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Los abuelos
del software

Por Pablo Capanna


En la primavera del año 1900, unos pescadores de esponjas griegos que buceaban en el Egeo, cerca de la isla de Antikhitera, se toparon con los restos de un barco del siglo I a. C. y rescataron de su bodega unos fragmentos de bronce corroído, pertenecientes a un objeto difícil de identificar.
Las piezas fueron a parar a un museo. Recién medio siglo más tarde, un equipo dirigido por Derek de Solla Price reconstruyó el objeto y lo identificó como un instrumento de cálculo. Se trataba de un mecanismo de relojería, compuesto de ruedas dentadas. Girando una manivela, permitía leer en un dial la posición actual del sol y de los planetas en el zodíaco. No sabemos si se usaba para la navegación, si servía hacer cartas natales o era un simple juguete, pero es único: no se conoce ninguna mención de un artefacto similar en documentos de la época.
Price, quien años más tarde se daría conocer por sus estudios sobre el crecimiento exponencial de la comunidad científica y la acumulación del saber a través de la historia, escribió que un objeto tan parecido a una calculadora analógica sencillamente no podía existir en los tiempos de César. Sin embargo, los técnicos alejandrinos ya habían inventado cosas como el odómetro, un sofisticado mecanismo de relojería que usaban para medir distancias terrestres o la eolípila de Herón, que si bien no tuvo ninguna aplicación práctica, era una verdadera turbina de vapor.
El descubrimiento de este instrumento no sólo sirvió para recordarnos cuántas lagunas guarda aún la historia de la ciencia y la tecnología. Nos permite especular que una tecnología similar quizá llegara a transferirse de los árabes durante la Edad Media, de modo que el artefacto podría ser uno de los más remotos antecesores del reloj mecánico, y hasta de la calculadora de Pascal.
La máquina de Antikhitera quizá tenga el privilegio de ser la primera muestra de hardware que conocemos. La historia del software también se remonta bastante lejos, y está muy ligada a la evolución tecnológica.
El árbol de Porfirio
Allá por el siglo III Porfirio, un filósofo neoplatónico, escribió un tratado que ejercería una gran influencia sobre la lógica, por lo menos enlos mil años siguientes. Porfirio estaba empeñado en construir una tabla de las categorías, esto es, los conceptos de mayor alcance que pueden a llegar concebirse, tales como espacio, tiempo o movimiento.
Aplicaba el método platónico que consistía en definir cada entidad por el género al cual pertenece y por la diferencia que lo distingue. Diseñó un diagrama en forma de árbol invertido, que partía del “género supremo” (la sustancia) e iba bifurcándose por medio de sucesivas divisiones hasta acotar la “especie ínfima”. Por ejemplo, partiendo de “sustancia” se podía trazar una ruta que llegaba hasta el individuo concreto, mediante sucesivas opciones: