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Así me veo yo

Doce fotógrafos, un solo retratado. Doce imágenes que proponen una historia de las artes visuales a través de distintos �fetiches� del modelo. Fernando Bustillo inaugura el espacio de fotografía en Proa con doce imágenes de sí mismo a cargo de Marcos López, Hernán Rojas, Alberto Magnasco, Pompi Gutnisky y Juan Martocci, entre otros.

Por Daniel Link

Estudió cine, arquitectura, francés. Es Licenciado en Historia de las Artes Plásticas. Durante algún tiempo dio clases, hasta que el hastío de la vida académica lo llevo a especializarse en la preservación de obras de arte, tarea que desarrolla como free-lance para instituciones y coleccionistas privados. �Preservar no es lo mismo que restaurar�, aclara Fernando Bustillo. �Restaurar significa arreglar algo que está deteriorado, mientras que preservar es conservar algo tal como está.� Hacia fines de 1995, Bustillo (nacido en Berisso en 1952) presentó una muestra de papiroflexias: papeles de encuadernación y enmarcado que hicieron las delicias de bibliófilos y adoradores de lo viejo. Un poco pensando en esa muestra, Adriana Rosenberg lo convocó para abrir un nuevo espacio en Fundación Proa con una �segunda parte� de aquella muestra sobre papeles. Pero algo pasó en el medio: Bustillo cayó enfermo. Muy enfermo: estuvo literalmente a punto de morir el año pasado. Cuando se recuperó y pudo empezar a pensar de nuevo en la muestra que le pidió Proa, tenía otros papeles en la cabeza: papeles fotográficos, papeles (roles) ante una cámara, y una meditación sobre la fragilidad de la vida. Otros papeles, el nombre de la curiosa muestra fotográfica finalmente urdida por Bustillo en ese nuevo espacio del edificio que ocupa la Fundación Proa en La Boca, habla un poco del narcisismo, de la vanidad de las cosas de este mundo, de la muerte. Es que la idea de Bustillo fue montar un fantástico retablo barroco de imágenes en las cuales aparece siempre él, desempeñando roles bien diversos. �Convoqué a doce fotógrafos para que rehicieran ciertas imágenes que me fascinan del mundo del arte. A través de la fotografía podía relatar una historia que citaba diferentes momentos de la historia de las artes visuales. En realidad, jugué un poco como si fuera un director de arte. Por supuesto, se trataba de que los fotógrafos pudieran superar la idea inicial. Es por eso que no tiene mucho sentido confrontar las fotografías finalmente expuestas con los originales que les dieron punto de partida. Marcos López, por ejemplo, rehizo con una ironía muy fina el Autorretrato masturbándose de Egon Schiele, uno de los maestros de la escuela de Viena.� Una vez disparada la idea, Bustillo fue viendo cómo cobraba forma. �En la elección final de las fotografías traté de no intervenir. Me parecía que eso tenía que ver con el arte del fotógrafo. No quise que los fotógrafos fueran meros operadores. Cada uno de ellos trae su propio universo y su propia estética a la muestra. Yo volví a intervenir de nuevo en el montaje. Lo interesante de esta muestra es precisamente la distancia entre una idea original, la interpretación o manipulación del fotógrafo y la edición final.� Algunas imágenes están tomadas del siglo XVII, otras de la fotografía clásica, otras del dibujo animado, otras del cine. Hernán Rojas instala a Bustillo en un tableaux vivant que escenifica la acuarela El entierro de Xul Solar; Alberto Magnasco lo convierte en un Pierrot de la Commedia dell� Arte a la manera de la célebre foto de Nadar; María Luisa Di Como hace una �fantasía� en photoshop que remite al ratón Mickey de �El aprendiz de brujo�; Pompi Gutnisky opta por una imagen retro-pop de Bustillo en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata a la manera de la serie inglesa �Los vengadores�. Pero el autor de la muestra se resiste a explicar: �No creo poder describir en palabras lo que estoy mostrando en imágenes�. De hecho, Bustillo se resiste a hablar: �En el fondo, no me corresponde dar una explicación�. ¿Pero entonces? Bustillo calla algo que es importante para entender el relato que arman las doce fotografías de otros tantos fotógrafos que lo toman como tema: él es un superviviente, él estuvo cerca de la muerte. Y es por eso que le gusta definir estos Otros papeles �como una celebración�: �La vida es algo muy frágil; todo lo que es puede dejar de ser inmediatamente�. Pero como por otro lado Bustillo también sabe que �el arte viene del arte�, el carácter citacional de la muestra (aun cuando en ella hayatransformación, ironía, traición al original) quiere decir algo sobre la supervivencia misma del arte. Es que estas fotografías convocan a los fantasmas del pasado y, en una suerte de exorcismo finisecular, celebran con perspicacia la vida, la posibilidad de seguir mirando, el juego infinito de imágenes, las diferentes formas en que el yo puede aparecer públicamente: �En el reflejo, Narciso encuentra la deformación de sí mismo�, dice Bustillo sobre el díptico que le tomó Juan Martocci para la muestra. En estos papeles, Bustillo se muestra tal como lo han visto doce fotógrafos en relación con imágenes de la historia de las artes visuales: la copia de una copia de una copia. La muestra Otros papeles de Fernando Bustillo se exhibe en Fundación Proa (Pedro de Mendoza 1929) hasta fines de setiembre, de martes a domingos de 11 a 19. Entrada general (hay otras tres muestras exhibidas: Alberto Greco, Aldo Paparella y Daniel Joglar) $3.