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Una mirada
felina
Por Ileana
Lotersztain
El año: 2020. El escenario:
algún lugar del sudeste asiático. La escena: un grupo de
terroristas se prepara para lanzar un misil contra una de las ciudades
más pobladas de Estados Unidos. Pero lo que ignoran es que hay
un espía entre ellos que registra todos sus movimientos. El agente
secreto es un lindo gatito, que se comporta como los ojos de sus dueños:
todas las imágenes que ve se reproducen en una pantalla ubicada
a kilómetros de distancia.
Este no es el guión de la próxima película de James
Bond, pero podría serlo. En un experimento que parece de ciencia
ficción, un equipo de investigadores de la Universidad de California
en Berkeley conectó una computadora al cerebro de un gato y le
mostró varias imágenes de caras y de bosques. Usando un
programa de computación especialmente diseñado, los científicos
armaron después un video en el que aparecen las imágenes
que vio el felino. Las aplicaciones de esta experiencia son muchísimas
y prometen revolucionar especialmente la medicina y la informática.
Veo veo
Los doctores Garrett Stanley, Yang Dan y Fei Li realizaron en total 11
experimentos. En todos hicieron lo mismo: anestesiaron a los mininos y
les implantaron electrodos en el tálamo, una región del
cerebro del gato que se conecta con los ojos por el nervio óptico.
Después les mostraron imágenes en blanco y negro de caras
y de bosques y grabaron en una computadora la actividad de 177 neuronas.
Con una técnica de decodificación lineal, los
científicos interpretaron las ondas cerebrales y las transformaron
en imágenes.
Aunque las imágenes que obtuvieron son un poco confusas, los investigadores
aseguran en la revista Journal of Neuroscience que lograron reconstruir
escenas naturales con objetos reconocibles. Para obtener mayor nitidez
habría que usar más neuronas. De todas maneras, la imagen
nunca sería impecable. En estos experimentos se trabaja con datos
crudos: en el cerebro del gato, al igual que en el humano,
las señales de las células del tálamo se procesan
después en otras regiones del cerebro. Y ese procesamiento mejora
sustancialmente la calidad de las imágenes.
Mirada profunda
La comunidad científica vio con buenos ojos el estudio.
Algunos investigadores creen que éste es un paso importante
para entender cómo se representan y se procesan las distintas señales
en el cerebro y para comprender mejor el proceso de pensamiento.
Pero la mayoría de las miradas apunta a otro lado: los científicos
confían en que este trabajo pueda darle forma a la idea de conectar
miembros artificiales directamente al cerebro. Si se lograra conocer en
detalle cómo se presenta y se procesa la información en
las distintas zonas del cerebro, seguramente se podrían diseñar
dispositivos que se colocarían en el cerebro y se controlarían
con el pensamiento. Pero, aunque la idea es atractiva, es muy poco probable
que estos dispositivos puedan fabricarse en un futuro próximo.
La doctora Dan piensa que hay que tomarse las cosas con calma. Ahora la
gente de su laboratorio quiere investigar cómo sigue el procesamiento
de las señales visuales después del tálamo. Pero
quieren llegar mucho máslejos. La idea, a largo plazo, es poder
explicar cómo se capturan, se codifican y se vuelven a armar las
imágenes.
Dan explica que en el cerebro, la información se transmite
por medio de señales eléctricas, como en el código
Morse. Lo que nosotros queremos es entender el mensaje, el lenguaje del
cerebro.
Si las cosas salen como suponen los investigadores, entonces quizás
dentro de unos 20 o 30 años ya no sea necesario llevar una cámara
de fotos o una filmadora para traer un recuerdo de las vacaciones. Bastará
con grabar los paisajes en un pequeño dispositivo cerebral para
mostrárselos a la vuelta a los amigos.
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