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Paleontología
a rayos láser
Los
nuevos detectives del pasado
Por Mariano
Ribas
Se
imagina a un grupo de paleontólogos disparando potentes rayos láser
en medio de una excavación? Es una escena rara, sin dudas.
Claro, normalmente uno asocia la búsqueda y extracción de
fósiles con elementos más bien tradicionales: picos, palas
y otras herramientas más pequeñas. Pero nunca con rayos
láser. Y bien, créase o no, un grupo de físicos e
investigadores norteamericanos asegura que los rayos láser podrían
ser de gran ayuda para la paleontología, especialmente en la separación
y limpieza de los restos, dos tareas tan delicadas como tediosas.
Ciencia artesanal
Los paleontólogos son apasionados detectives del pasado. Exploran
terrenos, hacen excavaciones y, fundamentalmente, buscan pistas y restos
fósiles que hablen en nombre de formas de vida ya ausentes. Y eso
no es nada fácil, porque una vez que se descubren esos restos,
hay que tratarlos con sumo cuidado, porque son tan valiosos como frágiles.
Muchas veces, los fósiles están completamente incrustados
en las rocas o capas subterráneas que los han protegido
durante millones de años. Y sacarlos de allí enteros,
porque de eso se trata es un verdadero trabajo de artesano. Cada
pieza es todo un reto, y su liberación puede demorar semanas, o
aun varios meses. Eso sin hablar de la limpieza posterior, porque siempre
quedan residuos de roca y polvo adheridos. Y todo se hace a mano, con
la ayuda de pequeñas herramientas. Pero la tecnología láser
que ahora está hasta en la sopa estaría a punto
de cambiar esta historia.
Un anuncio prometedor
Puede parecer insólito, pero durante el ultimo encuentro de la
Sociedad de Paleontología de Vertebrados, en Denver, Estados Unidos,
el tema central no fueron los fósiles sino los rayos láser.
Y los principales protagonistas del evento no fueron los paleontólogos,
sino un grupito de físicos del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore,
de California. Normalmente, estos científicos trabajan en cuestiones
militares, pero en esta oportunidad, presentaron un interesante proyecto,
especialmente, para el paladar de los paleontólogos: un sistema
ultrapreciso de rayos láser, que permitiría cortar y separar
las rocas que envuelven a los fósiles, sin dañarlos en lo
más mínimo. Encima, el aparato ideado por los físicos
del laboratorio californiano también serviría para la limpieza
profunda de las piezas. Y todo a gran velocidad. Un verdadero chiche.
Poderosos y ultraprecisos
Pero con los rayos láser hay que tener cuidado. Especialmente cuando
tienen la potencia necesaria para estos menesteres: si pueden cortar rocas,
también pueden seguir de largo y cortar y romper a los fósiles
que contienen. Y eso sería un verdadero desastre. Pero parece que
estos físicos estudiaron con cuidado el tema, y la tienen muy clara:
su equipo cuenta con un ingenioso sistema de detección, que apagaría
al láser no bien comenzara a tocar al fósil.
La cosa es así: por empezar, no se trata de un rayo continuo, sino
más bien de una sucesión de pulsos brevísimos (de
apenas milésimas de segundo de duración). Y como estos pulsos
de láser son tan cortos, la capa de roca que los recibe se vaporiza
de a un micrómetro por vez (una milésima demilímetro).
En simultáneo, otro dispositivo analiza constantemente el espectro
de emisión del material vaporizado: si se está removiendo
la piedra, el láser sigue; pero si se detectan rastros de fósforo
(un elemento muy común en los huesos fósiles, pero rarísimo
en las rocas comunes), se apaga inmediatamente. Esta especie de diagnóstico
en tiempo real de la química del material atacado por el láser
sería el gran acierto del sistema.
Sí, sería, porque hasta ahora todo suena muy
lindo, pero no se han hecho pruebas concretas sobre el terreno. Durante
los próximos meses, el láser paleontológico tendrá
que demostrar su eficacia con fósiles hechos y derechos. Y, si
efectivamente funciona, de a poco, habrá que acostumbrarse a la
rara escena donde un grupo de paleontólogos podría empezar
a disparar potentes rayos láser.
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