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Diálogo con Inés Velasco, investigadora del Departamento de Ciencias de la Atmósfera de la UBA

Antes de la lluvia

Por Leonardo Moledo

Inés Velasco es doctora en ciencias meteorológicas, profesora asociada con dedicación exclusiva de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires, investigadora del Departamento de Ciencia de la Atmósfera, su tema de investigación son los satélites meteorológicos. �Primero, me quejo del frío, ¿no? Me parece que el Departamento de Meteorología es el lugar más apropiado. �Ahora es el Departamento de Ciencias de la Atmósfera. �¿Por qué el cambio? �Porque la meteorología está más asociada con los fenómenos que ocurren entre la superficie y los 20 mil metros de altura, pero ahora hay temas como el agujero de ozono, el calentamiento global, el Niño, que tienen que ver con la interacción entre el océano y la atmósfera. �Ciencias de la atmósfera� es más global que �meteorología�. �Bueno, estamos en épocas de globalización. ¿Va a llover o no va a llover? �Sí, en cambio meteorología parece más asociada con si va a llover o no va a llover. �Hay una cosa con esto de si va a llover o no va a llover. Los meteorólogos tienen una cierta mala fama, yo creo que completamente injustificada. �Sí, porque como profesional me duele que me digan �vas a acertar�, como si fuera la lotería. Y la meteorología es como la medicina. Un médico puede hacer un diagnóstico y un pronóstico, lo que busca un meteorólogo es lo mismo: cómo va a evolucionar la situación y qué es lo que va a pasar. �De hecho, si se hace una estadística, más o menos pasa lo que dicen que va a pasar. �Ah, claro, es obvio. Pero la gente recuerda la equivocación puntual. �Además, una cosa es ahora y otra hace treinta años. �Desde ya: hoy hay satélites, hay radares, sensores, y aparatos llamados �lidars� para determinar perfiles de viento. Están las comunicaciones además, uno tiene datos de todos lados �el tiempo atmosférico no tiene fronteras, como se imagina�, incluso de fenómenos que no son estrictamente meteorológicos, como El Niño, pero que producen respuestas meteorológicas. Hoy en día los pronósticos son bastante precisos. Plazos y no objetivos �Y además, el pronóstico se hace cada vez con plazos más largos. �¿Qué plazos? �A 24 horas se sabe qué va a pasar, con mucha seguridad �lo cual no implica que no pueda haber errores de vez en cuando, claro está�; pero se pueden diagnosticar las condiciones generales con bastante certeza a unos diez días. Y ahora se trabaja en diagnósticos climáticos estacionales, esto es, cómo van a ser la primavera o el próximo verano. Fíjese que estos tipos de pronósticos son muy importantes para la producción agrícola. EnEstados Unidos, por ejemplo, los pronósticos estacionales pueden marcar el precio futuro de los granos. �Pero el pronóstico estacional no es tan preciso. �El pronóstico estacional está en desarrollo, se pueden fijar tendencias, si la estación va a ser más o menos lluviosa, o más o menos fría. Lo que pasa es que se trabaja con promedios y es muy difícil hacer pronósticos estacionales locales. Si uno toma un área como la pampahúmeda, se puede llegar a la conclusión de que la estación va a ser seca, y eso puede cumplirse, pero no significa que en determinado punto sea seca. La escala interviene. Llueve de noche �¿Y cuál es su tema de investigación? �Aplicación de sensores remotos, en particular los satélites meteorológicos y esto surgió por mi estadía en Estados Unidos. Mike Frith, mi director de tesis, tenía noticias de que la Argentina es un país donde las grandes lluvias son preferentemente nocturnas. �¿Es cierto eso? �Sí, está demostrado. Hay toda una zona de nuestro país donde hay mayor frecuencia de precipitaciones a la madrugada, y hay una zona de EE.UU. donde pasa lo mismo: las grandes lluvias, las grandes tormentas son a la noche o a la madrugada. �¿Y por qué? �Porque hay relaciones con lo que es estabilidad en la atmósfera, calentamiento y circulación del aire, y hay ciertos movimientos, que nosotros llamamos �jet�, que se dan en los niveles altos o en los niveles bajos y hay corrientes que se desarrollan durante la noche que pueden favorecer estas grandes tormentas. �Eso no pasa en Buenos Aires. �No tan frecuentemente pero pasa, a veces llega el jet. Un jet es un máximo de viento, que transporta lo que necesita una tormenta, que es aire caliente y húmedo. Aire caliente y húmedo transportado a niveles altos es uno de los ingredientes importantes de una tormenta. Cortoplacismo �Ahora, hablando de pronósticos... usted me preguntaba por los pronósticos a largo plazo, pero otra cosa muy importante es el corto plazo. Es muy bueno saber lo que va a ocurrir en los próximos meses, pero también es muy importante saber lo que