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Diseñan
aparatos que responden a señales nerviosas
Ratas
telekinéticas
El
País, de Madrid
La
idea del control cerebral de máquinas e instrumentos es parte de
la ciencia ficción, pero un nuevo estudio traslada este escenario
un paso más cerca de la realidad. Investigadores de varias universidades
de Estados Unidos han demostrado por primera vez que la actividad neuronal
grabada directamente del cerebro puede ser utilizada en tiempo real para
controlar un dispositivo robótico.
Los autores del trabajo, que se publica en la revista Nature Neuroscience,
entrenaron ratas para que obtuvieran agua con un brazo robótico
que se podía controlar presionando una pequeña palanca.
Cuando las ratas le daban a la palanca, los científicos analizaron
la actividad en las regiones cerebrales que controlan el movimiento, utilizando
un tipo especial de electrodo que puede grabar la actividad de muchas
neuronas simultáneamente.
Secuencias
Al analizar sus grabaciones con una computadora, los autores pudieron
identificar las secuencias relacionadas con el movimiento de las patas
de las ratas al accionar la palanca. Entonces reconfiguraron el aparato
de forma que el brazo robótico, el grifo, fue desconectado
de la palanca y pasó a ser controlado directamente por los impulsos
eléctricos de la actividad neuronal. En otras palabras, el cerebro
de la rata pasa a controlar el brazo robótico directamente vía
el electrodo y la computadora, en vez de a través de la médula
espinal y de los músculos de la pata.
Las ratas no tuvieron dificultad en mantener el control del brazo robótico
en su nueva configuración. Inicialmente, continuaron presionando
la palanca, a pesar de que ya no era necesario para mover el brazo robótico.
Muchos de los animales que participaron en el experimento, sin embargo,
aprendieron pronto que podían obtener agua a través de la
actividad cerebral por sí sola y dejaron de darle a la palanca.
Habían aprendido por el mecanismo de retroalimentación a
alterar su actividad cerebral para controlar el grifo.
La utilidad para gente con parálisis
Las implicaciones de este experimento en el desarrollo de herramientas
útiles para las personas que sufren parálisis son claras.
Este no es el primer experimento que utiliza la actividad cerebral para
mover una máquina pero representa un significativo avance respecto
de los anteriores en varios aspectos.
Otros intentos se han basado en señales grabadas de músculos
en el muñón de un miembro amputado o en señales eléctricas
cerebrales de la superficie craneal. El primer enfoque no sirve para pacientes
que han perdido el control de sus músculos debido a daños
en la médula espinal o por enfermedades neurodegenerativas, mientras
que el segundo permite un nivel de control muy poco preciso.
El nuevo estudio representa una prueba de que es posible actuar con señales
cerebrales, pero los autores reconocen que será necesario superar
varios obstáculos para empezar a pensar en aplicaciones médicas.
El éxito en este campo dependerá de la habilidad para obtener
grabaciones repetidas de las mismas neuronas en largos períodos
de tiempo.
Aunque los experimentos ahora comunicados se realizaron durante varias
semanas, esto sería demasiado poco tiempo para aplicaciones clínicas.
Además, el brazo robótico es una herramienta simple que
sólo se puede mover en una dimensión; la grabación
y decodificación de información suficiente para controlar
un dispositivo en tres dimensiones sería considerablemente más
difícil.
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