El almuerzo
desnudo
Las
dos eran actrices. Las dos adoraban a tal punto a su genial y perturbado
hermano, que lo trasladaron de la clínica psiquiátrica Steinhof, donde
estaba internado voluntariamente, para que viviera con ellas en la casa
familiar. A partir de un hecho real (la relación de Ludwig Wittgenstein
con sus dos hermanas mujeres) Thomas Bernhard escribió Almuerzo en casa
de Ludwig W, una obra despiadada que da cuenta del odio que compartían
Bernhard y Wittgenstein por la patria y la familia. Radar reproduce
en exclusiva un fragmento de la obra, que publica Adriana Hidalgo Editora
y que el San Martín pondrá en escena a partir del 5 de agosto, con Alejandro
Urdapilleta, Tina Serrano y Rita Cortese, dirigidos por Roberto Villanueva.
Por
THOMAS BERNHARD
(voss
es Ludwig, Dene es su hermana mayor y ritter es la hermana menor. La
acción transcurre en el comedor de una mansión señorial en Döbling,
suburbio elegante de Viena. Los tres hermanos sentados a la mesa, donde
comerán y beberán.)
RITTER: Ludwig tiene buen aspecto, / como si hubiera vuelto de
veranear. / No tiene el aspecto / de un filósofo.
VOSS: ¿Y qué aspecto tiene / un filósofo?
DENE: Como tú, / puesto que eres un filósofo.
VOSS: Filósofo, filósofo. / Anti-artista.
RITTER: Mientras nosotros casi nos asfixiamos / con este calor,
/ nuestro Ludwig estaba de veraneo.
DENE: (a Voss) Te compré el papel correcto; / un block de mil
hojas, / está sobre tu escritorio. / Cepillé tus trajes, / planché tus
pantalones, / todo está recién lavado, / ya nada tiene olor a hospital.
VOSS: No más olor a hospital (...).
DENE: Lo más agradable es cuando llueve de tarde.
RITTER: Leer algo, / cuando oscurece / correr las cortinas (...)
/ Tomar el té en lo de la tía Margarethe, / qué fácil era entonces /
escapar de la desesperación. / Pero eso ya no basta. / Pronto tampoco
bastará / llevarse una biografía a la cama.
DENE: La música puede ser a menudo la salvación.
RITTER: Tienes razón, / pero pronto no podremos tampoco escuchar
música, / cuando nuestros oídos súbitamente / aborrezcan la música,
/ porque abusamos de ella / para poder sobrevivir.
VOSS: Eso no se puede aplicar / al pensamiento. / Por más que
abusemos, / siempre se puede seguir pensando. / Al final todo nos pone
nerviosos, / menos pensar. / El que piensa / puede envejecer sin problemas.
/ O tener durante toda la vida / una idea loca, / una sola idea loca.
Escuchar, leer, mirar, todo eso no es nada / comparado con esa sola
loca idea, / pero ése es mi problema. (Dene sale llevándose algunos
platos.) Una solución matemática naturalmente, / resuelta de manera
puramente matemática. / Qué mal me siento a veces, / como si estuviera
moribundo / y de pronto todo está bien otra vez, / porque pienso. /
Pensando lo supero todo. (Cuchichea) No tenía el propósito / de venir
acá. / Mis hermanas son destructivas, me aniquilan. / Le dije al Director:�Cuando
venga mi hermana / dígale que no quiero ir a casa. / Ir a casa será
mi muerte�. (...) Pero tú sí me entiendes, / siempre fuiste la que me
comprendió mejor. / Tu hermana sólo se entiende a sí misma.
DENE: (entra y sirve la comida a sus hermanos) Le dije al Director
/ que sé cómo manejarme / con un filósofo. / �Cuidadosamente�, le dije.
/ Eso le causó gracia.
VOSS: �Mis hermanas son actrices� / le dije al Director / la
primera vez que lo vi. / �Póngase en guardia, / tienen mucho dinero
/ y son actrices�. (...) Para mí no hay nada más odioso. / Pero las
cosas son así, / justamente tenemos que resignarnos / a lo que más nos
repugna. / �No crea que tengo la intención de suicidarme�, le dije /
�es lo que teme mi familia. / Aveces pienso en eso, / pero prefiero
una muerte natural / o como quieran llamarla. / No tema, no pienso suicidarme�.
/ Así que me dejaron los tiradores, / ya desde mi primera estadía. /
Y esta mañana le dije: / �Como puede ver, no me he suicidado. / Nos
dejamos morir cuando queremos� / le dije al Director, / �no hace falta
usar la violencia�.
DENE: Aquí hay un trozo de carne muy bueno, Ludwig, / ¿quieres?