va a ocurrir dentro de las próximas seis horas, que es crucial para la navegación aérea, para lo que pasa en una ruta. Y esos fenómenos de muy corto plazo se desarrollan muy rápidamente y ahí la información de satélite y de radar es imprescindible. �¿Y esas cosas se pueden prever? �Hay herramientas que ayudan a prever. Pero nada es infalible. �Los problemas están en las puntas de la escala. Lo que va a pasar dentro de mucho y lo que va a pasar dentro de muy poco. Tormentas de un nuevo tipo �Bueno, me estaba contando una historia. �Sí. Resulta que en EE.UU. había un pronosticador que estudiaba los fracasos en los pronósticos de las grandes lluvias. El quería saber por qué fracasaban esos pronósticos. Le cuento que allí las grandes lluvias producen daños mayores que los tornados. �Los tornados tienen más prensa. �Sí, pero las grandes lluvias producen desastres mayores. Bueno, le contaba que este señor estaba tratando de averiguar por qué el pronóstico de esas grandes lluvias había fracasado. Y mirando las imágenes de satélite de esas tormentas, encontró una señal, una señal que se repetía en todos los casos. �¿Una señal? �Uno mira una imagen, la imagen de una tormenta y es como si mirara una ecografía. Y de pronto, se ve algo que tiene una forma muy definida y que persiste en el tiempo, y esa forma identificaba a ese tipo de tormentas que no se habían podido pronosticar. Vio una configuración nueva, que no se daba con lo que uno llama condiciones de tiempo severo �uno espera tormentas cuando la circulación en la atmósfera tiene una cierta forma�, y a esa señal él la llamó �complejos convectivos de mesoescala�, es decir, de escala intermedia. �Y ahí estaba la señal y nadie la había visto. �Nadie la había visto. Lo que yo hice fue revisar alrededor de 15 mil imágenes de satélite y encontrar que ese tipo de tormentas se dan en la Argentina. Y hubo una en particular en Buenos Aires, que fue la lluvia más intensa que se haya registrado aquí, a fines de mayo del �85. Cayeron casi 400 mm en 24 horas, fue el record para la ciudad de Buenos Aires: bueno, fue una de ésas. �A principios de este año hubo una tormenta terrorífica, que inundó la ciudad... ¿era de este tipo? �Estas no las estudié. Pero me acuerdo del 26 de diciembre del �97 y el 6 de febrero de �98, que creo que es muy probable que fueran de ese tipo. El departamento tiene ahora un equipamiento mejor, y tenemos capacidad de recibir imágenes de satélites y poder hacer un seguimiento de ese tipo de tormentas pero en ese entonces no estaban los aparatos. �¿Cómo se llaman estas tormentas? �MCC (mesoscale convective complexes), en inglés. �Ahora se pueden prever. �Sí. Los inviernos no son lo que eran �La gente dice que el tiempo no es el que era antes, que en invierno hace más frío y que en verano hace más calor... �Sí, uno escucha decir que los inviernos no son como antes. �¿Y es verdad? �Depende en qué período. Al fin y al cabo, todos los años hay invierno y nunca un invierno es igual al otro. Pero si uno promedia lo que pasa en un invierno, el invierno está definido. �¿Y hubo cambio en Buenos Aires? �No, no. Si hubo algún cambio, lo hubo por debajo del umbral que uno podría registrar. Lo que pasa es que la memoria no retiene los promedios. Si tenemos en cuenta la temperatura de hace dos días, agosto era inusual y la de hoy es un agosto muy frío. �Quiero aclararles a los lectores que este diálogo no es en tiempo real, y que lo que están leyendo en primavera, fue hecho en agosto, en días espantosamente fríos. Por eso me quejé del frío al empezar. �Bueno, y si toma el promedio me va a dar un agosto promedio, ni más frío ni más caluroso (en promedio), que un agosto de hace treinta años. La lluvia no tiene memoria �Y ahora aquí, ¿qué hace? �El tema de las tormentas MCC lo sigo, estimar cuánta lluvia producen. Para saber cuánto llueve se usan los pluviómetros. Pero los pluviómetros hacen mediciones puntuales, y no están distribuidas uniformemente. En un país como el nuestro hay áreas extensas no cubiertas. En cambio los satélites y los radares permiten hacer estimaciones en forma continua. En parte trabajo en ese tema y también en el tema del desarrollo de la lluvia, que está relacionado con las inundaciones y las crecidas repentinas de los ríos serranos. Estudiamos las características del suelo con los datos que proveen los satélites. �El suelo... �Sí, porque si uno analiza crecidas en el Paraná, las consecuencias van a ser muy distintas si el valle de inundación del río ya está mojado, o saturado que si está seco, entonces queremos saber no sólo si va a llover, sino cómo está el suelo. El meteorólogo �Un amigo mío, que es meteorólogo, me dijo una vez algo que recuerdo: la lluvia no tiene memoria y el suelo sí. ¿Es verdad? �Es que el suelo conserva, tiene propiedades