EXCLUSIVO:
EL PELADO CORDERA ANALIZA EL WATCHA TOUR
Tocamos
en
la boca del lobo
El domingo
en Los Angeles terminó la gira de rock latino más grande
y ambiciosa que se haya realizado en Estados Unidos hasta ahora, con resultados
artísticos óptimos y mucho por mejorar en lo organizativo.
Aquí, imágenes de los shows del domingo en el Greek Theatre
y el lúcido testimonio del cantante de la Bersuit, ansioso por
volver antes del domingo para ver Lanús-Boca.
La
gira
Fue un cambio brutal salir de España y llegar a acá.
Hicimos 6100 kilómetros de Miami a Los Angeles, recorriendo lo
que sería toda la zona fronteriza con México. Entonces vimos
mucho el colapso que hay entre el latino, fundamentalmente el mexicano,
y el gringo propiamente dicho. El mexicano para defenderse del fascismo
y del nacionalismo que hay acá, de alguna manera reacciona con
más nacionalismo. Así que presentarnos en el marco de lo
que era una gira con bandas del tamaño de Café Tacuba, Control
Machete y Molotov, que están muy bien con su gente, fue como jugar
de visitante. Y si a eso le sumás ese nacionalismo exacerbado de
la gente que se fue de su país y vive aquí, todo resultó
muy enriquecedor para nosotros: tocar sin un público que te mime,
que sea complaciente con lo que hacés, fue difícil. O seducías
con tu onda o te equivocabas mal, siempre en una línea muy delgada
entre una cosa y otra. Hubo recitales en donde pudimos levantar a la gente
y hubo recitales que nos tiraron monedas.
Estados
Unidos
Este es un país en el que no quisiera vivir, verdaderamente
creo que no se puede hacer nada. En el micro que subimos había
una multa de 500 dólares por cagar en el baño y 1000 dólares
por vomitar, dos cosas que nosotros hacemos habitualmente en las giras...
Así que esa libertad que proclama el modelo de estadounidense y
a la cual muchos políticos argentinos quieren asumir como propia,
es siniestra. Yo traté de venir sin ningún prejuicio, y
eso fue difícil porque tengo una idea política contracultural
muy clara en el fondo de mi alma tengo un profundo desprecio por
el modelo norteamericano, pero traté de venir limpio
para percibir realmente qué pasa acá. Pero la verdad que
no pude. Es muy fuerte, la rigidez moral, la cosa fría, el consumo
exarcebado, la cultura de lo banal... Sentí que éste es
el país más represor que haya pisado: creo que no se puede
hacer. No sé qué es lo que se puede hacer. Es muy difícil
para cualquier argentino pensar un modelo de país como éste,
sería imposible que la Argentina viva alguna situación de
las que se están viviendo acá.
Las
bandas
Tuvimos buena onda con las bandas mexicanas. Ellos son más
cautos para entregarse en las relaciones, es como más desconfiado,
así que fue muy importante para nosotros establecer una buena relación
con los chicos de Tacuba, Molotov, Control Machete. Se jugaron muchos
partidos de fútbol, con los Kuryaki, los Muertos... Lo que sentí
con esta gira es que se puede armar una movida para que todos se beneficien.
Aunque cueste creerlo, porque en Argentina es como que las bandas se cortan
solas y buscan un lugar privilegiado para ellas, yo creo que cuando se
hacen movidas de esta clase, todos se benefician. Te cuento una: en San
José, a los pibes de los Kuryaki les tocó subir al escenario
después de Café Tacuba, lo que es una aberración
porque los Tacuba son lo más fuerte. Así que imaginate que
después de ellos, con todos los mexicanos borrachos, aparecieron
los IKV y se las vieron muy mal. Entonces, los chicos pidieron ayuda por
el micrófono y fuimos todas las bandas arriba del escenario, a
hacerles el aguante, a cantar con ellos. Me gustaría que alguna
vez pase eso en Argentina.
El
boom latino
Hasta ahora ha habido una penetración fulminante de lo que
sería la cultura americana, con sus supermercados, con sus hamburgueserías,
con sus cocacolas, con sus ejércitos, con su música. Y creo
que están muy aburridos ahora, necesitando consumir otras culturas.
Encontrar cosas en otras culturas que les sirvan como respuesta a lo que
les pasa, a su total aburrimiento. Este sistema está llegando a
un colapso muy fuerte, tengo lasensación de que aquí no
hay nada por hacer... Entonces, lo que puede llegar a pasar con Bersuit
y con otras bandas latinas es que se abra una puerta muy importante para
que la cultura latinoamericana ingrese. Nosotros fuimos esponjas de ellos
y ahora creo que es el tiempo de que Estados Unidos sea la esponja. Es
el momento. Nosotros, por otro lado, estamos viviendo una experiencia
de vida y ha sido muy importante tener huevos para tocar en la boca del
lobo, éste es un país bastante hostil para nuestra idiosincrasia.
Inteligente
y reaccionario
¿Pagarían buena plata para ver un festival
donde banditas como Smash Mouth, Semisonic y Jimmies Chicken Shack
tocan tantos minutos como U2, los Rolling Stones y Radiohead? Este plan
democrático de que todos los sets duraran 30 minutos ocasionó
que los mejores shows quedaran cortos, y que la parada del Watcha Tour
en el Greek Theatre el domingo se convirtiera en el principal motivo de
que el festival del rock en español terminara siendo un Trámite.
Doce bandas tocaron en 6 horas, con grupos importantes como Café
Tacuba y Molotov y otros desconocidos como Viva Malpache y Puya....
... Exceptuando el emocionante show de los argentinos Bersuit Vergarabat,
los otros shows sólo generaron escaso interés. En su extraña
e intensa media hora, el grupo de nueve integrantes mostró una
identidad musical palpable, con canciones densas y complicadas, con ritmos
carnavalescos como la murga, y una mixtura de inteligente aunque
reaccionario discurso político.
Vestido con un pijama, pelado y con una barbita puntiaguda, el cantante
Gustavo Cordera parecía un trovador medieval sacado de un film
de Ingmar Bergman. Antes de irse del escenario, se bajó los pantalones
para mostrarle su trasero al público, y se quejó de la represión
cuando la audiencia, predeciblemente, lo abucheó.
Pero la canción Señor Cobranza, un ataque sin
precedentes a la corrupción de los gobiernos latinoamericanos,
fue uno de los mejores momentos del festival. Tocada con un tempo un poco
más lento que su versión de estudio, fue enriquecida por
un asombroso solo de piano eléctrico que le agregó sutileza
musical a su incendiario mensaje.
(Párrafos
extractados de la reseña firmada
por Ernesto Lechner, publicada en el diario
Los Angeles Times el lunes pasado.)
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