VOSS: (niega con la cabeza) Tenemos una enfermedad mortal / y
sabemos / que moriremos de ella. / Podemos apurar ese proceso, / detenerlo
o prolongarlo / pero naturalmente sabemos / que todo es cuestión de
poco tiempo. / Y nos decimos: / al menos terminar el capítulo / en eso
encontramos nuestro mayor placer. / Por eso seguimos existiendo, / no
por otro motivo (Dene vierte salsa sobre la carne, de la que Voss casi
no ha comido.) Sólo somos felices / cuando estamos enfermos. (Mira a
su alrededor.) Pensé que todo estaría distinto, / pero ustedes no cambiaron
nada. / Aferrarse a todo / es típico de ustedes. / Sólo puede ser una
visita breve.
DENE: ¡Qué dices!
VOSS: Sólo una visita breve. / Tomamos conciencia / de la miseria
de la vida / cuando volvemos a una casa / que habíamos abandonado para
siempre. (Dene quiere tocarlo con la mano, pero él se corre.) �Deje
que mi hermana crea que vuelvo a casa�, / le dije al Director, / �pero
no tengo la intención de darle la espalda a Steinhof, / aquí estoy en
mi casa, en ninguna otra parte�, le dije. / Mi cuarto siempre está a
mi disposición, / me acostumbré a Steinhof, / moriré en Steinhof, /
no aquí. / No hay nada peor que morir en la casa paterna. / Háganlo
ustedes si quieren, / para ustedes es apropiado, / no para mí.
DENE: Preparada especialmente para ti, Ludwig, / tu salsa favorita.
RITTER: Déjalo en paz. (A su hermano:) Ella sólo la recalentó.
DENE: No quería / que estuviera Anna / cuando volvieras a casa.
VOSS: Volver a casa, volver a casa, / aquí no estoy en mi hogar.
(Dene trata de verter salsa en su plato, pero él la rechaza.) Celebramos
un contrato / luego lo rompemos, / todo contrato debe ser roto. / Cuando
hemos firmado un contrato / debemos romperlo. / Los contratos son la
muerte. (Hace rato que mira cada tanto el retrato del padre, que cuelga
en la pared frente a él.) Toda la humanidad se relaciona por contratos
/ y esos contratos terminan por asfixiarla. (Se levanta y se dirige
al retrato del padre, voltea hacia las hermanas que lo miran desconcertadas.
Baja el retrato de la pared y lo sostiene contra su cuerpo.) Ese momento
temía, / sentarme exactamente en el lugar / donde me senté durante toda
mi infancia / y gran parte de mi juventud, / enfrente de mi padre. /
Siempre lo odié. / Deseaba su muerte, / pero su muerte no influyó para
nada en mi odio. (Coloca el cuadro en el piso y dice observando los
demás retratos colgados en la pared:) Todas personas repugnantes / que
nos transmitieron de todo. / No hay ningún motivo / para retomar el
contacto con los muertos. / Nuestros antepasados / nos recompensaron
mal / por ser sus descendientes. / No somos su producto intelectual.
(Se sienta a la mesa en el lugar justo enfrente del que ocupaba antes.
Dene se levanta, trae el plato y los cubiertos desde el lugar que ocupaba
antes su hermano y vuelve a servirle salsa en el plato.) El comedor
/ de donde salieron todas las calamidades, / padre, madre, hijos / sólo
actores de un infierno. / Todo aquello que valía algo, / se ahogaba
en sopas y salsas. / Si yo tenía un pensamiento valioso, / Mamá lo ahogaba
en la sopa. / Si tenía un sentimiento positivo, / ella lo tapaba con
su salsa. / Y mi padre toleraba sin escrúpulo alguno/ lo que mi madre
destruía en mí. / Por eso siempre odié este comedor; / desde este sitio,
/ el de mi padre, / sólo se dictaban sentencias de muerte. / El destino
de ustedes no fue diferente, / pero yo siempre caí en la trampa / en
forma más o menos consciente (...) / Me parece que pasaron siglos /
desde que hacíamos música juntos. (A su hermana mayor:) ¿Tocas la viola
de vez en cuando?
DENE: No.
VOSS: Cuando abandonamos / el instrumento que hemos aprendido,
/ abandonamos casi todo (...) / Unas semanas atrás se me ocurrió la
idea / de volver a Noruega, / pero ahora estoy muy débil para eso. /
Y en realidad no tengo ningún motivo / para volver a Noruega.
DENE: Esperemos a ver / lo que dice el doctor Frege. / Te anuncié
para mañana a la tarde.
