plástica
Un �paseo escultórico� por Champs Elysées
El
jardín de las máquinas parlantes
Inaugurando un ambicioso plan que intenta reinstalar a París como
capital cultural del mundo en el 2000, el gobierno de la ciudad organizó
una gigantesca muestra de escultura a lo largo de la avenida Champs
Elysées, con la participación de 52 artistas de todo el mundo. Despedazada
por la crítica �que la tildó de pretenciosa y políticamente correcta�,
se convirtió igual en el paseo obligado de parisinos y turistas, Radar
incluido.
POR FABIAN LEBENGLIK,
DESDE PARIS
De la noche a la mañana, los parisinos descubrieron sobre ambas veredas
de Champs Elysées, la avenida que une el obelisco de la Plaza de la
Concordia con el Arco de Triunfo, una gigantesca muestra organizada
por el gobierno de la ciudad con el título Les Champs de la Sculpture
2000. La inmoderada exposición de esculturas propone un panorama del
arte en volumen de los últimos treinta años, con la participación de
cincuenta y dos artistas de todas partes del mundo, y estará en exhibición
hasta el 14 de noviembre. Según la comuna, esto es sólo el primer paso
que inaugura un ambicioso plan para el 2000, con el cual los franceses
intentarán recolocar a París como capital cultural del mundo. En Les
Champs de la Sculpture 2000 conviven desde el arte como monumento hasta
el arte tecnológico, pasando por el arte povera, el Op art, el minimal,
el pop, el land-art y el arte conceptual. La muestra fue seleccionada
por Paris Musées (los museos de la Ville de París) y cuenta con nombres
de la talla de los franceses Daniel Buren, Jean Pierre Raynaud y Raymond
Hains, el ucraniano Illya Kabacov, los alemanes Ulrich Rückreim y Stephan
Balkenhol, los británicos Tony Cragg y Barry Flanagan, los norteamericanos
George Segal y Keith Haring (muerto en 1990), el español Jaume Plensa,
los italianos Michelangelo Pistoletto y Giuseppe Penone, el belga Panamarenko,
el coreano Nam June Paik, el polaco Frans Krajcberg, el cubano Kcho,
la finlandesa Helena Hietanen, la argentina Nora Correas, el austríaco
Bruno Gironcoli, el marroquí Mohamed El Baz, el nigeriano El Anatsui
y el bosnio Braco Dimitrijevic. Apenas inaugurada, la exposición desató
polémicas encendidas en los diarios, que la tildaron de pretenciosa
y políticamente correcta. Los parisinos y turistas, mientras tanto,
la recorren encantados.
La
norteamericana Jessica Stockholder (1959) montó una estructura simple
de almacenamiento en la que colocó frutas de plástico, jugando con dos
colores primarios. No sólo hay un trabajo acerca de la relación entrela
cultura y la naturaleza, contrastando lo artificioso de la obra y el
color con los árboles contra los que fue montada, sino que, a través
de la figura de la acumulación, la artista juega con el significado
literal de su apellido (stockholder significa �almacenadora de stock�).
El
polaco Frans Krajcberg (1921) fue el único miembro de su familia que
sobrevivió a un campo de concentración nazi. Terminada la Segunda Guerra
se fue a vivir al Brasil, donde armó su casa y su estudio en la copa
de los árboles de un bosque en el estado de Bahía. Durante los últimos
veinticinco años, Krajcberg lucha con su obra contra la devastación
del Amazonas y utiliza árboles que encuentra quemados en el bosque donde
vive como punto de partida de su trabajo.
El
cubano Kcho (1970) nació en la pequeña isla cubana de Nueva Gerona y
siempre estuvo ligado a la navegación. Su obra �dibujos, esculturas,
instalaciones� está obsedida formalmente por botes y canoas. Desde hace
unos siete años se transformó en un artista permanentemente convocado
para participar en exposiciones y bienales internacionales -incluida,
por supuesto, la Bienal de La Habana� porque su obra resume de manera
lúcida y sintética la cuestión del exilio de los cubanos, a partir de
la diáspora trágica de los balseros.
