comenzó una carrera solista, produjo el
concierto en beneficio de Bangladesh, hizo famosísimo su tema My Sweet Lord y
más tarde formó con Roy Orbison y Bob Dylan el grupo Traveling Wilburys. Produjo,
además, algunos films, sin mayor éxito económico o artístico. Pero hoy Harrison vive
casi totalmente retirado. La gente lo aprecia, pero en 20 años sólo ha estado dos
o tres veces en el pub, dijo David Cheney, camarero del pub Row Barge, del barrio en
que está ubicada su señorial mansión. Todos estamos consternados, pero muy
agradecidos de que siga vivo. Este año, Harrison había superado un cáncer de
laringe. Amigos, todavía no me voy a morir, tengo una suerte enorme, dijo al
revelar uno de los motivos de su ostracismo en los últimos años.Al caer la tarde,
Harrison ya bromeaba sobre el incidente. Cuando el mundo entero todavía hacía cábalas
sobre los móviles del agresor, afirmó: Lo que está claro es que no vino para
cantarme algo. Mark Gitten, director del hospital de Harefield, dijo por la noche
que está recuperándose pero no totalmente fuera de peligro. Se le puso un drenaje
en la herida del pecho, que tendrá que ser mantenido durante por lo menos 48 horas,
indic. Aunque no precisó la profundidad de la herida, el médico dijo que los pulmones no
fueron tocados y que la posibilidad de una operación fue descartada. Desde su
hospitalización, está mucho mejor y se siente bien, agregó. Harrison y su esposa
desean decir al mundo que se están recuperando bien, informó el director del
hospital.
Abarca en ATC El empresario Juan Carlos Abarca fue designado ayer como interventor en ATC,
cuya conducción asumirá el lunes. Su designación responde a la necesidad de
producir el saneamiento económico de la emisora que vive actualmente una situación de
extrema gravedad, indicó el secretario de Cultura y Comunicación, Darío
Lopérfido. Abarca, cuyo nombre fue anticipado ayer por Página/12, tendrá las
atribuciones del directorio, cuyos integrantes han cesado en sus funciones. El
interventor es un empresario de reconocida trayectoria en firmas como General Motors y
Pérez Companc, dijeron fuentes de la Presidencia de la Nación. En tanto, la decisión
del presidente Fernando de la Rúa de intervenir luego de vetar una ley aprobada por el
Parlamento para el manejo de ATC y Radio nacional causó un serio disgusto a la bancada de
la Alianza. El diputado y actor Luis Brandoni, uno de los propulsores de la medida, dijo
que está estupefacto por la decisión presidencial que lo sorprendió
desagradablemente. Yo no esperaba esto. Es posible que la ley pudiera mejorarse.
Incluso en el Senado se habló de la posibilidad de realizar correcciones a una o dos
cosas, pero realmente no me esperaba un veto, subrayó. Otro diputado aliancista
Rafael Flores afirmó que los parlamentarios es muy preocupado. Dijo que, si
bien tenía información que indicaba que la ley podía tener observaciones de parte de la
presidencia, no imaginaba que fueran en forma total. El legislador lamentó la
situación porque se trata de una ley que fue trabajosamente lograda y
consensuada. Flores adelantó que, luego del virtual receso estival del Congreso, el
interbloque de la Alianza deberá analizar en forma detallada el fundamento del
veto. Brandoni y Flores desestimaron el argumento económico que justificaría la
medida ya que, coincidieron, de todas maneras el Estado tendrá que hacerse cargo de
ese déficit. Lopérfido dijo, al anunciar la intervención, que era inadmisible que
la ley dispusiera que la deuda de ATC, de 70 millones de pesos, pasara al Tesoro Nacional. |
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