que no tiene la lluvia, pero, sin embargo, esa memoria del suelo puede influir en la lluvia. �Cuénteme. �Si el suelo esta húmedo, hay evaporación y ahí está el combustible para la lluvia. No es el único, puede haber humedad por transporte pero es uno. ¿Y qué pasa? yo estoy hablando de suelos muy húmedos, pero desde el punto de vista de la agricultura también son importantes las sequías, entonces los satélites son tan útiles para estudiar los suelos saturados como los carentes de agua. Se analizan los períodos de sequía en la zona sudoeste de la provincia de Buenos Aires, y entonces uno puede determinar el estado de humedad del suelo y con qué periodicidad o con qué variación espacial eso se produce. Fíjese que en EE.UU. se produce en forma rutinaria, todos los días o semanalmente, un índice de humedad de suelo y eso permite determinar las regiones del país que están en condiciones buenas o malas para la agricultura, para la ganadería. Satélites �Los satélites, los sensores están siendo modificados e incrementados para que puedan leer determinadas características, porque cuando trabajan en el espectro óptico, no ven a través de las nubes, y entonces se incorporan sensores en microondas que permiten ver a través de las nubes. �Debe haber miles de satélites meteorológicos. �No hay miles. Son menos de diez pero uno puede tener una cobertura de la tierra cada media hora. Qué queremos saber �Y qué queremos saber, o qué más queremos saber de la atmósfera. �La atmósfera hoy es un desafío, conocer su comportamiento y su evolución porque es un sistema cambiante y complejo, hoy preocupa enormemente la contaminación de la atmósfera no sólo a una escala local sino global. Y por supuesto, los pronósticos estacionales que le decía, importantes para quienes deben prever la demanda, por ejemplo, para un invierno. En general, para todas las cosas, que son muchas, que dependen de las condiciones climáticas. �Y además, está el conocimiento de fondo. �Naturalmente. Lo que quiere saber un meteorólogo: la comprensión, cada vez más profunda y precisa de los fenómenos que ocurren en pequeña escala,en escala mediana y cómo interaccionan los fenómenos de las distintas escalas. Las descripciones de los fenómenos, de los huracanes, de los tornados, o de las grandes tormentas que producen lluvias son parciales, y el conocimiento está limitado por el instrumental para la observación y por la solución de las ecuaciones, que son muy complejas. Fíjese que los que utilizan las computadoras más complejas son los meteorólogos. La teoría del caos sale de un matemático dedicado a la meteorología, porque uno trata de ver el orden dentro de ese caos, entonces el desafío fundamental para el meteorólogo actualmente es encontrar las soluciones de esas ecuaciones. La carga principal está centrada en eso. El Sur también existe �Hay una diferencia muy grande entre el Hemisferio Norte y el Sur: el Norte es relativamente continental y el Sur es relativamente marítimo, entonces los sistemas de ecuaciones tienen una mayor cantidad de datos de entrada en el Norte que en el Sur, y los modelos que describen la circulación en el Hemisferio Norte dan mejores resultados, pero en el Sur, esa gran falta de datos para alimentar los modelos hace que los resultados no sean tan buenos. Bueno, y además hay miles de problemas, no se conoce todo, desde ya. �¿Por ejemplo? �Por ejemplo, hay teorías que predicen que si aumenta la temperatura va a aumentar la evaporación y entonces va a aumentar el efecto invernadero, pero eso se estudia con un modelo que representa esos efectos en forma aproximada. Pasa también con las nubes... Uno puede hablar de escala media donde se dan las grandes tormentas, un frente frío o... �Curiosa esa denominación tan política... �Surgió a principios de siglo, con los meteorólogos de la escuela noruega, porque con los pocos datos que se podían tomar en superficie, encontraron que podían distinguir ciertos cambios abruptos entre dos masas de aire. Y un frente es eso: una zona donde se producen cambios rápidos. Ellos observaron que esos cambios rápidos se desplazaban y que estaban asociados a centros de alta o baja presión... �Sigue sonando muy político... �Bueno, también existen los frentes de combate... El frente es frío cuando avanza de una zona fría a una más cálida y es caliente cuando se repliega... si uno lo asimila a un frente de batalla... �Perdón, pero la buscan en secretaría. �Aquí hay algo raro. Me parece que eso no lo dije yo. �No, claro que no, me lo dijo la secretaria que... �Sí, porque la están esperando... �Eso tampoco lo dije yo. �Es que me están esperando, realmente... �Bueno, entonces dejemos este diálogo aquí, ¿qué le parece? �Me parece bien. �Además, ya casi no tengo espacio, y si pongo una línea más, el diagramador me mata.