El
escultor John Kelly nació en Gran Bretaña en 1965 y vive en Melbourne
(Australia). Su obra Vaca sobre un árbol está basada en la combinación
de dos episodios de la vida australiana. Durante la Segunda Guerra Mundial,
el gobierno australiano le encargó trabajos de camuflaje al pintor William
Dobell, quien debió fabricar ganado de papel maché en tamaño real, para
engañar a la fuerza aérea enemiga. De modo que los soldados, disfrazados
de campesinos, se paseaban entre las falsas vacas para ocultar un sector
estratégico para maniobras del ejército. El otrodato de la realidad
que inspiró el trabajo de Kelly es una devastadora inundación cerca
de Melbourne, en 1993, tras la cual gran cantidad de vacas fueron encontradas
a salvo en las copas de los árboles.
Michelangelo
Pistoletto (Italia, 1933) comenzó su trayectoria como pintor a fines
de la década del 50, en el taller de restauración de su padre. Diez
años después se convirtió en uno de los más notorios representantes
del �arte pobre�. Desde 1981 se dedica también a la escultura monumental.
La cárcel que compone la obra Espacio libre fue hecha por los presos
de la cárcel San Vittore de Milán, en la que el artista dictó un taller
de escultura. Los presos y el propio Pistoletto buscaron �apresar� el
espacio libre de Champs Elysées, para reinterpretar la noción de encierro,
desde adentro y desde fuera del recinto carcelario. El taller escultórico
para los presos proponía un trabajo y un planteo teórico en relación
con los límites del encierro, pero también con los posibles límites
de la libertad.
Los
hermanos Anne y Patrick Poirier (nacidos en 1942) trabajan alrededor
de la memoria personal y urbana. Ambos vivían en el barrio berlinés
de Kreuzberg, ferozmente bombardeado durante la Segunda Guerra y reciclado
medio siglo después, tras la caída del Muro. Con los restos, tanto de
la destrucción como de la reconstrucción de lo que había sido su casa
y su barrio, los Poirier hicieron un container de alambre tejido y lo
colocaron como marca de la Memoria contra la dispersión.
El
chino Jianguo Sui (1956) presenta una escultura en bronce, cuyo título,
Legacy mantle, remite tanto al traje tradicional chino posrevolucionario,
como al manto religioso que pasa de generación en generación. El trabajo
de este artista comenzó a ser reconocido internacionalmente después
de la masacre estudiantil de Tienanmen en 1989. La tradición del traje
Mao funciona como emblema de la Revolución Cultural china, que Jianguo
Sui �residente hasta hoy en Pekín� critica por su herencia de rigideces.
El artista, que fue muchos años obrero de una fábrica mientras se formaba
como estudiante de arte en cursos nocturnos, compara la indumentaria
revolucionaria �sintética y estilizada� con un atuendo religioso y dogmático.
Bernard
Venet (1941) vive y trabaja alternativamente en Estados Unidos y en
Francia desde 1966. A lo largo de más de treinta años, lo esencial de
su trabajo es de naturaleza accidental. Si bien los Arcos que presenta
en Champs Elysées son parte de su última producción, más estructuradas,
Venet �artista conceptual, pintor, escultor, fotógrafo, músico� utiliza
la naturaleza del accidente como motor de su trabajo. De este modo se
da una suerte de objetivación del accidente, a través de la composición
y análisis que resultan del cultivo de cierta �casualidad� dada bajo
ciertas condiciones. Desde mediados de la década del 70, Venet ha basado
sus trabajos escultóricos en el trazo simple de líneas curvas, oblicuas,
quebradas, rectas e indeterminadas.
El
artista norteamericano Keith Haring murió de sida a los 32 años en Nueva
York. Buena parte de su obra escultórica consiste en un traslado al
diseño gráfico de sus ideogramas y signos, que nacieron bajo la forma
pictórica del graffitti en las paredes del subte neoyorquino. Esa escritura
urbana con su propio alfabeto ubicó a Haring en el lugar del artista
comprometido y militante por diferentes causas sociales. En los años
80 se transformó en un artista de culto y no hay museo internacional
que no posea obra suya. La escultura Madre e hijo que se exhibe en París,
en donde la figura del hijo es móvil, es un homenaje a Alexander Calder
aunque sin ceder un ápice la poética del propio Haring.