VOSS:
¿Frege? / Qué disparate. / No tiene sentido que vea al doctor Frege,
/ ese hombre es un imbécil, / es aún peor que los otros médicos / y
también llevó a nuestros padres / a una muerte prematura. / Hay médicos
que sólo aceleran la enfermedad. / ¡Frege, qué chapucero! (A su hermana
mayor:) Y tú me anunciaste para mañana a la tarde. (A la hermana menor:)
Qué me dices, / tu hermana decide simplemente / que vaya a lo del doctor
Frege. /No pienso ir más a ningún médico, / no visitaré más a ningún
médico.
DENE: ¿No comes más?
RITTER: Déjalo en paz, / no está tan exquisito / como para seguir
comiendo.
DENE: Seguro que no, / ustedes dos no comieron casi nada. (Se
incorpora y comienza a levantar la mesa. Ritter se levanta y la sigue
a la cocina.)
VOSS: (Grita) Deben ponerse en guardia contra Frege, / contra
los doctores / y en particular los especialistas (...) Cómo te atreves
a anunciarme / en lo del doctor Frege. / Engañarme a mí con el doctor
Frege. (Se aprieta la cabeza con las manos.) Incapacidad de concentración.
(Se sienta nuevamente a la mesa, grita:) ¿No se me puede dar un vaso
de agua en esta casa? (Dene viene y la alcanza un vaso de agua.) Frege,
ese asesino de Frege. (Bebe ansiosamente.) Ningún médico, por favor
/ por favor ningún médico, / todos ellos sólo me trajeron mala suerte.
/ Quiero morirme solo / sin médicos.
DENE: (Retirando la vajilla) Es tu agotamiento / después de
comer. / El Director opinó / que los primeros días son los más difíciles.
/ Deberías acostarte después de comer. / Hice un postre delicioso /
yo sola, / no Anna, / yo.
RITTER: (Entra con un gran plato lleno.) Buñuelos recién hechos,
tu postre favorito.
DENE: Cada cosa necesita su tiempo, / verás que pronto funcionará
todo bien. / Es lógico que estés agotado.
VOSS:
No estoy agotado, / qué es eso de agotado (Se incorpora.) Sólo estoy
un poco excitado. (Se desploma de nuevo.) No es agotamiento. (Tira muy
despacio del mantel.) Ningún médico / y Frege menos que menos. / Gente
incompetente. / Cobran un dineral / y son completamente incompetentes.
(Tira más del mantel.) Lo bordó la abuela, ¿no es cierto? / Hay que
dominarse / nunca perder el dominio de sí mismo, / odiamos todo lo bordado,
/ aunque lo haya bordado la abuela. (Ritter suelta una carcajada.) Unos
transitan por la vida bordando, / otros filosofando. / Todos usan un
pretexto absurdo / y desde luego de mal gusto. (Tira más del mantel.)
Ludwig / que ama los buñuelos, / que ama los buñuelos más que nada.
/ Estando en Steinhof nunca pensé en otra cosa. (Mira a su alrededor.)
Esto parece una tumba / ya estamos bajo tierra, / una tumba exquisita
/ donde sirven buñuelos. (Toma uno y lo huele.) ¡El arte supremo es
la repostería! (Ritter se ríe a carcajadas.) Cuando los comemos por
primera vez, sí / pero luego se vuelven cada vez más insulsos / y al
final, los odiamos / y después no hay nada que odiemos más / que los
buñuelos, / aunque nos digan a cada rato / que amamos los buñuelos /
como nada en el mundo. (A la hermana mayor:) Tú piensas que comeré los
buñuelos, / pues tal vez llegue a comerme uno. / El diablo dice: �Come
el buñuelo / preparado por tu hermana�, / y Ludwig lo come. (Ritter
estalla de risa.) La mayor lo preparó / la menor lo trajo a la mesa
/ y ahora las dos esperan / que Ludwig coma sus buñuelos. (Agarra un
buñuelo de su plato y lo deglute como si fuera un animal, de un solo
bocado, atragantándose.) Ves cómo trago tu buñuelo, / un buñuelo tan
asqueroso / un buñuelo tan repugnante / mi postre favorito, ¿lo ves?
(Se esfuerza por tragar el buñuelo ahogándose, finalmente traga la mitad
y escupe la otra mitad, golpeando furiosamente la mesa con las dos manos.
Dene se da vuelta y sale corriendo. Voss golpea la cabeza sobre la mesa.
Ritter se levanta de un salto y se le acerca.) Vete / no me toques (...)
Todo el tiempo estoy pensando / qué tarde se ha hecho. (Se aprieta la
cabeza con las dos manos y balbucea:) Darle un sentido a la vida. /
Darle un sentido a la vida. (Dene entra precipitadamente. Voss levanta
la cabeza y mira a sus hermanas.) Qué manera de ponerse nerviosas las
dos. / Parásitos. / Perversa gentuza de teatro.